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George Clooney, con las actrices Raffey Cassidy y Britt Robertson y el director Brad Bird, ayer en Valencia. :: Txema Rodríguez
«Ya no ejerzo de seductor, soy un hombre casado»

«Ya no ejerzo de seductor, soy un hombre casado»

Clooney presenta su película en Valencia y habla de la situación de España: «Debemos decidir si su futuro debe ser diferente»

CARMEN VELASCO

Miércoles, 20 de mayo 2015, 08:42

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George Clooney derrochó ayer buen humor durante la promoción de 'Tomorrowland. El mundo del mañana', película que se preestrenó anoche en Valencia. El galán cumplió con el rol de gran estrella de Hollywood con su sonrisa, los saludos a los fans y las alabanzas a la Ciudad de las Artes, donde se rodó el largometraje en enero de 2014: «Lo pasamos muy bien. Este lugar es extraordinario. Si alguien es soñador, debe venir aquí. ¡Mirad que edificios! Hay mucha esperanza aquí». El director, Brad Bird, reivindicó también el complejo creado por Santiago Calatrava como «un escenario de cine».

A Clooney le dio tiempo a todo. Primero bromeó sobre su edad (54 años): «He pasado de ganar las batallas a recibir golpes incluso de robots», apuntó en alusión a su personaje en esta superproducción de Disney que llegará a las salas españolas el 29 de mayo. Lo de ir de ligón por la vida también es pasado: «Ya no ejerzo de seductor porque soy un hombre casado». El director de 'Los idus de marzo' y 'Buenas noches, buena suerte' cambió el tono para hablar del futuro de España, Italia y Grecia: «Lo han pasado muy mal, han tenido una muy mala época. Son lugares maravillosos y no han perdido el encanto. Debemos decidir si su futuro debe ser distinto», respondió preguntado por el proceso electoral en España, que no sigue muy de cerca. Y lanzó otro mensaje: «Cada persona puede contar y cambiar las cosas. Siempre nos están bombardeando con malas noticias. Yo soy una persona que piensa que mi voz sí cuenta. Todo el mundo tiene voz».

Acompañado por las actrices Britt Robertson y Raffey Cassidy, fue aclamado por una corte de seguidores que se agolpaba en el exterior de l'Hemisfèric. Y no se hizo de rogar. Se dejó hacer selfis, firmó autógrafos, estrechó la mano y lució sonrisa. Se mostró irresistible, cercano, amable... Clooney estuvo a la altura. Todo un profesional.

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