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Domingo, 21 de enero 2018, 08:53
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El 5 de febrero del año 2007, Guillermo Fernández Vara, consejero de Sanidad de la Junta de Extremadura, colocó la primera piedra de las obras de ampliación del hospital Virgen del Puerto de Plasencia. Ese día se anunció una inversión de catorce millones de euros y que los trabajos durarían 36 meses. Han pasado 131 meses -casi once años, tres legislaturas con dos presidentes distintos-, y los pacientes y profesionales del área de salud siguen esperando a que se hagan realidad dos de las principales novedades que planteaba aquel proyecto. Ni los dos quirófanos de CMA (Cirugía Mayor Ambulatoria) ni el de cirugía menor ni los dos de la nueva UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) funcionan.
En el caso de los primeros, ahí están, esperando. Terminados desde 2013 pero sin uso. El equipamiento, con sus lámparas y sus pantallas, ocupa una parte de la foto que da fe de la visita que el 23 de octubre de ese año hizo Luis Alfonso Hernández Carrón, consejero de Sanidad. Esa mañana, él anunció el inminente reinicio de las obras, que por entonces ya llevaban varios meses paradas. El consejero explicó que había habido problemas con la UTE (Unión Temporal de Empresas) que estaba ejecutando los trabajos, pero que esas incidencias se estaban resolviendo y solo faltaba aprobar un proyecto de modificación de obra. «Es algo que se va a firmar en breve y vamos a poder recomenzar la obra en muy poco tiempo», dijo aquel día. Cuatro años y tres meses después, los quirófanos están igual que entonces. Es decir, a efectos prácticos no están.
Ni Hernández Carrón durante la etapa de gobierno del PP ni sus antecesores y sucesores del PSOE han sido capaces de encarrilar el proyecto de manera que el centro sanitario, referencia en un área de salud de 125.000 habitantes, tenga los medios que se le comprometieron.
Ese modificado de obra que en octubre de 2013 estaba a punto de firmarse es al que se refiere también ahora, más de cuatro años después, el actual gobierno regional. «No ha llegado a ser aprobado -argumenta el Servicio Extremeño de Salud- porque durante el año 2017, la Abogacía General de la Junta nos comunicó que ese no era el procedimiento adecuado». En resumen, más de cuatro años después de redactarse el modificado de obra, la administración concluye que lo que procede no es eso sino otro tipo de trámite, denominado revisión de oficio. Este último se inició el año pasado, e incluyó otro paso burocrático necesario para poder liquidar la obra: saber cuánto cuesta lo que resta por hacer. Desde la secretaría general y la dirección general de Asistencia Sanitaria del SES aseguran que los datos económicos finales están pedidos a la dirección facultativa, y que la previsión es tenerlos antes de que acabe este mes.
¿Pero cómo se ha llegado a esta situación de dos quirófanos terminados hace más de cinco años y sin uso? Todo empezó, explica el SES, en mayo del año 2013, cuando se decidió suspender las obras de ampliación del hospital, que por entonces ya debían de llevar tres años terminadas si se hubieran cumplido los plazos iniciales. Se paralizó porque se advirtieron una serie de defectos que debían ser subsanados antes de recepcionar las obras, explica el SES. Para arreglar lo que estaba mal, continúa, se redactó el modificado que el año pasado se sustituyó por la citada revisión de oficio.
El argumento de los defectos es el que la administración esgrime para justificar que los dos nuevos quirófanos de CMA estén cerrados. «Están terminados -admite la Junta- pero no operativos por defectos que hay que reparar». ¿Maneja la administración algún plazo para poder empezar a utilizar esas nuevas salas de operaciones de CMA y de UCI? La respuesta oficial no concreta una fecha. «El gobierno de la región -contesta el SES- ha propuesto que se incluya en los presupuestos generales de la comunidad para 2018 una partida para la finalización del hospital Virgen del Puerto». «Una vez aprobadas las cuentas autonómicas -añade-, se podrán prever plazos de ejecución de las obras y puesta en marcha de los servicios». Los presupuestos regionales no incluyen ninguna partida concreta para terminar de ampliar el hospital de Plasencia, aunque sí otras más genéricas para mejorar la sanidad regional, de las que podría cogerse el dinero para el Virgen del Puerto. El SES afirma que su compromiso es acabar la obra este año y que lo cumplirá.
El retraso en la puesta en marcha de los quirófanos de CMA y de la nueva UCI plantea la posibilidad de que una vez que abran estén ya anticuados, al tratarse de una obra que comenzó en el año 2007, y que se diseñó antes aún. A la posibilidad de que se inaugure un equipamiento obsoleto, la administración responde que una vez se liquide la obra, «se revisará el plan funcional y se redactará un proyecto de terminación que recogerá todas las obras pendientes de realizar, y se adecuarán los servicios a las necesidades asistenciales actuales». «Con su puesta en funcionamiento -adelanta la administración-, los quirófanos de CMA potenciarán la capacidad de resolución y mejorarán notablemente las cifras de actividad y las listas de espera quirúrgica».
Cuando se presentó en público el proyecto de ampliación, hace once años, las autoridades anunciaron que las nuevas instalaciones permitirían aumentar entre un treinta y cuarenta por ciento la actividad quirúrgica del hospital, que a día de hoy tiene los mismos cinco quirófanos que cuando abrió en junio de 1975, más uno de reducidas dimensiones dedicado a operaciones de urgencia.
Pese a que las cinco nuevas salas no han llegado a abrir, el SES mantiene que el plan de eficiencia quirúrgica puesto en marcha a principios del año 2016 ha permitido aumentar sustancialmente el número de operaciones realizadas en el Virgen del Puerto. En el año 2015, detalla, fueron 5.523, en 2016 se alcanzaron las 6.334 (o sea, un quince por ciento más), y el pasado ejercicio, 7.059 (un doce por ciento de subida respecto al ejercicio anterior).
Este incremento de la actividad que reseña el SES no ha evitado, sin embargo, que el área de salud de Plasencia sea la peor de Extremadura en este capítulo. Y con diferencia. Los pacientes tienen que esperar una media de 241 días para que les operen, frente a los 146 de ratio regional, según los datos del propio SES a fecha 31 de diciembre de 2017. Es una cifra récord. Hace un año eran 163. En Mérida, que tiene la menor lista de espera quirúrgica, son 43 días de media. O sea, alguien que pertenezca al área de salud placentina tiene que aguardar de media casi seis veces más que quien reside en la capital autonómica y su entorno. La realidad actual es aún más cruda si se compara con la de hace una década, cuando se planificaron los nuevos quirófanos. En el año 2008, el tiempo medio de espera para operarse en Plasencia eran 76 días, diez más que la tasa regional, según el balance anual 2008 del Defensor de los Usuarios del Sistema Público Sanitario de Extremadura.
Con esas cifras sobre la mesa, mucho mejores que las actuales, se diseñó la ampliación del hospital Virgen del Puerto, que comenzó hace once años. Desde entonces hasta hoy, ha dado tiempo a que pasen por la Junta cinco consejeros de Sanidad (María Jesús Mejuto, Francisco Javier Fernández Perianes, Jerónima Sayagués, Luis Alfonso Hernández Carrón y el actual, José María Vergeles, en cuatro años de gobierno popular y siete socialista). Ninguno ha sido capaz de solucionar el problema del hospital de Plasencia y sus quirófanos interminables.
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