Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Recinto del Anfiteatro Romano de Mérida. :: brígido
Anfiteatro con polémica  y sin pádel

Anfiteatro con polémica y sin pádel

La Junta afirma que el proyecto de la organización cumplía todos los requisitos exigidos por el Consorcio de Mérida

Juan Soriano

Jueves, 26 de marzo 2015, 08:16

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El proyecto elaborado por los organizadores del World Pádel Tour 2015, que estaba previsto que se celebrase en el Anfiteatro Romano de Mérida del 4 al 10 de mayo, cumplía «todas las condiciones impuestas» por la comisión delegada del Consorcio de la Ciudad Monumental. Así lo afirma la Junta de Extremadura, que ayer dio a conocer los pormenores técnicos de la pista y el graderío que se pretendían montar en el recinto emeritense. La prueba no se celebrará por decisión de los promotores, que han renunciado a sus planes ante las críticas por el uso del monumento.

La Junta trató ayer de salir al paso de la última polémica suscitada en torno a este evento, después de que la vicepresidenta y portavoz, Cristina Teniente, afirmara el martes que los informes de los técnicos del Consorcio eran favorables. Por la tarde, un grupo de nueve profesionales del organismo afirmaron que no se ha contado con su parecer ni han emitido ningún informe. El candidato del PSOE a la Alcaldía, Antonio Rodríguez Osuna, echó ayer más leña al fuego al acusar al Ejecutivo autonómico y al Gobierno local de emplear a la entidad para justificar sus propósitos. Osuna preguntó por qué no se ha dado a conocer antes el supuesto informe favorable de la comisión delegada del Consorcio.

Estos cruces de acusaciones son un capítulo más de una polémica sobre un proyecto en el que, como desveló la propia Teniente, se lleva trabajando tres años y que se quería celebrar apenas dos semanas antes de las próximas elecciones autonómicas y locales.

La primera opción para la organización era el Teatro Romano. La idea era montar una pista en la escena que se prolongase sobre la orchestra con un entarimado. El Consorcio se opuso frontalmente a cualquier posibilidad de celebración de la prueba en el monumento. Se planteó entonces el Circo Romano, pero no convenció a los promotores. La vicepresidenta de la Junta dijo el martes que también se barajaron la Plaza de Toros y la zona del Acueducto de los Milagros, pero se descartaron por distintos motivos.

Mejor opción

Finalmente, se escogió como mejor opción el Anfiteatro, situado junto al Teatro Romano. Una vez definida la propuesta, se estudió el pasado 11 de febrero en la comisión ejecutiva del Consorcio a petición del Ayuntamiento de Mérida, principal interesado en el evento junto con la Administración regional.

En esa reunión participó la directora general de Patrimonio de la Junta, Pilar Merino, y un técnico de su consejería, así como representantes del Ministerio de Educación y Cultura y del Ayuntamiento, junto al director científico y el director gerente del Consorcio, entre otros. Se acordó por unanimidad dar un informe favorable condicionado a la presentación definitiva del proyecto y al cumplimiento de las condiciones que se podrían plantear tras evaluarlo, de lo que se encargaría una comisión delegada. A esa reunión también asistió, con voz pero sin voto, la concejala Carmen Yáñez en representación del PSOE. Según afirma, manifestó sus dudas sobre el evento.

La polémica salta el 9 de marzo, casi un mes después, cuando se anuncia la prueba en Madrid. El día siguiente IU denunció que se permita este uso en un monumento romano. PSOE, SIEX, Prex-Crex y UPyD, así como entidades como Adenex y la Federación de Vecinos, también criticaron el proyecto. Se recogieron miles de firmas en contra a través de Internet. La Junta defendió una prueba que, según afirma ahora, esperaba recibir 10.000 visitas y generar un impacto de dos millones de euros; y la consejera de Educación y Cultura, Trinidad Nogales, afirmó en la Asamblea que se habían cumplido los requisitos técnicos. Pero ya era tarde y los organizadores, ante las dudas de los patrocinadores, suspendieron la prueba el pasado viernes.

Tanto los defensores como los detractores del evento hablaban sobre un proyecto que aún no se había presentado. Pero es cierto que la organización había aceptado unas condiciones bastante duras.

Se exigió que las gradas no fueran ancladas ni recostadas sobre el monumento y que sólo ocuparan la arena. La altura máxima, de hasta dos metros y medio, debía respetar la visión para los turistas que visitaran el recinto durante la prueba. Esto reduce el número de espectadores, de los 3.000 habituales a poco más de 1.200. Por cada entrada vendida, un euro sería para el Consorcio. No se permitiría publicidad en el recinto. No se podría fumar, ni beber, ni comer, ni siquiera en la zona VIP. El montaje debía prescindir de maquinaria pesada. También se pedían guiños al pasado romano, e incluso colaborar en la ampliación posterior del graderío, un proyecto que tiene un coste estimado de 180.000 euros. Los requisitos eran tan estrictos que cabía esperar la renuncia de la organización. Pero aceptó, sin duda buscando una promoción impactante para un deporte que cada día gana más adeptos.

Hay voces críticas en el Consorcio, que consideran que se vulneran las normas de uso. Pero la decisión ha sido avalada por los actuales responsables técnicos, que ahora ya no tendrán que evaluar un proyecto que ni siquiera se ha llegado a presentar.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios