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Dilma Rousseff, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca.
EE UU espió el avión presidencial de Rousseff y a sus ministros clave

EE UU espió el avión presidencial de Rousseff y a sus ministros clave

Los ministros de Economía y Exteriores, el presidente del Banco Central, el jefe del gabinete de la presidenta brasileña, así como varios embajadores fueron espiados por la NSA, según documentos de Wikileaks

colpisa / afp

Sábado, 4 de julio 2015, 23:26

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Además de interceptar las conversaciones de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, los servicios secretos estadounidenses (NSA) espiaron a varios de sus ministros y embajadores durante su primer mandato, según documentos obtenidos por Wikileaks y divulgados este sábado por el periódico O Globo.

Ministros de Economía y Exteriores, el presidente del Banco Central, el jefe del gabinete de Rousseff, así como los embajadores en Alemania, Francia, Estados Unidos y Ginebra: todos fueron espiados por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense, según los nuevos documentos presentados por Wikileaks.

"Incluso en sus viajes oficiales, la presidenta Rousseff no está a salvo de ser interceptada, ya que la lista incluye el servicio de telefonía satelital Inmarsat de su jet presidencial", revela el comunicado. "La presidenta considera el episodio superado", afirma en una nota la secretaría de prensa de la Presidencia brasileña tras conocer la nueva información.

En reiteradas ocasiones, Rousseff "escuchó del presidente Barack Obama el compromiso de que no habría más escuchas involucrando al Gobierno y a empresas brasileñas, ya que Estados Unidos respeta a los 'países amigos'", agrega el documento.

Escándalo de espionaje

La lista divulgada por Wikileaks, con unos 29 contactos interceptados, aporta nuevos detalles sobre el escándalo de espionaje que estalló en 2013 y que puso la relación bilateral en un delicado compás de espera. En aquel entonces, al saber que sus conversaciones personales estaban siendo vigiladas, Rousseff pospuso indefinidamente una visita oficial a Estados Unidos, que tardó dos años en volver a la agenda.

Tras arduas negociaciones, y urgida por atraer inversiones en medio de un estancamiento de la economía brasileña, la mandataria volvió a Washington la semana pasada y, junto a su homólogo estadounidense, Barack Obama, dio por superado el escándalo de espionaje. "Yo creo en el presidente Obama. Él me dijo que cuando necesite alguna información sobre Brasil me llamará por teléfono. Tengo la seguridad de que las condiciones son diferentes ahora", dijo Rousseff tras la reunión con su par estadounidense.

"Si la presidenta Rousseff quiere atraer nuevas inversiones estadounidenses a Brasil, ¿cómo puede asegurar a las empresas brasileñas que sus contrapartes norteamericanas no obtendrán ventajas a partir de esta vigilancia, hasta no asegurarse de que el espionaje haya acabado?", afirma el fundador de Wikileaks, Julian Assange, citado en el comunicado difundido el sábado. Las nuevas revelaciones sobre Brasil se suman a otras divulgadas esta semana por Wikileaks, que amplían las sospechas de espionaje estadounidense a los Gobiernos de Francia y Alemania.

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