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Antonella, con su espectacular vestido de Rosa Clará. :: efe
Antonella 'superhappy'

Antonella 'superhappy'

La novia de Messi podría haber redondeado su imagen, pero su mayor encanto sigue siendo la sonrisa. «Es dulce e introvertida», dice una amiga. También una «madraza»

ARANTZA FURUNDARENA

Sábado, 16 de enero 2016, 10:39

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Ya puede Miss Bum Bum (brasileña de 'kimkardashianas' nalgas) posar con la camiseta de Messi convertida en tanga y tirarle los tejos al crack del Barça vía Twitter, que la pobre no tiene nada que hacer... Porque todo lo que necesita el mejor jugador del mundo lo tiene en casa. Se llama Antonella Roccuzzo y es su amor desde la infancia, su discreta confidente, su compañera de vida, la madre de sus dos hijos y una mujer que lleva la sonrisa y el buen rollo por bandera.

La foto de una risueña y exuberante Antonella estrechando la mano de Cristiano Ronaldo durante la última gala del Balón de Oro, mientras su chico se pellizca una oreja y Neymar los observa con ojos suspicaces bajo su cómico sombrerito, se ha convertido en viral en las redes sociales y ha dado la vuelta al mundo. Y el mundo, cotilla por naturaleza, es ahora una inmensa lupa que escruta la supuesta nueva imagen de la novia de Messi. Que se ha aclarado el cabello es evidente. Pero la pregunta del millón es si esta escultural mujer, vestida para la ocasión con un ajustado y escotado traje largo de pedrería en color plata firmado por Rosa Clará, no habrá reforzado también su delantera igual que se rumorea que ha hecho el Barça con la supuesta incorporación de Nolito. Desmonta esta teoría el hecho de que Rocuzzo siempre haya acumulado muchas curvas en su escaso 1,57 de estatura y que a sus 27 años se encuentre en pleno periodo de lactancia con su segundo bebé, Mateo, de cuatro meses y medio.

Si hubiera que definir a esta argentina con una expresión de moda, esta sería 'superhappy'; una actitud que se le asoma a la boca cada vez que posa ante las cámaras con una sonrisa de media luna llena de blanquísimos dientes. Feliz es el adjetivo más recurrente en su cuenta de Twitter, donde se define a sí misma como «mamádedoshermososgorditos». Los emoticonos con ojos de corazón parecen haber sido inventados para ella, igual que la frase 'te amo', que dedica con fruición a todo el que significa algo en su vida: su pareja, su padre («te amo tanto viejito hermoso»), su madre, sus hermanas, su íntima amiga Daniella Seeman, mujer de Cesc Fábregas... Entusiasta hasta lo naif, Antonella lo mismo se hace un selfi besando a su perro que abrazando a su admirado paisano Ricardo Darín, «¡Un grande!», recalca ella. Y aún le queda tiempo para difundir campañas contra el alcohol al volante (a sus 17 años perdió a su mejor amiga atropellada por un conductor borracho) o contra la violencia de género.

Rocuzzo es así, afectiva, cariñosa y «muy dulce», como la recuerda una compañera del colegio. Pero también «bastante introvertida», igual que el tímido genio con el que convive. De hecho, nunca ha concedido una entrevista ni ha dado muestras de pretender ser más famosa de lo que le corresponde como esposa de la portentosa 'Pulga'. «Podría forrarse anunciando perfumes pero ella no es así, está con Messi porque de verdad lo quiere, no por interés», asegura una amiga de la infancia. «¿Que si se ha sofisticado? -pregunta otra conocida de Barcelona- Yo la veo igual que siempre: encantadora, muy agradecida con todos y una madraza».

Descendiente de emigrantes italianos, 'la negra', como la llamaron siempre en casa por su piel morena, nació en la zona sur de Rosario igual que su novio, pero fue a un colegio bastante más caro que él. Su familia (empezando por la abuela paterna, que regentaba un pequeño ultramarinos de barrio) luchó a brazo partido por salir adelante y para cuando ella nació en 1988 (la mediana de tres hermanas) el supermercado de su padre ya se llamaba Único y tenía varias sucursales. Antonella veraneó con su familia en Brasil y hasta viajó a Cuba, pero al cumplir 15 años, en lugar de celebrarlo en Disney World (Orlando), como su hermana mayor, tuvo que conformarse con comerse un asadito en la quinta familiar porque estaba reciente el atentado de las Torres Gemelas y sus padres no se atrevieron a volar a Estados Unidos.

Cuentan en su barrio natal que Antonella se escribe con una sola ele, que la segunda se la ha puesto la prensa; que es cierto que de niña hacía gimnasia rítmica, pero que nunca estudió Nutrición como se ha publicado sino «Odontología, que dejó a los seis meses, y luego Comunicación Social, que abandonó tras el primer curso para seguir a Messi». Al crack culé lo conoció con seis años. Para él siempre fue «la prima de mi mejor amigo», Lucas Scaglia, también futbolista. Dicen que de niños ya jugaban a ser novios, pero cuando Messi se fue a España, ella, lejos de guardarle ausencias, empezó a salir con otro. Hasta que 'La Pulga' volvió a la carga, la recuperó y le regaló una Blackberry... «Bueno, al menos me la quitó el mejor», se ha consolado siempre con humor el exnovio de Roccuzzo... Y es que robando balones, Messi no tiene rival.

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