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Tristán Ulloa con Carolina Román, su pareja. :: r.c.
«Hay tantos parias que podrían ser un Estado»

«Hay tantos parias que podrían ser un Estado»

ISABEL IBÁÑEZ

Miércoles, 20 de agosto 2014, 09:22

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Sigue de gira como director con la obra 'En construcción': una pareja de inmigrantes argentinos en España que se plantea el retorno. Sus abuelos se exiliaron en Francia y usted regresó de niño. ¿Cómo le afectó?

- Nací allí, aunque volví con 4 años. El sentimiento de desarraigo es muy reconocible, el dejar atrás a los tuyos es algo que reconoces muy bien, te lo esté contando un argentino o un subsahariano. Descoloca mucho, es traumático, aunque resulte enriquecedor conocer otra cultura. De pequeño viví entre Francia y España, allí me decían 'el español' y aquí 'el francés'. Y bueno, ¡qué cojones!, lo asumes, no es algo con lo que no puedas vivir. Cuando volvieron mis abuelos tras 40 años, llegaron a un sitio que no conocían. En el exilio, uno reivindica su país, saca pecho, España es mejor, pero ya aquí mi abuelo decía: «En Francia, esto no pasa».

-¿Fue por su historia familiar por lo que se volcó con esta historia de emigrantes?

- Carolina Román, la protagonista, mi pareja, es argentina. Daba clases de tango con el otro actor, Nelson Dante, y en el sitio donde las impartían decidimos hacer un pequeño teatro. Nos salió una minipieza sobre una pareja que huye del 'corralito'. Y la cosa creció en duración, hubo nominación a los Max y ahí seguimos. Ahora preparamos otra obra, argentinos de origen español en Buenos Aires. Mixtura de culturas y razas que genera individuos desubicados, pero hay tantos parias ya que podrían formar un Estado.

- ¿Baila bien el tango?

- Me gusta, pero no soy muy listo con el tema. Fui a clases, pero tuve que aparcarlo, y si no tienes cierta continuidad se te olvida.

- Vivió la Movida viguesa. ¿Fueron buenos años?

- Una etapa convulsa socialmente, reconversión industrial, protestas en las calles, lo que se contaba en 'Los lunes al sol'. Todo eclosionó culturalmente y dio lugar a bandas como Siniestro Total, Golpes Bajos, Os Resentidos... Fue una época loca, me pilló de los 12 a los 19 años, luego fui a Madrid. Tengo como amigos a cantantes como Julián Hernández, Antón Reixa... Soy un músico frustrado; toco un poco la guitarra; estuve en el conservatorio pero lo dejé. Me gusta cantar, voy a clases de canto.

- ¿Por qué le llamaron Tristán? Ahora queda artístico, pero de niño sería delicado.

- Fue por mi padre, que pertenecía a un club de poesía que se llamaba Tristan Tzara, como el poeta. En el cole te decían lo de Leoncio y Tristán, que molestaba mucho, pero luego dices ¡qué absurdo!

- Parece el eterno joven. Con 44 años, ¿eso es una suerte?

- Siempre he estado satisfecho con mi momento. Tengo 44 y los represento. Nunca me han dicho: «No te llamamos para trabajar porque pareces más joven». Estoy trabajando, aunque no todo lo que me gustaría; cumples los 40 y parece que ya no interesan las historias para mayores.

Compromiso social

- Hizo unos reportajes con Amnistía Internacional sobre la falta de derechos humanos. Apuesta por el compromiso social.

- Me lo propusieron y me pareció bien, yo era miembro de AI. Siempre he pensado que he tenido suerte en la vida. Y la sigo teniendo pese a que las cosas no vayan tan bien, así que ¿por qué no repartir esa suerte? Soy agnóstico, pero creo que el mundo puede ser mejor. También estoy con CEAR, la Comisión de Ayuda al Refugiado. Tengo allí grandes amigos y estoy bastante implicado. Ultimamente peleamos por el tema de las concertinas, tan inhumano... Ver cómo el Gobierno mira para otro lado te hace sentir vergüenza de quienes llevan el país.

- Se ha posicionado contra la reforma del aborto. ¿Faltan más famosos expresando sus posturas sobre la actualidad?

- Cada uno tiene que actuar según su conciencia. Pero es una pena que pocas figuras del deporte, excepto Nadal o Gassol, se mojen y digan lo que piensan, sea lo que sea. Pero habrá miedo de perder ciertos privilegios... El pueblo lo agradecería porque son becerros de oro a los que adoramos y que no se pronuncian. Y es pornográfico lo que está pasando.

- ¿Daría la cara por un partido?

- Igual soy gafe, pero el tipo de políticas en las que creo no se dan en este país. Yo voto a Equo. Cuando voy a votar al barrio les digo: «Si veis una papeleta distinta a las demás es la mía». El primer mundo está en los países nórdicos: energías sostenibles, políticas medioambientales, muchos impuestos pero servicios públicos y contraprestaciones, respeto al entorno... Porque parece una cosa de hippies, pero el entorno es donde vivimos. Sí, daría la cara por Equo.

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