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Cristian Reino
Domingo, 9 de noviembre 2014, 00:28
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Los tópicos, las etiquetas y lo estereotipos no sirven en Talarn . A dos días del 9-N, este pequeño pueblo leridano de apenas 500 habitantes y de mayoría independentista mira la posibilidad de que Cataluña inicie el proceso hacia la secesión con ojos distintos que otras localidades soberanistas de la Cataluña interior, que ya están en plena desconexión mental respecto a España. La diferencia de Talarn es que desde 1974 acoge la academia militar de suboficiales del Ejército de Tierra de España. Y a diferencia de otros pueblos independentistas, allí no se canta eso de 'que se vayan, se vayan'.
«La academia está muy arraigada en la comarca». Estas palabras no las pronuncia ningún españolista convencido. Las dice el alcalde, Llúis Oliva, de Esquerra Republicana de Catalunya, la formación que presiona a Artur Mas para que celebre elecciones y declare la independencia de manera inmediata. En el ayuntamiento de Talarn hay siete ediles, tres de Esquerra, tres de CiU y uno del PSC. El pueblo es de mayoría soberanista, pero la «defensa de la academia no tiene nada que ver con lo que cada uno defienda el 9-N», afirma el alcalde. «Aquí la actividad municipal es muy sencilla, en los pueblos se hace pueblo, la política -añade- se hace en los parlamentos».
Hace un par de años se dispararon todas las alarmas en la comarca del Pallars Jussá, después de que el Ministerio de Defensa anunciara su intención de cerrar la academia de suboficiales ilerdense como una de las medidas incluidas en la política de recortes. Talarn y la vecina Tremp, la capital de la comarca con unos 5.000 habitantes, se echaron a la calle para defender uno de sus principales activos económicos, además del sector agroalimentario o los deportes de aventura. La academia no solo acoge a unos 500 alumnos cada año, sino que los cadetes reciben las visitas de sus familiares cuando hay jura de bandera o entrega de despachos, con todo lo que eso supone para hostales, restaurantes, bares o tiendas.
«La última vez que hablé con el ministro (de Defensa en septiembre pasado), en el inicio del curso me dijo: 'No me pidas lo que ya estoy cumpliendo'», señala el alcalde. Es decir, la academia se mantiene abierta, aunque ahora los cursos son más cortos y acoge también materias de especialización. Oliva cree que Defensa podría potenciar aún más por el centro de Talarn .
Una base extranjera
¿No afecta el debate independentista? «Defender la academia no tiene nada que ver con la ideología de cada uno», dice. «No sé qué pasará en el futuro, ni siquiera sabemos si podremos votar el domingo», afirma. Aunque sus correligionarios de Esquerra tienen prisa, Oliva tiene dudas. «No sé si la cosa va tan rápido como se dice», afirma. ¿Qué pasaría con la academia en caso de independencia de Cataluña? «Acaso Rota no es una base extranjera?, con Talarn podría pasar lo mismo», remata.
Hay un arraigo económico, pero también muy personal. «No es extraño tener un familiar casado con un militar», señala una restauradora de la zona, que prefiere guardar el anonimato porque «aquí nos conocemos todos». Esta hostelera dice que alrededor de un centenar de mujeres de la comarca se han casado con militares y que cuatro coroneles han decidido quedarse a vivir en la zona. «Queremos a la academia porque ya es parte nuestra, nos da mucho, algunos tenemos el corazón partido, pero hay que vivir aquí para entenderlo, si cierran el centro, ¿qué hacemos?», se pregunta.
Miquel, de Cal Morralet, un pequeño restaurante de Tremp, subraya que "cada uno puede tener su opinión, pero para Tremp y Talarn es una fuente fundamental». Y pone cifras: entre 200 y 300 personas de la comarca trabajan en la academia, ya sea en las oficinas o como cocineros.
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