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Macron y Putin mantuvieron su primer encuentro hace justo un año en Versalles. Afp
Macron viaja a Rusia para intentar que Putin entre en razón

Macron viaja a Rusia para intentar que Putin entre en razón

Al dossier sirio se une ahora el iraní, después de la decisión de Trump de abandonar el acuerdo nuclear con Teherán

Rafael M. Mañueco

Corresponsal en Moscú

Jueves, 24 de mayo 2018, 08:45

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El presidente francés, Emmanuel Macron, llega hoy a la antigua capital imperial rusa en compañía de su esposa Brigitte para reunirse con su homólogo ruso, Vladímir Putin, y participar en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo. Los dos jefes de Estado mantuvieron su primer encuentro hace justo un año en Versalles y después se vieron también durante la cumbre del G20 de Hamburgo, en julio de 2017.

Han hablado además muchas veces por teléfono, sobre todo de Siria, de la utilización de armas químicas por parte del régimen de Bashar al Assad y de los bombardeos aliados del pasado 14 de abril. Al dossier sirio se une ahora el iraní, después de la decisión del presidente norteamericano, Donald Trump, de abandonar el acuerdo nuclear con Teherán. Esta postura de Washington no es compartida por Rusia, Francia, Alemania, Reino Unido y la mayor parte de los países de la Unión Europea, que abogan por preservar el acuerdo.

Pero hay diferencias de matiz. Mientras Moscú cree que el tratado hay que dejarlo como está, ya que opina que Teherán no aceptará su revisión, París, Berlín y Londres consideran que la única forma de convencer a Trump de que recapacite es ampliando el acuerdo de forma que Israel obtenga total garantía de que Irán no podrá nunca hacerse con el arma atómica. La canciller alamana, Angela Merkel, ya estuvo la semana pasada con Putin en Sochi y su planteamiento fue en esa dirección.

El consejero de política exterior de Putin, Yuri Ushakov, dijo ayer miércoles que en las conversaciones con Macron se tocará, además de Siria e Irán, «la situación en Oriente Próximo en su conjunto y el conflicto en Libia». Ushakov, no obstante, señaló como cuestión fundamental en el diálogo entre Moscú y París «la crisis en el este de Ucrania». Y este aspecto es el que realmente envenena las relaciones entre Rusia y Occidente.

A Macron, igual que a Merkel, les preocupa especialmente porque tanto Francia como Alemania forman parte, junto con Rusia y Ucrania, del «cuarteto de Normandía», grupo creado en junio de 2014 con el objetivo de buscar una salida al enfrentamiento entre Moscú y Kiev. Gracias a las presiones de Alemania y Francia se logró firmar en Minsk, en febrero de 2015, un acuerdo para poner fin a la guerra en las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk y restablecer la integridad territorial de Ucrania.

Pero lo acordado en Minsk no se cumple, el goteo de muertos continúa, Moscú sigue ayudando a los separatistas y Kiev se niega a sentarse a negociar con los cabecillas rebeldes, a quienes considera «terroristas». La solución serían unas elecciones en esas dos provincias del este de ucrania (Donbass), pero Ucrania exige que se celebren según su legislación mientras los separatistas, con el beneplácito del Kremlin, rechazan tal posibilidad.

De ahí que Macron trate de arrancar a Putin alguna concesión en la cuestión ucraniana para hacer avanzar las relaciones en los demás aspectos. Necesita que su anfitrión ruso entre en razón. El ministro galo de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, dijo ayer miércoles en declaraciones a la radio France Inter que, pese a los asuntos problemáticos en las relaciones con Moscú tales como «injerencias», «intimidaciones», complicidad en los ataques químicos en Siria, «Rusia es un gran país con el que tenemos intereses» comunes.

Al mismo tiempo, Macron aseguró en una entrevista concedida a la cadena estadounidense Fox News en la víspera de su viaje a Washington que «nunca deberíamos mostrarnos débiles ante el presidente Putin. Cuando uno es débil, él lo aprovecha». Antes, en declaraciones al semanario francés Le Point, publicadas en agosto del año pasado, el líder galo advirtió que el jefe del Kremlin «no se saldrá con la suya» en su actual política con respecto a Ucrania.

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