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Emma Thompson, junto a la osa polar Aurora. :: reuters
La osada Emma Thompson

La osada Emma Thompson

La actriz planta una osa gigante ante la petrolera Shell para que cese la perforación en el Ártico

JULIA FERNÁNDEZ

Sábado, 5 de septiembre 2015, 10:22

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E mma Thompson siempre ha sido una mujer comprometida con la ecología. Esta semana ha vuelto a demostrar que su apoyo a la causa verde va más allá de una mera pose para hacerse la foto y quedar bien. La actriz acaba de desafiar a la multinacional petrolera Shell con un curioso acto en su sede del distrito de South Bank, en Londres. En compañía de un grupo de 80 activistas de Greenpeace, ha colocado una enorme osa polar, bautizada como Aurora.

«Ruge con nuestras voces», ha explicado la actriz de 56 años, cuyo perfil progresista le ha hecho implicarse en los últimos años en todo tipo de movimientos (a favor de los refugiados de Siria, contrarios a la ampliación del aeropuerto de Heathrow, beligerantes con el fraude fiscal...). Aurora es el símbolo del interés que Thompson tiene por preservar el entorno natural en general y del Ártico en concreto, un objetivo para el que se ha aliado con Greenpeace.

El Ártico se encuentra amenazado por las perforaciones que se están haciendo para extraer petróleo y gas. En sus entrañas duermen el 25% de las reservas mundiales de estos combustibles. Hasta hace unos años no era posible realizar esta labor, pero el deshielo ha facilitado los trabajos. Shell explota en la actualidad una zona remota de Alaska y los ecologistas han pedido que retire las máquinas ante el riesgo de que se produzca un accidente o un vertido de crudo.

«Me parece un acto monumental de egoísmo y de codicia. No podemos seguir extrayendo petróleo de la forma que lo hemos estado haciendo hasta ahora», ha denunciado la protagonista y guionista de 'Sentido y Sensibilidad' (1995), que le valió su segundo Oscar. «Estuve en el Ártico, vi la belleza, vi la vida silvestre y mi corazón se rompe al pensar que Shell está allí en este momento», ha lamentado Thompson ante las fauces de la osa. El animal permanecerá a las puertas de la petrolera hasta finales de mes, cuando está previsto que finalice esta tanda de perforaciones (la compañía tiene un plan que se extiende hasta 2030). Cinco activistas de Greenpeace dormirán a sus pies para evitar que la firma anglo-holandesa retire la figura sin permiso.

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