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¿Qué ha pasado hoy, 18 de marzo, en Extremadura?
Carlsen, en 2004, en una simultánea en la Asamblea. :: j. m. romero
El Magic forjó al campeón del mundo

El Magic forjó al campeón del mundo

Magnus Carlsen fue fichado en 2004 por el club de ajedrez emeritense

M. ÁNGELES MORCILLO

Jueves, 8 de diciembre 2016, 09:42

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Mérida es conocida en toda España y parte del extranjero por su valioso patrimonio cultural árabe y romano. Pero a estas alturas algunos todavía no sabrán que en el Club Magic de ajedrez de la capital de Extremadura se han forjado algunos de los mejores jugadores del mundo que compiten en la actualidad. Él último que domina a nivel universal es el noruego Sven Magnus Carlsen. Gran Maestro Internacional, nació el 30 de noviembre de 1990 en Tønsberg, Noruega. El mismo día que cumplió 26 años, el pasado 30 de noviembre, se proclamó campeón del mundo en Nueva York al vencer a otro de los grandes, Serguéi Kariakin. Precisamente también lo tuvo el Magic cuando este contaba con 13 años. Carlsen se impuso por 3 a 1, dos tablas y dos victorias, ante el aspirante ruso en el encuentro de partidas rápidas que sirvió para romper el empate registrado en las doce partidas reglamentarias previamente disputadas.

Carlsen fue fichado en 2004 por el club Linex Magic de Mérida para que participara en el campeonato de España, que ese año se celebraba en Lugo, y que era el primer campeonato de España en el que participaba el club emeritense. El pequeño Carlsen, que ya era grande en el mundo del ajedrez, tenía tan solo 13 años. Pero ya despuntaba ante el tablero. Fue uno de los primeros grandes talentos que nació con la era informática aplicada al mundo del ajedrez.

Un niño tímido

Juan Antonio Montero, presidente del club Magic, recuerda que en aquel momento estaba en el puesto doscientos y pico del ranking mundial de ajedrez. «Era un niño con un coeficiente intelectual muy elevado. Muy tímido y reservado, pero muy profesional», dice.

Aquel año, Carlsen estuvo varios días en Mérida. Ofreció una rueda de prensa en el Ayuntamiento y exhibió su talento en una partida simultánea enfrentándose a 25 jugadores extremeños en la Asamblea, acto que tuvo mucha repercusión mediática a nivel nacional. A pesar de su personalidad retraída y su corta edad, Carlsen ya despertaba un gran interés entre la gente. «En esa exhibición creo que perdió una partida e hizo tablas en tres más. Pero fue muy espectacular porque ya se tomaba el ajedrez de una forma muy profesional. Tenía una velocidad asombrosa e iba rapidísimo y apenas se paraba. Ya en esos momentos él tenía muy claro que quería llegar muy alto en el mundo del ajedrez», explica Montero.

Influencia de su padre

Recuerda que Carlsen vino a Mérida acompañado por su padre, Henrik Albert Carlsen, un hombre que ha influido de forma muy positiva en él y que le ha ayudado a estar donde ha llegado, a lo más alto del ajedrez mundial.

Montero describe a Carlsen padre como un hombre «muy bueno, buena persona y muy bien preparado» y recuerda la imagen de este leyéndole el periódico inglés The Economist a su hijo. Tanto ha apoyado a su hijo desde el principio de su carrera que incluso hubo un año en el que dejó su trabajo y estuvo recorriendo Europa para que su hijo pudiera jugar los torneos. Recuerda Montero que cuando estuvo en Mérida confesó que le gustaba mucho la comida extremeña y, cómo no, el jamón. En el campeonato de Lugo, ciudad a donde se dirigió el club Magic junto a Carlsen y su padre desde Mérida, el chico ya era el número 1 del club emeritense y competía con pesos pesados de 25, 30 o 40 años, cuando él solo contaba con 13.

El Magic cuenta también en su equipo español con el campeón mundial juvenil de ajedrez, Mikhail Antipov. Esto demuestra que el club se ha convertido en la cantera de los mejores ajedrecistas del mundo. «Nosotros no ofrecíamos mucho dinero, pero sí la oportunidad de competir en la liga española, que es de muy alto nivel. Por eso han pasado por aquí los que ahora son los más grandes», declara Montero.

El gran maestro internacional de ajedrez Manuel Pérez Candelario, natural de Zafra, conoce muy bien a Carlsen. Coincidió con él en el Magic en 2004, cuando se fichó al noruego para reforzar el primer tablero del equipo. Coincide con Montero en que a los 13 años era un chico muy introvertido y que ya estaba muy centrado en el ajedrez. «Cuando jugaba era muy luchador y en el tablero sí que compartía el impulso con el equipo. Eso nos ayudó mucho». Dice que cuando coincidían comía muchas veces en la habitación porque seguía preparándose las partidas y estudiando ajedrez.

Recuerda a su padre como un hombre muy simpático, cercano e inteligente, que se relacionaba muy bien con todo el mundo. Y como la persona que siempre le ha apoyado para que llegara donde está ahora. En la cima del ajedrez.

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