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Washington se suma a Bruselas y redobla la presión contra Rusia

Washington se suma a Bruselas y redobla la presión contra Rusia

La Casa Blanca ha dicho que las medidas, que afectarán a los sectores de energía, finanzas y armas, son un castigo específico y no "una nueva Guerra Fría"

AGENCIAS

Martes, 29 de julio 2014, 22:51

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El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció una nueva ronda de "importantes" sanciones contra Rusia, enfocadas esta vez en los sectores financiero, energético y de defensa, por su continuada implicación en la desestabilización de Ucrania, aunque descartó que sea "una nueva Guerra Fría".

"No tenía que haber llegado a esto. Es una decisión que Rusia y el presidente Vladímir Putin ha tomado. El camino para una resolución pacífica a esta crisis contempla el reconocimiento de la soberanía, la integridad territorial y la independencia del pueblo de Ucrania", indicó Obama en los jardines de la Casa Blanca.

La declaración del mandatario, que no estaba en su agenda diaria, se produjo poco después de que la Unión Europea (UE), por su parte, anunciase de manera coordinada sanciones contra Rusia. La coordinación de estas sanciones a uno y otro lado del Atlántico, dijo Obama, tienen como objetivo tener "un mayor impacto" sobre la economía rusa.

"Vamos a ampliar nuestras sanciones a más bancos rusos y compañías de defensa y suspenderemos formalmente créditos que favorecen exportaciones a Rusia y la financiación de proyectos de desarrollo en Rusia", resumió el mandatario al enumerar los sectores afectados. Las entidades objeto de las sanciones de Estados Unidos son tres bancos estatales: Hit VTB, Bank of Moscow y Russian Agricultural Bank, para los que queda limitado su acceso a los mercados de capitales en dólares a medio y largo plazo, precisó el Departamento del Tesoro en un comunicado.

Asimismo, bloquea los activos de la compañía United Shipbuilding Corporation, una de las principales empresas de construcción de material militar en Rusia, y prohíbe las exportaciones a Rusia de equipamiento para "la exploración y producción petrolera". Pese al aumento de la presión sobre Rusia, Obama remarcó que el anuncio de estas nuevas sanciones, la tercera ronda, contra Rusia "no es una nueva Guerra Fría", sino un medio para que ese país deje a Ucrania elegir su propio camino.

"Lo de hoy es un recuerdo de que Estados Unidos hace lo que dice", agregó el presidente estadounidense. En este sentido, insistió en que "si Rusia continúa su actual camino, el coste para Rusia continuará creciendo". Las consecuencias sobre la economía rusa se están comenzando a notar, con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) reduciendo a la baja el crecimiento previsto para Rusia en 2014 hasta dejarlo casi nulo.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, sostuvo en un comunicado que "las sanciones han llevado a la economía rusa a un estancamiento a través de un amplio deterioro de los activos financieros rusos".

"Los flujos de capitales ya superan a todos los del año pasado completo" y se han constatado "un significativo incremento en los costes de préstamo para Rusia", añadió Lew.

En los últimos días, Estados Unidos ha divulgado documentos de inteligencia que prueban el apoyo continuado de Rusia a los separatistas prorrusos, entre ellos, el lanzamiento de artillería desde el lado ruso de la frontera a territorio controlado por las autoridades ucranianas.

Precisamente este martes, el portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby, aseguró que Rusia sigue manteniendo una fuerte presencia militar en la frontera con Ucrania de más de 10.000 soldados.

Además de transferir armamento pesado a los separatistas en Ucrania, indicó que Rusia dispone de "batallones de infantería, acorazados y artillería (...) con capacidades muy amplias para cualquier tipo de operación militar".

Las crecientes tensiones entre Rusia, por un lado, y Estados Unidos y sus socios europeos, por el otro, se han incrementado notablemente en las últimas semanas, especialmente tras el derribo de un avión comercial de Malaysia Airlines el pasado 17 de julio sobre el este de Ucrania, en el que perecieron 298 personas.

Estados Unidos ha apuntado a los rebeldes como responsables del lanzamiento del misil que derribó al avión y ha señalado que para ello habrían utilizado tecnología suministrada por Rusia, algo que el país ha negado de manera tajante.

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