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Imagen de una de las sesiones finales de la primera edición de este programa. :: j. m. romero
Sin miedo al emprendimiento

Sin miedo al emprendimiento

Tanto los organizadores como los asistentes están muy satisfechos con la primera edición, que ya ha finalizado, y de la que saldrán varios proyectos

M. Ángeles Morcillo

Domingo, 4 de diciembre 2016, 10:16

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El éxito de la primera edición del programa coworking desarrollado por la Escuela de Organización Industrial (EOI) de Mérida anima a los creadores de esta iniciativa empresarial a realizar una segunda entrega. De hecho ya hay más gente que quiere acceder a esta continuación de la que se pueda acoger.

Tanto ha sido lo que se ha logrado durante unos siete meses que alrededor de una docena de proyectos saldrán adelante. «Son ideas con posibilidades de avanzar», como así las han calificado los propios organizadores.

Hay que recordar que Mérida ha sido la ciudad pionera para la implantación de este programa a nivel nacional. Un observatorio para tratar de ayudar a mejorar a los emprendedores, para intentar quitar el miedo y la incertidumbre a la persona que quiere montar un negocio.

El programa comenzó el pasado mayo en el centro municipal de empresas y nuevas tecnologías de Nueva Ciudad. Y los pasados 29 y 30 de noviembre se celebró el acto de clausura de esta primera edición con una ponencia titulada 'Las posibilidades del coworking para el emprendimiento'. También tuvo lugar el denominado Demo Day y la presentación de los diferentes proyectos que han participado en el programa.

El espacio coworking es fruto de la colaboración entre EOI y el Ayuntamiento, que cuenta con la cofinanciación del Fondo Social Europeo y el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.

Una de las participantes en este espacio ha sido Ángela Cuellar, de 30 años, que aterrizó en esta aventura gracias a que decidió acompañar a una amiga, que era la que realmente presentaba un proyecto, a esta cita, ya que según dice estaba muy nerviosa. «Al mismo tiempo quería ver un poco cómo era aquello». Explica que asistió a unas conferencias y a unos talleres donde se trataron temas tales como la manera de emprender un negocio desde una primera idea o para diferenciar los distintos tipos de financiación, que es lo que más le ha servido.

Ahora mismo está en paro, pero ella es técnica en realización de audiovisuales y diseñadora gráfica y de webs, además de artesana en sus ratos libres. Hasta hace poco ha estado trabajando, a través de una lanzadera de empleo, en la empresa pacense de Pesquero Verde. Pero con lo que en realidad sueña Ángela es con montar una casa rural en la provincia de Badajoz, ya que dice que, haciendo un estudio de mercado, ha averiguado que hay poca oferta de este tipo de alojamientos en esta parte de la región. Le falta desarrollar la idea y hacerla realidad.

Los que les guían

Para conseguirlo está, entre otros, Fernando González, que es mentor, una de las personas que ha trabajado con los futuros emprendedores. Explica que hace varios meses que se seleccionó gente con inquietud emprendedora, que ya llegaron a ese entorno con una motivación y una idea en la cabeza. «Unos vienen con el proyecto más hecho y otros, simplemente, con una idea de negocio bastante cruda. Nosotros le ayudamos a cocinar esa idea en base a un método determinado», explica.

Todo lo basan en el mercado actual, en las posibilidades que tiene esa idea en ese mercado y como iniciativa de negocio. Todas no son igualmente viables ni todas llegan al final tal y como los emprendedores la pensaron en un principio. «Empiezan a descubrir que la idea hay que adaptarla por varios lados y nosotros les ayudamos a fomentar la actitud y la aptitud», señala.

A día de hoy, todos tienen su idea de negocio trabajada casi al cien por cien. Ahora depende de ellos el momento del emprendimiento real.

Una de las labores que realizan estos mentores es buscar aquel hueco nuevo, aquello que no sea igual que lo de siempre. «Buscamos aquella necesidad que sabemos que tienen los clientes y que no está cubierta. En base a su idea y a lo que vamos encontrando, adaptamos esa idea para que ellos tengan menos problemas a la hora de desarrollarla». «Su actitud de valentía es lo que nos facilita el trabajo. Tienen esa valentía arrojo que les anima a seguir adelante, a querer vivir de sí mismo, por lo que es bastante sencillo trabajar con ellos. La motivación ya la traen y nosotros lo que hacemos es mantenerles vivos y despertarles inquietudes para que vean que, ni todo es tan fácil ni tan difícil».

Fue a una de estas jornadas por acompañar a una amiga pero las charlas y los talleres le ha servido para conocer las diferentes fuentes de financiación entre las que puede elegir para hacer su sueño realidad: montar una casa rural en algún paraje de la provincia de Badajoz. Con 30 años, actualmente está en paro, pero es técnica en realización de audiovisuales y diseñadora gráfica y de webs, además de artesana

Es una de las personas que guía por el camino correcto a los emprendedores para que su primera idea se convierta en negocio. Cree que la valentía innata de las personas que se proponen emprender un negocio por cuenta propia les ayuda a trabajar con ellos y les hace ver la realidad del mercado actual y de cómo pueden adaptar su idea a lo que los clientes potenciales buscan o necesitan

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