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¿Qué ha pasado hoy, 18 de marzo, en Extremadura?
Tren hotel Lusitania, en Cáceres, el 15 de agosto de 2012, último día que atravesó Extremadura y Segundo Montesino
Si Montesino levantara la cabeza

Si Montesino levantara la cabeza

Valencia de Alcántara celebra los 200 años del nacimiento del ingeniero que impulsó el ferrocarril Madrid-Lisboa

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Domingo, 22 de octubre 2017, 08:55

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Si Cipriano Segundo Montesino y Estrada levantara la cabeza... De entrada se llevaría un disgusto importante. Al comprobar que el tren Madrid-Lisboa no pasa por su pueblo. Ni siquiera por su querida Extremadura. El 15 de agosto del año 2012, el tren hotel Lusitania paró por última vez en Cáceres, en su viaje entre las dos capitales ibéricas. A las 1.53 horas de aquella madrugada, en los andenes de la estación cacereña había nueve personas. Seis eran de la prensa. Las otras tres eran un vigilante que luego cerró la estación, una madre que esperaba a su hijo que trabajaba en Londres y un hombre que hacía fotos. Probablemente, este último era el único de los nueve que no estaba allí por obligación. Era José Pastor Villegas, profesor de la Universidad de Extremadura, entusiasta de todo lo que tenga que ver con los trenes y una de las personas que más sabe sobre Segundo Montesino, probablemente el hijo más ilustre de Valencia de Alcántara.

Nació allí el 26 de septiembre de 1817, y la localidad ha querido recordarle al cumplirse doscientos años de aquella fecha. Coincide el homenaje con un momento en que las palabras ferrocarril y Extremadura se escriben con renglones torcidos. Una paradoja cuando el protagonista del homenaje es precisamente el hombre que impulsó el tren Madrid-Lisboa. El que en el año 1874 envió una carta al ministro para detallar por qué el mejor trazado ferroviario entre las dos capitales era el que discurría por Valencia de Alcántara. «Esa carta está en la Biblioteca de Extremadura, en Badajoz», precisa Pastor, pieza clave en las jornadas organizadas por el ayuntamiento del municipio cacereño.

Él ha sido en gran modo el encargado de bucear entre archivos y documentos de aquí y de allá hasta ir desentrañando con rigor y detalle el perfil de Montesino, segundo Duque de la Victoria consorte, gracias a su matrimonio con Eladia Fernández Espartero y Blanco, sobrina del general Espartero. Al resumir la extensa biografía de Segundo Montesino, José Pastor recuerda que es hijo de Teresa Estrada Benavides, natural de Valencia de Alcántara, y que su padre, Pablo Pedro Montesino y Cáceres, nació en Fuente del Carnero (Zamora) y recaló en la localidad cacereña de su esposa para ejercer como médico. Los diez años (de 1823 a 1833) que su padre estuvo exiliado en Inglaterra le permitieron a Segundo Montesino estudiar allí. Después lo hizo en Francia, en la École Central des Arts et Manufactures de París, donde obtuvo el título de ingeniero en la especialidad de Mecánica. Más tarde volvió a Inglaterra para seguir formándose.

«Fue el ingeniero español más importante del siglo XIX», afirma el profesor e investigador José Pastor

Estudió en el extranjero

«Estudiar en Inglaterra y Francia -apunta Pastor- era algo que en aquella época no estaba al alcance de cualquiera, y en mi opinión, esto es importante a la hora de explicar su carrera profesional». Fue director general de Obras Públicas (de 1854 a 1856), además del único español en la Comisión Internacional del rompimiento del istmo de Suez. Además, escribió 'Memoria sobre el estado de las obras públicas en España' (del año 1856, la primera obra de tal magnitud sobre esta materia), y ocupó cargos de responsabilidad primero en la línea ferroviaria Tudela-Bilbao y luego en la Madrid-Zaragoza-Alicante. Destacó igualmente como miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, a la que ingresó en el año 1847 y en la que se mantuvo hasta su muerte en Madrid, en 1901. De hecho, presidió esta Real Academia entre 1882 y 1901, según los datos recopilados por José Pastor, que resalta también su faceta política. Fue diputado por Cáceres y senador.

«Fue el ingeniero español más importante del siglo XIX», resume Pastor, que hace ver además que «siempre mantuvo la vinculación con Valencia de Alcántara». La que también mantienen algunos de sus descendientes. Entre ellos, Pablo Romero Montesino-Espartero, bisnieto de Segundo Montesino. Él recordaba el año pasado, en un artículo publicado en este diario, que su bisabuelo fue «el primer ingeniero industrial de España». Destacaba también que durante su mandato en la compañía del ferrocarril Madrid-Zaragoza-Alicante se adoptó el ancho de vía actual, y en un plano más personal, recuerda que a su muerte, «dejó a sus herederos el convento de San Francisco en Valencia de Alcántara, hoy conocido como Convento de Montesino». Según detalla el bisnieto en su escrito, Felipe V durmió en él dos veces.

El ilustre ingeniero que fue clave para que el tren Madrid-Lisboa circulara por Valencia de Alcántara tuvo nueve hijos, «algunos de ellos -escribe Pablo Romero Montesino-Espartero-, de brillante historial, como Pablo Montesino-Espartero Estrada (militar y diplomático) y su hermano Luis, Marqués de Morella (ingeniero industrial y pionero de la aviación en España)».

Un currículum, el del ahora homenajeado por su pueblo natal, que debe ser recordado por sus paisanos, apunta José Pastor Villegas. Entre otras razones, porque ayudará a ir desmontando mitos y complejos. «Los extremeños tendemos a pensar que no hemos sido nadie en el pasado, y no es cierto, porque entre nosotros hay gente que ha hecho aportaciones muy importantes», plantea el investigador. «Desde luego -añade-, uno de ellos es Montesino, sin la menor duda. Fue un ingeniero y un académico destacadísimo, y un político honesto, que durante toda su vida trabajó para defender los intereses de Valencia de Alcántara y de Extremadura».

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