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BEATRIZ BRAVO
MÉRIDA.
Miércoles, 4 de julio 2018, 08:29
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Las obras de conducción del gas que comenzaron esta semana en la calle Vía Ensanche han acabado con la paciencia de vecinos de esta zona del barrio de San Albín, que ya venían mostrando sus quejas por la situación de abandono en la que consideran que se encuentra el solar del antiguo cuartel de la Guardia Civil, colindante al Teatro Romano de Mérida.
Especialmente afectado se ve el dueño del bar La Muralla, Javier Díez Solís, situado en la esquina de la citada vía y la calle José Álvarez Sáenz de Buruaga. Este hostelero considera que el aspecto del solar es «de vergüenza», pues la maleza alcanza ya los dos metros de altura. Ahora se ha visto sorprendido por el inicio de los trabajos en la acometida del gas que, según dice, perjudican a su negocio como consecuencia del polvo y el ruido, entre otras molestias.
Así, critica que se realicen estas obras en una zona aledaña al Teatro Romano de Mérida, lugar de paso de turistas, y en plena celebración del Festival Internacional de Teatro Clásico. Por ello, al margen de los perjuicios para su negocio, se pregunta «quién ha sido el iluminado al que se le ha ocurrido esta aberración», que además ocasiona molestias a vecinos y viandantes por el ruido y la suciedad.
Esta circunstancia se suma al hecho de que el solar del antiguo cuartel de la Guardia Civil, del que es responsable el Ministerio de Cultura y que está destinado a la construcción del nuevo Museo Visigodo, no ha sido desbrozado a estas alturas del verano. Además de insectos, algunos vecinos han visto ratas y culebras, explica Julio Campos, residente en el barrio.
Se quejan también por la cantidad de gatos que se encuentran en las inmediaciones de esta parcela, sobre todo por olor y la suciedad derivados de los restos de comida que algunas personas depositan en el acerado para estos animales.
Su principal demanda es el desbroce de la parcela, por las consecuencias para el turismo y también por el peligro de incendios ante las altas temperaturas o se produzcan actos vandálicos que ocasionen algún fuego. En este sentido, subrayan el hecho de que, justo al lado del solar, se encuentra una escuela infantil que tiene también actividad parte del verano.
Los turistas se quedan perplejos al observar el estado de la parcela, declara el hostelero, quien considera que las obras del gas no será posible pararlas pero reclama que, al menos, se proceda a la limpieza del solar. A su juicio, «el Ayuntamiento tiene que ser consciente» de la situación en esta zona donde hay monumentos y, para ello, desde la asociación de vecinos se ha comunicado una queja hace unos días.
En la misma calle Vía Ensanche tiene su negocio Carlos Sánchez Pajares, quien también se ve afectado por las obras en la conducción de gas que se están realizando en esta parte de la ciudad, como consecuencia de la presencia de vallas que dificultan el acceso a su tienda de aparatos electrónicos y sonido y la falta de aparcamiento en la zona.
Los vecinos critican además cómo quedan los adoquines de la calzada tras estas obras, apreciándose perfectamente dónde se abrió la zanja en la calle José Álvarez Sáenz de Buruaga, quedando parte de la carretera desnivelada y dificultando la circulación a los vehículos.
Lamentan también el estado de la parte del acueducto de Cornalvo que se encuentra en esta calle, un momento que dicen que «no está presentable» y no resulta atractivo al turista, donde «hasta hace dos semanas no quitaron la maleza, había basura y excrementos de animales». En este sentido, plantean incluso que se elimine la zona de aparcamiento que existe junto al monumento para darle visibilidad.
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