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Sábado, 3 de febrero 2018, 09:17
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La flecha nunca cayó en el pebetero. La icónica imagen del encendido de Barcelona 92 dio la vuelta al mundo, pero todo fue un montaje.
Algunos años después, cuando se desveló que aquella caldera ardiendo costó tres meses de trabajo a Reyes Abades, el ideólogo del invento rehuía las explicaciones. No le gustaba que se rompiera la magia.
Se enganchó a esa magia cuando era un niño que pagaba una perra gorda por ver las películas en el cine en Castilblanco -nació el 25 de julio de 1949 en este pueblo de La Siberia-. Le llamaba la atención que los actores que morían en la película salieran en otra distinta a la semana siguiente. «¿Cómo lo harán?», se preguntaba.
De aquella pregunta salió su vocación. Aprendió a matar, resucitar, explotar o derrumbar como pocos lo hacían en el cine. Los que han trabajado con él hablan de alguien muy perfeccionista. Solía decir que era más fácil incendiar un castillo que romper un tacón de un zapato.
Participó en más de 300 producciones cinematográficas dentro y fuera de España. Cuarenta veces candidato a los Premios Goya, esta noche puede llevarse el décimo. Tenía comprometidas varias entrevistas ayer por las nominaciones en 'Oro' y 'Zona hostil'.
No extraña, por tanto, que su repentina muerte por un ataque al corazón dejara helado al cine español.
Abades era un hombre que se emocionaba con facilidad. «En la portada del libro veréis un tío rudo pero en realidad soy un blando. Soy una mierda de tío». Lo dijo sin rubor alguno en Badajoz en el año 2012 cuando el historiador catalán Joseph Lluis i Falcó presentó el libro 'Reyes Abades. Rompiendo moldes'. El libro está lleno de anécdotas que ayudan a entender su reconocimiento.
2011. Balada triste de trompeta.
2007. El laberinto del fauno
2005. Lobo
2002. Buñuel y la mesa del rey Salomón
1997. Tierra
1996. El día de la bestia
1995. Días contados
1992. Beltenebros
1991. ¡Ay Carmela!
En el rodaje de un capítulo de Curro Jiménez le falló cuatro veces una bala que debía impactar en un caballo. Abrumado por el fracaso, el responsable de efectos especiales se quedó ese día sin comer buscando el fallo. Mario Camus, el director, se acercó y le dijo. «Tranquilo chaval, mañana sale». Aunque la nómina de los directores con los que trabajó es muy amplia, su relación con Camus fue siempre especial. Fue Camus quien en ese acto se levantó y le dio un abrazo cuando su amigo recordó los difíciles momentos que llevaron a su familia a la emigración desde Castilblanco.
En su pueblo tiene una escultura dedicada a la emigración y en Garbayuela, el pueblo de al lado, también puso otra, en este caso homenajeando a las mujeres que soportaron ese éxodo porque muchas se quedaron solas en los pueblos. «Lo hago por mi madre y por la madre de todos los que se fueron», dijo en la inauguración. Siempre vinculado con La Siberia, cedió algunos de sus diseños más característicos -la flecha de reserva de Barcelona 92 por ejemplo- para una exposición en la Casa de la Cultura de Alía.
En la última edición de Fitur apoyó la candidatura a la Reserva de la Biosfera o la representación de 'Inés de Herrera' de Herrera del Duque.
En Castiblanco tiene una calle con su nombre y pasaba por allí con frecuencia. Su última aparición pública fue la semana pasada en los premios del cine extremeño. La Junta de Extremadura le reconoció su trayectoria profesional. En su discurso se mostró especialmente satisfecho al comprobar que los extremeños conocen su trabajo.
El Ayuntamiento de Castilblanco le nombró hijo predilecto hace años y tras su fallecimiento ha declarado varios días de luto. Para hoy, ha fletado un autobús para los vecinos que quieran ir al funeral.
Reyes Abades será enterrado en el cementerio de Torrejón de Ardoz, donde vivía y tenía las instalaciones de su empresa Reyes Abades Efectos Especiales S. A.
Explosiones míticas como la del coche bomba en la comisaría de 'Días contados' o escenas de riesgo como la de los protagonistas de 'El día de la Bestia' colgando del letrero de Schweppes de la Gran Vía de Madrid llevan su firma. Reyes Abades hablaba con frecuencia de la seguridad en sus proyectos. «Soy muy pesado con este tema».
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