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Rafael de Tena, fundador del Teléfono de la Esperanza en Marruecos. :: josé vicente arnelas
Un voluntario pacense funda el primer Teléfono de la Esperanza de Marruecos

Un voluntario pacense funda el primer Teléfono de la Esperanza de Marruecos

Rafael de Tena es un profesor que ha pasado 12 años dando clase en un colegio español en Tetuán y ha querido dejar huella en el país árabe

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Domingo, 7 de enero 2018

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La esperanza en Marruecos tiene acento extremeño, en concreto, acento de Retamal de Llerena, el pueblo natal de Rafael de Tena Abril, un maestro afincado en Badajoz que está a punto de jubilarse, pero que antes ha querido dejar su huella en este país árabe en el que ha dado clases durante 12 años. Ha sido el fundador del primer Teléfono de la Esperanza de Tetuán, el único que existe en un país con un alto grado de suicidios.

El proyecto se puso en marcha hace tres años. El pacense comenzó dando cursos sobre salud emocional y posteriormente formó a ciudadanos marroquíes para ser agentes de atención en crisis, es decir, para que puedan asistir el teléfono. Son todos bilingües, por lo que no solo pueden ayudar a los vecinos de la zona de Tetuán, donde el castellano está muy extendido, sino a cualquier árabe que llame. El teléfono acaba de comenzar a funcionar y el objetivo es que se vaya extendiendo desde su ciudad de origen a otras localidades del país. Además cuentan con un número para poder llamar desde España sin coste adicional y que les atiendan en árabe.

CÓMO CONTACTAR

  • Desde España El Teléfono de la Esperanza de Tetuán cuenta con un número a través de Internet que se puede marcar desde cualquier teléfono fijo o móvil de España sin que la llamada sea más cara. Se trata del 910285554. El objetivo es que los árabes que residen aquí puedan llamar y hablar en su lengua natal, lo que facilita la comunicación.

  • Web cuenta con una web con toda la información en 'www.hatilfalamar.org' y en Facebook.

  • Crowdfunding el proyecto recoge fondos a través de la plataforma 'Gofundme'.

Un colegio español

«Pensé que sería difícil porque están menos acostumbrados a hablar de su intimidad, pero lo han aceptado»«El integrismo crece y esto es una forma de hacerle frente. Demuestra que podemos hacer algo unidos»

Detrás de todo está «solo un maestrillo de Badajoz», como dice el fundador de la iniciativa. En 1995 Rafael de Tena decidió lanzarse a la aventura. Era maestro en Badajoz y le ofrecieron la posibilidad de dar clase en un colegio español en Tetuán. Allí se trasladó. Luego regresó a la capital pacense a trabajar en el colegio Santa Engracia, junto a Los Colorines, y hace seis años se mudó de nuevo a Marruecos. Debía jubilarse hace tiempo, pero ha continuado para poder terminar el proyecto del Teléfono de la Esperanza.

La idea surgió dentro del colegio donde da clase. Según explica De Tena, la mayor parte de los escolares son marroquíes, hijos de ciudadanos de ese país que quieren que reciban una educación española. Hay mucho interés porque esta zona fue la capital del protectorado español en Marruecos.

«En el país hay competencia entre los colegios franceses, ingleses o españoles para lograr alumnos porque en el futuro se trata de tener influencia en ese país. Estos niños vendrán a la universidad a España y luego volverán a su país y pueden ser políticos o empresarios que están ligados a España. Por eso los colegios son privados, los padres pagan, pero el propietario es el Estado español, que está interesados en tener presencia allí», detalla.

Dentro de este ámbito, el docente pacense decidió ofrecer un taller de padres en la escuela, una iniciativa muy habitual en los centros escolares extremeños. Además de su experiencia como maestro, Rafael contaba con su trayectoria en el Teléfono de la Esperanza de Badajoz, donde había impartido distintos cursos sobre formación o emociones durante 20 años.

El taller de padres fue un éxito y los alumnos le pidieron que ampliase la iniciativa. «Me dijeron que también querían formarse como personas». A Rafael le sacudió una idea. Necesitaban un Teléfono de la Esperanza, entre otros motivos, porque en la sociedad árabe no hay mucha comunicación y aún menos sobre temas como los sentimientos. «Pensé que iba a ser difícil porque en Marruecos están menos acostumbrados que en España a hablar de su intimidad, pero lo han aceptado estupendamente».

«Yo creo que todo el mundo tenemos obligación de dejar este mundo un poco mejor», dice De Tena, que decidió ponerse manos a la obra, entre otros motivos porque en Marruecos hay un alto índice de suicidios. Una de las principales labores de los teléfonos de este tipo es prevenir estas muertes. Los voluntarios atienden las llamadas de cualquiera que tenga problemas y ha habido muchos casos en los que han salvado vidas.

De Tena destaca, además, que en Marruecos se hace una labor mayor, ya que une dos culturas. «Hemos demostrado, en medio de tantos conflictos, que católicos y musulmanes podemos trabajar juntos en un proyecto común». Este pacense también reconoce que el integrismo está creciendo porque cada vez se instalan más mezquitas con fondos de países árabes donde se extiende esta práctica. «Esto también sirve para hacerle frente». En Tetuán comenzaron a impartir los cursos sobre salud emocional en un local que les cedió el arzobispo de esa localidad. Se ubicaron en la iglesia Nuestra Señora de las Victorias. El problema es que en la ciudad hay población católica y también musulmana y al estar en la parroquia temían alejar a parte de los vecinos. Finalmente Rafael de Tena contactó con el Consulado Español y logró su apoyo. Les cedieron un local en un antiguo hospital, que es donde están en la actualidad. El programa lo llevan, junto con Rafael, otra española, Emilia Rubio y una docena de voluntarios del país. En estos años han formado, solo en los cursos de Tetuán, a más de 430 personas. También han realizado actividades en Tánger y su objetivo es extenderse a esta ciudad en el futuro, ya que es mucho más grande. Tetuán cuenta con 380.000 habitantes mientras que Tánger roza el millón de vecinos.

Desde estas localidades su objetivo es irse extendiendo por el resto del país. Rafael de Tena, por el momento, ha puesto el proyecto en marcha, pero en verano volverá a vivir a Badajoz, ya como jubilado, y lo dejará en manos de los voluntarios marroquíes.

En estos años el apoyo extremeño no solo ha llegado por parte de Rafael. Teófilo Martín, que durante muchos años estuvo al frente del Teléfono de la Esperanza de Badajoz, acude regularmente para impartir formación. Los cursos de risoterapia, básicos dentro del programa, también cuentan con una voz de la región. Los imparte Virtudes Carrasco, conocida por ser presidenta de la Asociación para la Donación de la Médula Ósea de Extremadura (ADMO). Gracias a su labor en esta agrupación recogió la Medalla de Extremadura para ADMO y al menos dos veces al año se escapa a Marruecos para enseñar el valor de las risa. Además el teléfono marroquí está asociado con Voades de Badajoz (Voces amigas de esperanza).

Migas, pero sin chorizo

Además de los voluntarios, las migas también han dejado huella en Tetuán. Rafael de Tena comenzó a prepararlas en las convivencia y ahora se las piden. Las prepara sin chorizo, eso sí, ya que no se come cerdo en los países árabes.

La última ayuda pacense para este proyecto ha llegado de manos de la Diputación Provincial de Badajoz que les ha concedido una subvención de 5.200 euros. Es con este dinero con el que por fin han podido poner en marcha el teléfono de atención en crisis. Además, no solo atienden a cualquier persona dentro del territorio marroquí sino que cuentan con un teléfono para llamar desde España. «Es importante. Para hablar de sentimientos es más fácil en tu lengua natal y así les atienden en árabe», explica su promotor.

En estas vacaciones de Navidad, De Tena ha visitado Badajoz y se ha reunido con la diputada provincial Cristina Núñez para agradecerle el apoyo de la Diputación. También se ha reunido con el imán de Badajoz, Adel Najjar, para pedirle que difunda el teléfono entre la comunidad árabe.

El apoyo económico de la Diputación ha sido fundamental, pero de cara al futuro este teléfono necesita más aportaciones, ya que solo cuenta con las cuotas de sus socios. Rafael de Tena espera lograr nuevas subvenciones, pero también han puesto en marcha una campaña de crousfunding para recibir aportaciones privadas. Está en la plataforma 'Gofundme' bajo el nombre 'Hatif Al Amal' que significa Teléfono de la Esperanza en árabe. Entre otras necesidades, los promotores necesitan fondos para traducir del español los libros y textos que sirven para formar a los voluntarios.

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