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Carlos Fitz-James, duque de Húescar. :: abc
La guerra de los Alba

La guerra de los Alba

Carlos Fitz-James Stuart quiere echar a su hermana Eugenia del piso donde vive desde hace 15 años. La 'duquesita' no piensa mudarse: «Está destrozada»

D. VIDAL

Lunes, 30 de marzo 2015, 09:44

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Fue morirse Cayetana de Alba y empezar los problemas con el parné. Primero, con el viudo, Alfonso Díaz, a quien los hijos dejaron claro que prácticamente no tenía derecho a nada, salvo a la 'pensión vitalicia' que le puso su mujer. Hizo las maletas y salió del Palacio de Dueñas, lo que terminó de congelar la relación entre el funcionario y los hermanos Martínez de Irujo. Parecía que el reparto de la herencia se podría llevar por los cauces adecuados entre los seis hijos, ateniéndose al testamento de la duquesa de Alba, pero no ha pasado ni un año desde que se murió la matriarca y sus hijos ya se están tirando los trastos a la cabeza a cuenta del dinero.

Carlos Fitz-James, el mayor de los hermanos y futuro nuevo duque de Alba, ya 'echó' a Cayetano del Palacio de Liria, y ahora pretende que su hermana pequeña siga el mismo camino y deje su piso, contiguo al palacio, donde vive desde hace 15 años y al que se mudó para estar más cerca de su madre. Así se lo ha comunicado hace un par de semanas, lo que le ha supuesto a Eugenia un tremendo disgusto. «Está destrozada. No piensa irse. No va a abandonar su casa, donde ha vivido siempre porque era la más unida a su madre», valora el entorno de la 'duquesita'. El piso de la benjamina de los Alba forma parte de uno de los dos edificios contiguos al Palacio de Liria, sede de la Fundación Casa de Alba y que la duquesa cedió en vida a su hijo mayor como máximo responsable de la entidad. La mayoría del inmueble está ocupado por oficinas, pero Eugenia disfruta de un ático de lujo que oscila entre los 200 y los 300 metros cuadrados de superficie, y que ella misma reformó para mejorar la comunicación del piso con el palacio. El duque de Húescar pretende ahora alquilar todas las propiedades que no le rentan, como ese ático. Carlos Fitz-James ya ha echado cuentas y calcula que podrá sacar unos 60.000 euros mensuales, que ayudarán a seguir «pagando hipotecas». Al parecer, Carlos no le habría dado siquiera la opción a comprar o alquilar la casa, lo que ha enconado más el enfrentamiento entre los dos hermanos. Una inmobiliaria ya anuncia uno de los pisos, como oficina, por 3.200 euros al mes, comunidad incluida. Podría ser el de Eugenia. ¿Será tan difícil que unos hermanos se pongan de acuerdo?

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