Instituciones Penitenciarias abre una investigación tras la muerte de dos presos

Por lo que ha trascendido, el recluso fallecido el lunes era un preso de nacionalidad marroquí de 35 años de edad que cumplía sendas condenas de 3 años y de 17 meses de prisión por robo con fuerza. Esas penas las tenía casi cumplidas por lo que podría salir de la cárcel en el plazo de pocos meses.

Este preso había protagonizado en fechas recientes una agresión a un funcionario, razón por la que se le abrió un parte disciplinario que proponía aplicarle el primer grado, más duro con los condenados.

El preso que murió el martes era un ciudadano rumano de 31 años que ingresó en una cárcel catalana para cumplir una condena que terminaría de pagar a mediados de 2019, si bien en los últimos días había sido trasladado a la cárcel de Badajoz para ser juzgado en Mérida por atentado a agente de la autoridad y lesiones, hechos por los que ha sido condenado a otros nueve meses de cárcel. Eso retrasaría su excarcelación.