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María José de Vega en el aula del instituto Rodríguez Moñino donde realiza los ensayos. :: Casimiro Moreno
María José de Vega, educadora incansable de voces

María José de Vega, educadora incansable de voces

Extremadura en femenino ·

Es profesora de Música y directora de un coro escolar

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Lunes, 7 de mayo 2018, 07:48

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La identidad de muchos centros escolares se forja a través de esos docentes que dedican parte de su tiempo a los alumnos, a los que transmiten la ilusión de una afición. María José de Vega Elías (Almendralejo, mayo de 1968) es de esas personas que se esfuerza por que el instituto Rodríguez Moñino de Badajoz, donde imparte clases de Música, deje huella en algunos de sus adolescentes. En su caso lo hace a través del canto como directora de su coro.

Ahora tiene entre quince y veinte alumnos que ensayan con ella con regularidad, si bien ha habido épocas en las que el coro ha llegado a tener casi cincuenta miembros, la mayoría chicas. El grupo nació en 1996 y en la actualidad aprovecha los recreos para preparar sus actuaciones, ya que afirma que disponen de poco tiempo, apenas hora y media a la semana.

ALGUNOS DATOS

  • Biográficos Nació en Almendralejo en 1968, está soltera y sin hijos. Estudió en el instituto Carolina Coronado de Almendralejo.

  • Profesionales Finalizó la carrera de Psicología en la Universidad de Salamanca. Ha estado en varios coros y en la actualidad dirige el coro del Instituto Rodríguez Moñino en Badajoz, donde es profesora de Música desde hace 27 años. Pertenece a la Asociación de Profesionales de Educación Musical (Apemex) y a la Asociación de Directores de Coros Escolares de Extremadura (Adicorex) de la que fue directora durante dos años-, que organiza varios eventos musicales al año para jóvenes.

Según cuenta, el coro de su instituto se fundó hace 22 años porque había un grupo de alumnos que precisamente en los recreos se juntaba para hacer música. «De ahí salió un grupo musical coral con una chica que tocaba el chelo y otras que tocaban el piano. Pero luego ya no, y con el canto digamos que podíamos resolver la falta de conocimientos musicales, de modo que se fue uniendo gente aficionada».

«El canto coral es muy especial, hay niños que prefieren cantar con otros y así superan sus miedos»

Es difícil mantener la motivación entre los jóvenes, admite, pero observa que a algunos los marca muy profundamente. «El canto coral, o sea, cantar con otros, es algo muy especial y hacer algo juntos tratando de que salga bien es un reto colectivo muy bonito. Hay niños que solos no lo harían, sino que prefieren cantar con otros compañeros y así superan sus miedos e inseguridades. Después están las convivencias a las que acuden, de dos o tres días fuera de casa y durmiendo en albergues donde hay muchas emociones y eso en la época de la adolescencia no las olvidan nunca. Se crea un ambiente muy bonito y muchos regresan llorando».

Esto último fue lo que le pasó a ella para engancharse. María José en realidad estudió Psicología en Salamanca, pero allí se integró en el coro de la Universidad Pontificia y aquella experiencia la sedujo definitivamente. Cuenta que hacían giras por Alemania, Francia, Italia y llegó a pasar trece días en Japón, donde actuaron en el Palacio Imperial. «No solo me permitió montar por primera vez en avión, desde donde llegué a ver el Polo Norte, sino que vivíamos momentos muy intensos porque cantábamos en graduaciones y muchos actos que bien inaugurábamos o clausurábamos, por ejemplo en la Expo 92 de Sevilla cuando canté con el Conservatorio de Badajoz, donde me metí en 1991 y en el que estuve dos años mientras lo dirigía Carmelo Solís; o con el Coro Amadeus, con el que actuamos en el Teatro Romano interpretando bandas sonoras de Ennio Morricone», rememora.

Para esta extremeña es muy importante que sus alumnos tengan la oportunidad de tener vivencias parecidas, por eso se esfuerza junto a otros músicos para que desde los institutos se promocione la música coral, un mundo en el que se inició junto a Teresa Barco y en el que encontró grandes apoyos en personas como Carmen Fernández o Antonio Carrasco.

Así surgió la Asociación de Directores de Coros Escolares de Extremadura (Adicorex) que ahora preside Sergio Fernández, vinculado al grupo folklórico Renacer. Fue fundada por María Gago, otra maestra de música en el año 2000 y María José la presidió de 2013 a 2015. «Esta asociación recogía el testigo de los festivales de Navidad y Primavera que se hacían en la Parroquia de San Agustín (Badajoz), donde empezaron reuniéndose cuatro o cinco colegios que tenían coro. Se fundó la asociación para poder acceder a ayudas y hacer actividades todos juntos. De hecho, empezamos con un viaje en autobús de siete coros con diez alumnos cada uno más los directores a Viena para celebrar el Adviento en su Ayuntamiento. Al año siguiente fuimos a París y llegamos a hacer grabaciones y editamos varios discos de las piezas que preparábamos (...). Luego con el coro de mi instituto hemos hecho cosas conjuntas con coros de Madrid y Valladolid, como el proyecto 'Voces para la convivencia' patrocinando por el Ministerio de Educación».

Su asignatura

Ella accedió por oposición a su plaza de profesora de Música en el instituto pacense Rodríguez Moñino y, según cuenta, su asignatura, igual que ocurre con Plástica y Tecnología, dice «está sufriendo constantes cambios, pero en los últimos años se ha visto reducida en bastantes horas y eso ha hecho que las actividades musicales estén sufriendo recortes y haya menos personal, así que se hace más difícil continuar con iniciativas de carácter extraescolar».

Ella pertenece a la Asociación de Profesionales de Educación Musical (Apemex), que cada año celebra un encuentro para actualizarse a analizar su nueva situación y cómo debe ser su enseñanza con el tiempo cada vez más reducido que tienen. «Me encantaría que hubiera más horas porque estoy convencida de con la música se puede trabajar cualquier asignatura. Por ejemplo, ahora es la Semana de la Poesía y los profesores de Lengua y Literatura leen con sus alumnos, pues nosotros trabajamos la voz, la métrica, cómo acompañar la música determinados poemas para reforzar las emociones... (...). Pero por desgracia la música coral no se valora como otras actividades. Se dice que es la hermana pobre de las artes», afirma esta profesora que se esfuerza cada semana en invertir la situación que describe.

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