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Tres piragüistas del Iuxtanam, ayer por la mañana en el embarcadero roto. :: brígido
Los piragüistas alertan del riesgo que supone el embarcadero para los niños

Los piragüistas alertan del riesgo que supone el embarcadero para los niños

Las crecidas del río y los destrozos por los botellones han levantado algunas tablas de apoyo para las embarcaciones

A. GILGADO

Miércoles, 1 de junio 2016, 09:06

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Aunque las instalaciones del Iuxtanam junto al río están valladas y de acceso restringido, al embarcadero se puede llegar bordeando el perímetro. Y por los restos de vidrios y latas que retiran los fines de semana los deportistas, hay quien ha tomado la costumbre de organizar el botellón junto a la plataforma de madera.

El club emitió ayer un comunicado criticando el mal estado en el que se encuentra esta instalación y pide a Confederación Hidrográfica o al Ayuntamiento que lo reparen.

Julio Moreno, uno de los piragüistas, explica que más de cincuenta niños pasan por allí a diario y alguno se ha caído entre las tablas rotas cuando cargan las embarcaciones. De cara al verano, con la previsión de que aumente el número de chavales en el recinto, reclaman más atención para garantizar la seguridad de los participantes en los programas de entrenamiento.

Francisco Bermejo, otro piragüista veterano, cuenta que el deterioro ha sido progresivo y ahora aconseja a los chicos siempre acercarse con cuidado al agua. El embarcadero hay que revisarlo con frecuencia porque sufre las crecidas y las acometidas del agua, pero este repaso hace tiempo que no se hace, según el club.

En el Iuxtanam creen que debe ser Confederación quien mejore la plataforma y recuerdan además que este mismo espacio lo utiliza casi a diario un equipo de la cuenca moviéndose en una motora. Los técnicos de Confederación vigilan la expansión del camalote instalando barreras o limpiando orillas y muchas veces tienen que entrar o salir del río por este acceso.

No critican el uso que hace Confederación, pero sí el método porque ven como el camalote se acumula sobre las balizas y la vigilancia no se ha intensificado para extraerlo antes de que una crecida lo haga incontrolable. Los piragüistas, junto con los pescadores, son los primeros afectados por la invasión porque pierden zonas de entrenamiento.

Aunque el vandalismo tiene parte de culpa de que el acceso desde el club no sea el más seguro, también apuntan directamente a la falta de mantenimiento de un recinto en el que entrenan tanto deportistas aficionados como competidores de alto nivel.

Hace pocos días se desbrozó el entorno para que pudieran entrar sin problemas los coches al recinto y poder cargar las embarcaciones.

A pesar de algunas mejoras, los monitores del club han recibido varias quejas de otras entidades que colaboran con ellos en la difusión del piragüismo.

El Iuxtanam apremia a una puesta a punto porque no es muy costosa y para que puedan afrontar sin problemas el programa Proades de la Junta de Extremadura, una iniciativa que pretende acercar este deporte a los colegios y los institutos de la comarca.

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