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Pedro Merino señala los montones de basura que hay en su solar de Proserpina. :: Brígido
Los vertidos de restos de poda enfrenta a los vecinos de Proserpina

Los vertidos de restos de poda enfrenta a los vecinos de Proserpina

Muy pocos utilizan los contenedores para restos vegetales y los dejan en solares del perímetro residencial

Antonio Gilgado

Lunes, 6 de junio 2016, 08:30

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En el solar frente al chalet de Pedro Merino en Proserpina hay un cartel visible anunciando la venta del terreno. Se encuentra junto a la parada de autobús, donde la carretera perimetral hace curva y si no fuera por este anuncio, cualquiera podría pensar que se trata de un espacio sin dueño.

Está plagado de montones de hojas secas, de ramas de palmeras y de tierra de jardín. El problema es que Pedro, por mucho empeño que ponga, no consigue evitar la reproducción de los vertidos. Incluso vio a un vecino de lo chalets de enfrente cruzando la carretera cargando con una carretilla para vaciarla en su solar. Le llamó la atención y casi llegan a las manos.

A pocos metros de allí, Rafael Llano cuenta un episodio parecido. Se percató de que un jardinero encargado de limpiar algunas viviendas dejaba los desechos cerca de su casa. Otra agria discusión a costa de un problema recurrente cada principio de verano en la colonia del pantano.

Durante el inicio de la temporada, muchos propietarios preparan sus viviendas para pasar largas temporadas en verano en estas casas y limpian a fondo los jardines.

El problema viene cuando se deshacen de esa basura. Muy pocos utilizan las bateas de FCC para este tipo de residuos y descargan en cualquier claro que ven junto a la cuneta.

En la carretera principal que rodea el lago hay varios contenedores, pero son para orgánicos. Pedro Merino no cree que el problema sólo sea por falta de bateas para las ramas, sino de voluntad. «Si hay un sitio y está lleno, lo normal es que lo dejen al lado, pero el problema es que vienen aquí, que no se debe tirar nada». Rafael Llano comparte su opinión, pero cree que se ahorrarían muchos problemas con un paso más frecuente de los camiones de FCC. Al menos, confía, se evitaría el efecto llamada. «Empiezan tirando hojas secas, que en el fondo no es muy dañino porque es biodegradable, pero después llegan vidrios, basura y hasta colchones».

Otro punto conflictivo se encuentra al final de la carretera de las viviendas. En este caso, explican los vecinos, es un vertedero perenne porque está muy escondido. Nadie ve a nadie.

Según explican algunos vecinos, en el Ayuntamiento les han comunicado que en los próximos días enviarán a un camión de FCC para que se lleve toda la poda. Pero hay quien lo ve sólo como una solución a medias. «A los dos días estará igual. La solución es sancionar más y poner más bateas grandes», pide Rafael.

En el otro extremo del pantano, en la zona de los chiringuitos, el Ayuntamiento también anunció la limpieza y mejora del entorno de las orillas para hacer más cómodo el baño. El autobús urbano de conexión entre el lago y la ciudad se activó el sábado y la idea pasa por abrir en julio el puesto de primeros auxilios con socorristas.

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