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En el hotel Aman se aloja Amal Alamuddin. :: A. solaro
Alfombra roja para  la boda de Clooney

Alfombra roja para la boda de Clooney

Las estrellas de Hollywood comienzan a ocupar el hotel Caprini, que lo comparten con los invitados de un magnate del petróleo que también se casa en Venecia

A. CORBILLÓN

Sábado, 27 de septiembre 2014, 11:17

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Venecia vive la efervescencia de sus mejores días, como cuando reúne a las estrellas del cine mundial para asistir a la Mostra. Unas estrellas que han vuelto pero esta vez como secundarios de una 'película real' y de guión aún por escribir que ha reservado todo el protagonismo a George Clooney y su novia, la abogada británica de origen libanés Amal Alamuddin. En la ciudad sumergida hay más rumores que vías de agua. Hasta hay quien duda de que realmente el soltero de oro de la progresía mundial se vaya a casar en esta ciudad. Mientras los canales bullen de glamour, los paparazzi todavía gastan sus mejores contactos en averiguar si no será todo un montaje y la pareja ya contrajo matrimonio en la casa del novio en Laglio (lago de Como), sumándose a la nueva moda de la boda sorpresa que han creado Brad Pitt y Angelina Jolie. En todo caso, la agenda oculta del bodorrio del año confirma que los fastos comenzaron anoche y durarán cuatro días, ya que el matrimonio oficial, de carácter civil, será el lunes en el Ayuntamiento veneciano, donde les unirá el exalcalde de Roma, Walter Veltroni. Cuatro días parecen muchos, pero se quedan lejos de los siete que reclama la ortodoxia drusa, religión de la novia.

Tan obsesionado está Clooney con la (imposible) confidencialidad de su enlace, que el primer contratiempo resulta absurdo. Se despistó en la reserva completa del lujoso hotel Cipriani, su casa siempre que visita la ciudad de los leones, y sus invitados tendrán que compartirlo con el potentado italiano Mario Marchiaro, dueño de la multinacional petrolera Accenture, que también se casa. Los amigos del actor, entre los que se espera a Cate Blanchett, el cantante Bono, Sandra Bullock o Brad Pitt, entre otros, tendrán que compartir las alfombras del Cipriani con varias figuras del mundo de las finanzas e incluso algún jeque de los Emiratos Árabes.

De momento, el Gran Canal se convirtió en la tarde de ayer en una pasarela acuática. Una motora-taxi de nombre 'Amore' recogió a Clooney y a su novia para llevarles hasta la isla de la Guidecca, donde se ubica el Cipriani. En el barquito les acompañaban la cantante Cindy Crawford y su marido, Rande Gerber, que será el padrino del novio. El también actor Matt Damon fue de los primeros en arribar a la ciudad.

La pareja se dejó ver y fotografiar relajada y vestida de forma 'casual'. Anoche celebraron sus respectivas despedidas de soltero. Él en su hotel, preparando sus míticos cócteles de tequila 'Casamigos'. Ella junto a su hermana Tala (que será la madrina) y sus amigas en el Aman Hotel, un hotel de siete estrellas sobre el Gran Canal.

De la boda en sí trascienden rumores y desmetidos a cuentagotas. Andrea Bocelli ha negado que vaya a cantar, tal y como se había publicado. Lo seguro es que Amal vestirá un traje de Sarah Burton (casa Alexander McQueen), la diseñadora de Kate Middleton.

No solo el Ayuntamiento estará blindado entre las doce y las dos de la tarde del lunes. Clooney ha hecho firmar acuerdos de exclusividad a sus 90 invitados, así como a todo el personal de servicio, para que no difundan imágenes. Habrá cuatro guardaespaldas por cada uno para 'recordárselo'. La multa alcanzaría los cinco millones de dólares. Todo para no perder la exclusiva pactada con una revista americana. Eso sí, el dinero irá a la Fundación Clooney.

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