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De izquierda a derecha, Roberto Rivera, Luis Delgado, Pier Paolo Alvaro, Lourdes Verger, Miguel Hermoso, Pepe Ocio, Toni Cantó, José Pascual, Ruth Díaz, Óscar Hernández y abajo, Octavi Pujades, David Tortosa, Rubén Sanz y Philip Rogers.
Aquiles y su conciencia se verán las caras  en el Teatro Romano

Aquiles y su conciencia se verán las caras en el Teatro Romano

Diez actores, entre los que se encuentran Toni Cantó, Ruth Díaz, Pepe Ocio y Miguel Hermoso, ponen en pie mañana el montaje de José Pascual

MARTA PÉREZ GUILLÉN

Lunes, 25 de julio 2016, 14:07

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Con la resaca de la comedia 'Los hilos de Vulcano' y su éxito de público aún por digerir (hasta tres llenos consecutivos), comienza la cuenta atrás para que el segundo héroe que da forma a la programación de la 62 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico libre su particular batalla en el Teatro Romano y frente al público emeritense.

El equipo de 'Aquiles, el hombre', montaje que marca el ecuador, ya pisa suelo romano, y lo hace defendiendo la dramaturgia de Roberto Rivera. «Fue a finales de julio del año pasado cuando comenzamos a gestar esta obra», apuntó el autor del texto durante la presentación del montaje, después de que Jesús Cimarro, director del Festival de Teatro Clásico, hiciera alusión a ese mismo encuentro. Un año después, la dramaturgia de Rivera cobrará vida por primera vez (mañana y hasta el domingo) con la ayuda de un potente elenco encabezado por Toni Cantó, Ruth Díaz, Miguel Hermoso y Pepe Ocio, entre otros.

Y también con la dirección de José Pascual, el álter ego del escritor, como él mismo lo califica. «Estoy aún con el efecto nube, con esa sensación de haber saltado al vacío y no notar la caída por poder estrenar aquí», resaltó el dramaturgo.

Al igual que la apuesta de 'Alejandro Magno' de Luis Luque, el montaje de Aquiles también ahonda en su interior, en la lucha que mantiene el héroe de entre los héroes consigo mismo y con su conciencia. Lo expone sin coraza, desnudo de sentimiento y alma, y más humano que nunca. Todo ello, tras 9 años de asedio a las puertas de Troya con la única motivación que vengar el rapto de Helena, la esposa de Menelao (hermano del rey aqueo Agamenón) por Paris (hijo del rey Príamo). «En 'La Ilíada' hay un primer momento en el que dentro de Aquiles nace una chispa de compasión. La representación parte de esa chispa», explicó Pascual. Algo impensable si se tiene en cuenta su condición de guerrero. «Es el héroe que se declara en rebeldía. Todo ello en un montaje muy potente e intenso», resaltó el director. Además, añadió sentirse un privilegiado por haber contado con un equipo maravilloso en todos los niveles. «Y eso no siempre se da ni es fácil encontrarlo».

Aqueos y troyanos

Caras conocidas entre los que harán posible que el texto de Rivera cobre vida sobre el escenario del Teatro Romano. El elenco lo encabeza Toni Cantó, quien por segunda vez protagoniza una obra del Festival. «Esta función nos ha permitido arriesgar y osar, algo que me parece fundamental en teatro», subrayó el actor, que encarnará al héroe griego Aquiles. «Me parece muy interesante este proyecto porque no es tanto hablar del Superman clásico, como de conocer sus batallas internas», subrayó Cantó.

Dentro del bando de los aqueos, que dirige el líder griego también se encuentra Miguel Hermoso, como el rey Agamenón. «Me siento más espectador que actor, y pocas veces se puede ver sobre la escena un montaje diseñado para el Teatro Romano. Y este lo es», destacó, y además explicó que al saber cuál sería su personaje, pensó «otra vez me ha tocado hacer de malo, pero no, el texto de Rivera va mucho más allá. Muestra la concepción de dos mundos, el de Agamenón que ve el sentido práctico de la guerra, y el de los guerreros que se apuntan por el idealismo, como Aquiles». Una dicotomía que pondrá a prueba al público.

Aqueo también resulta Patroclo, el inseparable de Aquiles, o lo que es lo mismo Octavi Pujades. «Mi personaje no cuestiona nada, es quien encarna al perfecto soldado», expuso el catalán. Frente a Troya se encuentra Óscar Hernández dando voz al héroe griego Diomedes. «Es un sueño poder estar aquí, y con un trabajo de estas dimensiones», resaltó el actor. Héroe también lo es David Tortosa como Ulises, quien destacó estar deseoso de estrenar y afortunado por poder pisar la arena del escenario romano.

Completan el bando aqueo, además de Calcas por Philp Rogers, Néstor por Pepe Ocio y Áyax por Rubén Sanz. El primero siente que representa al ejército. «Aún no me creo que esté aquí», recalcó Ocio. Sanz sin embargo explicó que su héroe griego era el que sentía más indiferencia por sus hazañas.

Frente a los griegos, y tras las murallas, se encuentran los troyanos, encabezados por Príamo, también defendido por Phip Rogers. «Encarno a un hombre muy humano», subrayó. El de Rogers no es el único doblete. Sanz también se mete en la piel de Héctor. «Es el rival absoluto de Aquiles. Ambos mantienen un enfrentamiento que se verá en la función de Rivera», indicó el joven.

Y aunque puede resultar una obra de hombres, lo cierto es que las mujeres que aparecen en escena tienen su importancia. «Ambas tienen una influencia enorme en la función», apuntó el director sobre los papeles que defienden Ruth Díaz como Briseida, y Lourdes Verger como la sacerdotisa. «Hago de esclava, y aunque la mujer en esa época pintaba poco, mi personaje es muy combativa, tiene mucha fuerza y además inspira al héroe griego», destacó Díaz.

Si arriesgado resulta el texto y potente el elenco, la música, el vestuario y la escenografía será todo eso y más. Pier Paolo Alvaro ha sido el encargado de diseñar el atuendo de los personajes de inspiración contemporánea que seguro no dejará indiferente a los presentes. Como tampoco la música de la obra, que recordará a la psicodelia de los años 70. «Es totalmente épica», describió Luis Delgado, director musical de la representación.

Para que el espectador se traslade a la costa de Troya, Curt Allen Wilmer hará uso de 25 toneladas de polvo de cuarzo blanco repartidas por el escenario del Teatro Romano, con el fin de simular un inmenso desierto de arena, sin restar protagonismo a la magnitud del monumento.

En fin, ingredientes apetecibles tiene de sobra la obra que marca el ecuador de la 62 edición del Festival para que resulte todo un éxito. Aun así, habrá que esperar a mañana para comprobar si además de buena materia, la receta que maneja el equipo de 'Aquiles, el hombre' resulta infalible.

«La obra parte del primer momento en el que Aquiles siente compasión»

«Me siento más espectador que actor. Pocas veces se ve una obra hecha para Mérida y esta lo es»

«Mi personaje es el amigo inseparable de Aquiles, y encarno al perfecto soldado»

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