Al menos tres gasolineras 'low cost' proyectan abrir en la ciudad

Algunos empresarios del sector explican que no son los únicos, que todavía hay varios pendientes de conseguir los permisos.

Si finalmente se cumplen todos los planes, la ciudad se acercaría a la veintena de gasolineras. En estos momentos hay negocios diseñados para rentabilizar al paso de vehículos por las dos autovías - A66 y A5-, el movimiento en el polígono industrial y en los entornos de algunos supermercados. Las 'low cost' se sitúan dentro del casco urbano y el principal reclamo sigue siendo el precio. Al funcionar como autoservicio pueden repercutir ese ahorro en el margen final. Empezaron a extenderse con la crisis a través de marcas blancas, aprovechando la mayor sensibilidad a los precios por los usuarios.

El problema es que ya no lo tienen tan fácil y ahora tendrán que reformular su negocio.

Ante la eclosión de este tipo de negocios, algunos empresarios del sector empezaron a mostrar su rechazo porque entendían que las gasolineras de autoservicio ejercían una competencia desleal al no asumir las exigencias de seguridad y de protección del consumidor.

Aresex, la patronal regional que aglutina a los empresarios de las estaciones de servicio de la región, llevaba tiempo pidiendo alguna intervención en el mercado para frenar este modelo.

Ese cambio ya se está gestando porque el nuevo borrador de la Junta obliga a que todas las estaciones de servicio tengan, al menos, una persona contratada para atender el servicio. Con esta obligación se pone fin a las de autoservicio. El texto, que todavía no ha entrado en vigor, explica que todas las instalaciones de venta al público de gasolineras y gasóleos de automoción dispondrán en la propia instalación, mientras permanezcan abiertas y en servicio, al menos de una persona responsable que garantice el ejercicio de los derechos de los consumidores.

Ahora falta por ver cómo afecta este cambio que se avecina a los tres proyectos planteados en la ciudad.

Los empresarios de las estaciones tradicionales han explicado más de una vez que las nóminas de los trabajadores suelen llevarse más de la mitad de los ingresos que generan.

En muchos casos, aclaran, la rentabilidad viene de otros productos de las tiendas como refrescos, hielos o prensa para compensar el escaso margen del combustible.