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MARTA PÉREZ GUILLÉN
MÉRIDA.
Lunes, 9 de octubre 2017, 07:55
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Si de algo ha estado caracterizado el comienzo del curso escolar en la capital autonómica ha sido precisamente por la incertidumbre de algunos padres al comprobar que sus pequeños acudían los primeros días de clase a un edificio que se encontraba en plena obra.
Y aunque el Diario Oficial de Extremadura publicó hace una semana la adjudicación de los arreglos en el centro educativo Antonio Machado, lo cierto es que como sucedió con La Antigua, el trabajo de los albañiles ha convivido con el ritmo de las clases desde el comienzo de curso. Solo que Raúl Gijón, director del centro, elaboró un plan de preparación de cara a la reforma en julio cuando supo que la intervención en el colegio se dilataría hasta septiembre. «En un primer momento iba a ser durante el verano, pero por los trámites se tuvo que posponer bien para el año que viene o a finales de agosto. Comenzaron la semana del inicio curso», indica Gijón. Sin embargo, él y el claustro de profesores ya se habían puesto manos a la obra para preparar las instalaciones de cara a la llegada de albañiles.
«Recogimos todo el material, lo sellamos y plastificamos. Hicimos lo mismo con las pizarras digitales y proyectores. Adelantamos todo lo que pudimos para que los trabajos comenzaran cuanto antes», explica. La intervención, licitada por 173.979 euros con IVA incluido (35.635 euros menos que lo presupuestado por la Junta de Extremadura, se está centrando en la adecuación de los baños y la biblioteca, además de la sustitución de la carpintería exterior, sellar el lucernario, revisar los canalones y vallar el huerto en el patio.
Desde la primeras semana la segunda planta quedó inhabilitada. «Los operarios entran por el lateral del centro, acceden a la planta por una de las escaleras, y los martillazos procuran que coincidan con el desarrollo de la tarde cuando los alumnos ya se han ido. Han minimizado lo máximo posible los ruidos y han trabajado incluso sábados», recalca Gijón. Por lo que la reforma y el transcurso de las clases conviven sin apenas interferencias. Sin afectar al día a día de los 70 alumnos con los que cuenta el centro.
Tanto es así que hay padres que no se han percatado de la actuación hasta pasadas las semanas. «Todavía alguno se sorprende cuando ve las máquinas», comenta.
Al trabajo extra de profesores se suma también la apuesta por talleres inclusivos durante los primeros días de clase que coincidían con el primer contacto con las obras. «Dedicábamos dos horas a actividades con las que fomentar valores, mientras los operarios actuaban en el grueso de la intervención», Gijón. Con todo, la reforma no finalizará hasta diciembre.
En cuanto al avance del resto de obras, desde la Consejería de Educación y Empleo indican que los trabajos desarrollados en La Antigua se retrasarán a noviembre. También que el inicio del proceso de adjudicación para la reforma del Maximiliano Macías se iniciará en breve.
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