La Escuela de Hostelería de Mérida ofrecerá prácticas con clientes reales

Cuando el proyecto de la Escuela de Hostelería se puso en marcha en la pasada década siempre se planteó como una opción de futuro que pudiera atender a clientes reales para ofrecer a sus alumnos una formación de calidad. Sin embargo, las dificultades normativas han complicado este objetivo.

Hasta ahora. La Consejería de Educación y Empleo ultima la regulación necesaria para que este centro de referencia en materia de hostelería y agroturismo pueda completar la formación de sus alumnos con casos reales de atención al público. Para ello, se está preparando un decreto en el que se recoge el precio que deberán pagar los usuarios para atender a estas sesiones.

El director del centro, Pedro Rodríguez, señala que ninguna de las siete escuelas de hostelería de la región atiende al público. Sin embargo, en otras instalaciones del país se trata de una práctica habitual. Como indica, en la actualidad los alumnos de los cursos relacionados con la cafetería y la restauración participan en simulacros con sus compañeros, pero se pretende que puedan conocer la presión que supone un servicio real.

Con ese fin, se han diseñado cuatro productos diferentes para el público. Los desayunos, a un precio de 1,50 euros, consistirán en una bebida y un producto sólido (bollo, tostada.). Habrá un bono de diez servicios por 15 euros. La comida en régimen de autoservicio, compuesta por un primero, un segundo y dos bebidas, costará 7 euros. El menú ejecutivo, con dos platos más elaborados, costará 12 euros, y el degustación, con cuatro platos, 16.

Al tratarse de un servicio de la Junta de Extremadura, los clientes deberán abonar el correspondiente precio público mediante el modelo 050. Una vez realizado el pago, el interesado deberá presentar en la Escuela de Hostelería el documento debidamente diligenciado o sellado por la entidad financiera correspondiente. Esto sin duda supondrá una molestia añadida para el cliente, pero la Administración regional ya está buscando fórmulas para tramitar estas gestiones con más facilidad.

A partir de octubre

Según indica Pedro Rodríguez, la intención es empezar con estas prácticas reales el próximo mes de octubre, al inicio del curso. Para ello, además de elaborar el documento con los costes del servicio también se está trabajando en un reglamento interno al que deberán someterse los clientes.

Por ejemplo, la Escuela de Hostelería ya trabaja en una aplicación informática, que se pretende habilitar también para dispositivos móviles, con el objetivo de controlar la asistencia de público. Para ello, se creará una lista de reserva, en la que deberán inscribirse las personas interesadas. Como se espera una alta demanda, la idea es establecer algún tipo de turno, de modo que tengan prioridad para acceder a las prácticas aquellos inscritos que menos veces hayan hecho uso de este servicio o que nunca hayan asistido.

Con ese fin, el centro publicará con un mes de antelación cuáles serán los días en los que se ofrecerán prácticas con clientes reales. Tendrán lugar de lunes a jueves, aunque en la fase inicial se comenzará por un día a la semana.

En cualquier caso, Rodríguez recalca que se trata de una actividad formativa, por lo que el objetivo, sin perder de vista la buena atención al cliente, será principalmente mejorar la formación de los alumnos. Los clientes deberán entender que no tienen la misma capacidad los estudiantes de principios de curso, que acaban de empezar sus estudios, con las prácticas de junio o las que forman parte de títulos más avanzados o de más duración.

Además, serán sesiones evaluables, de modo que el profesorado estará pendiente para valorar al alumno. También se pedirá a los asistentes que valoren el servicio recibido.

Junto a esto, el director de la Escuela de Hostelería recalca que, al formar parte del programa lectivo, esta actividad no se celebrará fuera del calendario oficial. De ese modo, la cafetería y el restaurante no abrirán ni en fines de semana, ni en festivos, ni en periodos vacacionales. Será un nuevo local al que acudir en Mérida, pero sobre todo un espacio en el que contribuir a la formación de personas que están preparándose para la vida profesional.