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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?

Plan integral de cáncer de Extremadura o cómo empezar la casa por el tejado

Emilio Salguero Chaves

Domingo, 24 de septiembre 2017

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EL Plan (El tejado). Los medios de comunicación recogen estos días la puesta en marcha de este plan, que tiene como objetivo «…reducir la incidencia y la morbimortalidad atribuible a esta enfermedad en Extremadura, así como mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias», según podemos leer en la web de la Junta .

Los orígenes del cáncer. De otra web, la de la Organización Mundial de la Salud tomamos algo que sabemos sobre el cáncer desde hace décadas: «El tabaquismo es el factor de riesgo que por sí solo provoca un mayor número de casos y a nivel mundial causa aproximadamente un 22% de las muertes por cáncer» .

Los datos. Nuestra comunidad autónoma está a la cabeza en proporción de fumadores entre la población adulta, y Extremadura es la comunidad autónoma donde menos ha disminuido el consumo de tabaco en el periodo 2009-2014, según la última Encuesta Europea de Salud, que puede considerarse la última estimación válida sobre ello en la población española. El tabaquismo, que mata a más de la mitad de las personas que no dejan de fumar, se estima que acaba con la vida de cinco extremeños cada día, habitualmente tras un importante sufrimiento del paciente y de su familia.

Los sinsentidos. Lo más triste y decepcionante, a juicio de muchos profesionales sanitarios, es que en Extremadura no se haya desarrollado aún ninguna estrategia o programa, con la adecuada provisión de recursos (que serían mucho menores que para otros planes que sí se han ejecutado), con el objetivo de disminuir el número de fumadores, creando una red de ayuda para ellos que llegue hasta el último rincón de nuestra tierra. Para reducir el sufrimiento, los años de vida perdidos y el enorme gasto socio-sanitario que el tabaquismo supone para nuestros conciudadanos y para nuestra economía. Lo que llaman en otras CC. AA. «Plan de Tabaquismo». En los últimos años hubo declaraciones, documentos, etc., como el Plan Integral de Drogodependencias y otras Conductas Adictivas 2008-12, que contemplaba el Plan de Prevención, Tratamiento y Control del Tabaquismo, que nunca se puso en marcha.

En este punto, reto al lector a responder a lo que sigue: Si usted fuma y –por ejemplo– es también diabético, hipertenso y/o tiene artrosis de cadera, ¿en cuáles de estas enfermedades encuentra más recursos para el tratamiento? ¿En cuáles la enfermera y el médico le ofrecen citas para revisiones y controles? ¿En cuáles le financian los fármacos que precisa, le derivan al hospital si tienen dudas diagnósticas o para recibir terapias no aplicables en atención primaria? Pues debe saber, si es hipertenso, diabético o tiene artrosis, que debe esperar muchos más problemas –y más graves– para su salud y su calidad de vida por el hecho de fumar que por cualquiera de esas otras enfermedades, incluso por la suma de todas ellas.

La esperanza. En este intento de mover las justas voluntades de nuestros gobernantes, hemos de dejar constancia de algo conocido hace muchos años, algo que los que trabajamos con fumadores no hacemos sino confirmar cada día: el tabaquismo puede curarse en una elevada proporción. A nivel global (mundial), la intervención profesional (basada en apoyo, modificaciones conductuales y fármacos específicos cuando son necesarios) logra el éxito (es decir, ningún consumo de tabaco un año después de la intervención) en un 25-30% de los fumadores tratados. Pero, favorecido por el contexto social actual, más sensibilizado hacia el problema, somos muchos los que recogemos más del 40% de éxitos en las consultas de tabaquismo. ¡Si pudiésemos curar al 30-40% de los diabéticos, hipertensos o enfermos con artrosis! ¡Si pudiéramos hacerlo con 4-6 visitas de 15-20 minutos, sin pruebas diagnósticas invasivas y caras, sin derivaciones al hospital, con un gasto sanitario próximo a cero, como hacemos con el tabaquismo!

Los cimientos. Formar, motivar, implicar, incluso incentivar a todos los profesionales del primer nivel asistencial, para que ofrezcan ayuda a los fumadores que atiendan, apoyados por los especialistas en adicciones de los CEDEX y las consultas hospitalarias de tabaquismo, crear en los hospitales extremeños (como en los mejores hospitales de EE. UU. y Europa, algunos españoles) la figura del «Enfermero del tabaco», que trate a los fumadores que ingresan por ictus, infarto de miocardio, reagudización de su bronquitis crónica… Cuando se encuentran en un estado de motivación máxima y en un entorno donde no pueden fumar, cuando las probabilidades de deshabituación son más altas. Estos son los cimientos, llevar a cabo planes que las evidencias científicas y la experiencia de otros países y otras CC. AA. han demostrado reducir el número de fumadores, lo que a su vez hace que muchos menos seres humanos necesiten quimioterapia, radioterapia, cirugía –casi siempre paliativa– porque entonces será lo único que podemos ofrecerles.

Nuestras casas necesitan tejados, y es importante tener una buena cubierta. Pero aún más lo es poner buenos cimientos a la vivienda. Si no se hace así, los movimientos naturales de la edificación dañarán a todo el edificio, incluida la cubierta, que necesitará más trabajo y gasto para mantenerla.

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(*) Responsable del Grupo de Abordaje al Tabaquismo (GAT) de la Sociedad Extremeña de Medicina Familiar y Comunitaria (SemfycEx) y miembro del grupo de trabajo nacional homónimo (GAT) de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFYC). Delegado para Extremadura del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT).

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