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Dehesa situada en el entorno de Aldea del Cano. :: E.R.
Mi suegra votaría sí

Mi suegra votaría sí

El 'procés' de Aldea del Cano sí tendrá referéndum legal

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Lunes, 9 de octubre 2017, 07:51

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Mi suegra vivió unos años en Cataluña. De hecho, uno de mis cuñados es catalán y mi mujer, que estudió allí hasta sexto de Bachillerato, habla esa lengua con un acento que parece de Mollerussa, el pueblo leridano donde mi suegro era jefe de silo del Servicio Nacional de Productos Agrarios (Senpa). Eso sí, mi suegro no se casaba con nadie y cuando llegaban los payeses con su trigo, o le hablaban en castellano o no los atendía. Y pasaba como con Caixabank y el Sabadell, que la pela es la pela y el trigo es el trigo, así que le hablaban en castellano.

Mi suegra y su familia se vinieron de Cataluña a Brozas en cuanto mi suegro pudo pedir el traslado a un silo extremeño y ya ven, se quedaron sin 'procés' y sin referéndum. Bueno, eso pensábamos en casa con ironía hasta que Mariano Rajoy, en solemne Consejo de Ministros, ha declarado legal y, por tanto, autorizado, un referéndum, pero no para votar ninguna independencia, sino para votar una romería.

Como resulta que ese referéndum se celebrará en Aldea del Cano y mi suegra es nacida y criada en ese pueblo cacereño, pues ya ven, al final podría votar en su pueblo lo que no hubiera podido hacer legalmente en Cataluña. Se mire por donde se mire, la situación es tan divertida y paradójica que el día del referéndum aldeano me imagino el pueblo de mi mamá política lleno hasta la bandera de medios de comunicación retransmitiendo en directo una jornada electoral festiva y curiosa, aunque no por ello exenta de polémica.

El peliagudo 'procés' de Aldea del Cano no persigue ninguna independencia, sino que pretende decidir si la romería de la Virgen de Fátima se celebra el segundo sábado o el segundo domingo del mes de mayo. Es una multitudinaria romería que tiene lugar en la dehesa boyal o comunal del pueblo, donde los abuelos de mi suegra tenían una piara de cerdos al igual que otros convecinos pastoreaban un rebaño de ovejas o algunas vacas. El día de la romería, el pueblo se traslada a la dehesa y allí, bajo las encinas, comen y disfrutan de una bonita jornada festiva de primavera.

La tradición manda que esa romería se celebre el segundo domingo de mayo, pero ha surgido un movimiento en Aldea que persigue que la romería se traslade al sábado para que puedan acudir los vecinos que han emigrado a Madrid, Sevilla, Euskadi, Cataluña, etcétera, que así podrían viajar el viernes por la tarde, pasarlo bien en la romería, sin miedo a controles de alcoholemia ni a viajes largos, regresando tranquilamente a sus hogares el domingo.

Cuando le he comentado el caso a mi suegra, se ha asustado pues le pasa como a tanta gente, que escucha la palabra referéndum y hace la señal de la cruz: Vade Retro Puigdemont. Se lo he explicado, pero le ha costado entender que no era cosa del Gobierno ni de la Generalitat, sino del Govern de su propio pueblo, o sea, de Miguel Salazar, el alcalde de Aldea del Cano, que ha visto en la votación la solución a un problema enquistado que dividía a los ciudadanos.

Le he preguntado a mi suegra por el sentido de su voto y se ha mojado, no como Piqué. Está a favor del sí al sábado. Solo hay un problema, como reside frente a mí, puerta por puerta, no puede votar pues solo están habilitados para ello los empadronados en Aldea del Cano. Yo la estoy picando con el grito de 'Votarem' y le digo que debería irse a vivir a Aldea del Cano y así podría ejercer su derecho a decidir. Pero no traga. Me dice que soy un rufián y que seguro que me he inventado todo esto del referéndum para perderla de vista. Y no es verdad, solo quiero que se autodetermine.

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