Las muertes en carretera se estabilizan tras 15 años de descenso pronunciado

Este año la tendencia se mantiene. En lo que va de 2017, a fecha de 10 de agosto, se llevaban registrados en Extremadura 25 accidentes mortales con un total de 30 fallecidos, dos menos que en el mismo periodo de 2016. Hay que tener en cuenta que estos datos provisionales publicados por la Dirección General de Tráfico (DGT) se refieren a accidentes en vías interurbanas y víctimas mortales fallecidas en el acto o en las 24 horas que siguen al siniestro. Las cifras definitivas, que no se publican hasta varios meses después de finalizado el año natural, incluyen también las vías urbanas y las víctimas finales, que para la DGT son las que mueren en el acto o dentro de los 30 días siguientes al siniestro. Este es el motivo de que las cifras de fallecidos que aporta la DGT cada final de año sean inferiores a las que publica después en sus memorias anuales. A día de hoy están disponibles esas estadísticas completas hasta 2015, pues las que hay de 2016 y lo que va de 2017 sólo contabilizan las víctimas mortales de las 24 horas siguientes al siniestro.

Un análisis de las memorias anuales de la DGT permiten ver hasta qué punto ha descendido el número de fallecimientos en las carreteras extremeñas en lo que va de siglo, lo cual se percibe tanto en vías interurbanas como urbanas. Hace poco menos de 20 años, en 1998, murieron en la región 167 personas en accidentes de tráfico, 93 de ellas en la provincia de Badajoz y 74 en la de Cáceres. En 2005 la cifra ya bajó a 118 y en la presente década los fallecidos han sido 85 en 2010, 76 en 2011, 62 en 2012, 47 en 2013, 56 en 2014 y 54 en 2015. A falta de los datos de muertes a 30 días, se puede decir que la cantidad en 2016 fue similar a los dos años anteriores, aunque con un ligero repunte, y en 2017 las cifras provisionales a mes de agosto son parecidas. Un matiz es que, a excepción de 2013, cuando hubo 25 muertes en Badajoz y 22 en Cáceres, en lo que va de década el número de fallecidos en la provincia pacense es cada año el doble o más que en la cacereña.

La mejora de la red viaria de la región es una de las principales causas que están detrás de este descenso tan importante en el número de fallecimientos. Hay que recordar en ese sentido que aproximadamente el 70% de las víctimas mortales se producen en carreteras secundarias.

Pero, ¿a qué se debe entonces el estancamiento, incluso con subida en el número de muertos, de estos últimos años? La primera vez que pasó, en el año 2014, responsables nacionales de la DGT lo achacaron al envejecimiento del parque móvil debido a la crisis y al aumento del consumo de cannabis. Sin embargo, tras conocerse los datos provisionales de 2016, que apuntan a una nueva subida, dijeron que no había ningún factor que por sí solo explicase esos datos, que adjudicaron a «causas múltiples», entre ellas cierta relajación de los conductores tras una etapa en la que la toma de conciencia hacia la seguridad vial había sido mayor. De hecho, el máximo responsable de la DGT apeló a la «responsabilidad ciudadana» para evitar que el repunte de los fallecimientos vaya a más.

En el caso concreto de Extremadura, el jefe provincial accidental de Tráfico de Cáceres, José Grande, también apunta al envejecimiento del parque móvil como uno de los principales factores que contribuyen al aumento de la mortalidad en carretera, si bien recuerda que por otro lado la recuperación económica puede llevar a que se incremente el número de vehículos en circulación, y por lo tanto también el número de accidentes.

Grande destaca que los últimos esfuerzos de la DGT se están centrando en tratar de incrementar la seguridad vial de los ciclistas y los motoristas, los dos grupos de usuarios más vulnerables en la carretera, y también en las vías secundarias, donde se sigue produciendo el mayor número de accidentes con víctimas mortales.