Las legiones toman la ciudad y los dioses bendicen la fiesta

El auditorio frente al monumento se quedó pequeño y el lateral del mercado estuvo igualmente lleno en una jornada que otras ediciones pasa más desapercibida.

Los eméritos licenciados de la legiones décima y quinta fueron los primeros pobladores de la ciudad y a ellos se recordó en el desfile que salió del Puente Romano a las ocho de la tarde. Dos horas después, todas las asociaciones recreacionistas que participan en Emerita Lvdica, se presentaron en el Templo.

Antes habían pasado, con arenga incluidas, por la Plaza de España y el Arco de Trajano.

En esta primera toma de contacto tampoco faltaron los celtíberos, el pueblo autóctono que tuvo presencia en los alrededores de Emerita. Su participación sirve para reivindicar la importancia de los pueblos prerromanos y su influencia posterior.

La fiesta ha ido ganando en asociaciones recreacionistas y también en pasajes históricos. Tanto tropas del siglo I como del IV pasearon ayer por Mérida. Hoy y mañana escenificaran aspectos de la vida cotidiana de estos siglos.

El epicentro de Emerita Lvdica se ha colocado en esta edición en el Templo de Diana porque permite la versatilidad necesaria entre público y asociaciones históricas.

Tras esta inauguración oficial al modo romano, llegó el momento de pedir la aprobación de los dioses para tener una buena festividad. El ritual propiciatorio corrió a cargo de Emerita Antiqua y fue muy aplaudido por el público.