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Cuartel de la Guardia Civil , ubicado en la Casa de Cultura de Garrovillas de Alconétar. :: Lorenzo Cordero
Una Casa de Cultura hecha cuartel

Una Casa de Cultura hecha cuartel

El Ayuntamiento de Garrovillas de Alconétar da cobijo a la Guardia Civil desde 2006Tiraron las antiguas dependencias de la Benemérita hace más de diez años y la obra de la nueva aún no ha concluido

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Domingo, 10 de septiembre 2017, 08:20

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En Garrovillas de Alconétar, al norte de Cáceres, la Guardia Civil tiene sus oficinas en la Casa de Cultura. Este edificio municipal los agentes lo comparten con la veterinaria de zona, la asistente social, las oficinas del Plan de Empleo, una sala de reuniones, un telecentro donde se hacen fotocopias o una sala de exposiciones.

La situación es producto del estado de precariedad de su cuartel, algo que ocurre en muchos municipios de España. Hasta ahí podría parecer que no hay nada nuevo, pues es sabido que muchas de estas instalaciones en poblaciones rurales de este cuerpo de Seguridad del Estado son demasiado viejas. El anterior cuartel de Garrovillas de Alconétar se inauguró en 1904, tenía hasta caballerizas, pero ya no daba más de sí. Lo derribaron en el año 2006 con la idea de levantar uno nuevo en el mismo lugar, una obra que entonces los agentes calcularon que duraría un par de años como mucho. Han pasado más de diez y la mudanza sigue pendiente.

Tras derribar el viejo cuartel a los seis agentes (cinco guardias civiles y un sargento) de este municipio cacereño los trasladaron provisionalmente a la antigua casa del médico. En estas dependencias municipales aguantaron hasta que las humedades obligaron al Ayuntamiento a afrontar una reforma. No era el lugar de trabajo ideal, pero al menos tenían más intimidad, indica un vecino del pueblo.

«Esto no es un funcionamiento normal para un servicio policial», denuncia la AUGC Comparten edificio con una sala de exposiciones, la veterinaria de zona o la asistente social

Aquella sede la abandonaron hace tres años, cuando les dijeron que su próximo destino era la Casa de Cultura, en la calle Ramón y Cajal.

A unos cincuenta metros, en una avenida que precisamente se denomina de la Guardia Civil (el nombre es reciente, antes se llamaba Plazoleta de las Escuelas) los agentes que trabajan en la Casa de Cultura ven a diario las dependencias que deberían estar ocupando y cuya obra no finaliza. Su futuro cuartel, de dos plantas, con dependencias adecuadas a su función, pabellones, patio y cuatro viviendas para que los guardias civiles puedan residir allí como dictan las normas internas del cuerpo, ha sufrido un retraso detrás de otro.

Garrovillas de Alconétar tiene en torno a 2.400 habitantes y de los seis agentes de la Benemérita destinados allí cinco tienen que residir en Cáceres, a 37 kilómetros. Paradójicamente tienen que pedir permiso para ello.

Según explica Juan Carlos Gómez, secretario general provincial en Cáceres de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), «esta situación nos parece una tomadura de pelo porque no se sabe si se va a solucionar o no. Así no se puede llevar a cabo el trabajo con normalidad, ya que entre otras deficiencias los vehículos oficiales de la Guardia Civil aparcan en un lugar donde acceden los trabajadores municipales y esto no es funcionamiento normal para un servicio policial».

Cuartel nuevo cuya obra comenzó en 2008 y sigue sin terminar:: L.C.
Cuartel nuevo cuya obra comenzó en 2008 y sigue sin terminar:: L.C.

Tienen que vivir en Cáceres

Según el representante de Cáceres de la AUGC, existe una norma interna de la Guardia Civil por la cual se debe residir en la localidad donde un agente está destinado, aunque no necesariamente dentro del cuartel, que suelen estar acondicionados para que puedan vivir familias y suele ser la mejor opción. «La norma es porque de este modo se agilizan los tiempos de respuesta», explica Gómez.

Según este guardia civil, a los tres meses de iniciarse la obra del nuevo cuartel ésta se paralizó por varios defectos en el diseño y al año la empresa adjudicataria quebró, por lo que los trabajos estuvieron parados cuatro años. Cuando se reinició la obra resultó que la nueva adjudicataria tampoco pudo proseguir por unos problemas administrativos y en la actualidad hay un segundo modificado del proyecto que está pendiente de ser adjudicado. Estos trabajos serían ya la fase final. De hecho, el edificio se observa acabado.

Preguntada la Delegación del Gobierno en Extremadura por la situación, ésta se remite al Servicio de Acuartelamientos de la Guardia civil, con sede en Madrid y que lleva directamente este expediente sin resolver. «El objetivo es terminar el nuevo acuartelamiento cuanto antes, aunque los trámites para ello no son sencillos», respondió a este diario.

En este periodo de provisionalidad, que ya supera los diez años, los guardias civiles de Garrovillas de Alconétar desarrollan su trabajo en cuatro habitaciones de la Casa de Cultura. Una es para la atención al ciudadano, otra para el jefe de unidad, la tercera sirve de vestuario y la cuarta habitación de archivo para la documentación. En total, unos sesenta metros cuadrados aproximadamente, nada que ver con el espacioso cuartel vacío que tienen prácticamente enfrente sin ocupar.

El alcalde de la localidad, Cándido Javier Gil, corrobora la situación descrita de provisionalidad y añade que en el municipio están encantados con colaborar con la Guardia Civil, por eso le han cedido dos sedes municipales en este periodo. «El nuevo cuartel está casi acabado y confiamos en que este año se puedan cambiar y que estas instalaciones nuevas al fin se puedan utilizar».

Pero cuando llegue este momento nadie descarta que acaben las incidencias. Según la información recabada por Juan Carlos Gómez, en las nuevas dependencias la Dirección General de la Guardia Civil ya se han gastado más de 600.000 euros. Y sobre el nuevo cuartel la AUGC también pone pegas. La planta tiene forma de 'L' y dispone de cuatro viviendas, además de las dependencias policiales. Sin embargo, que el aparcamiento sea subterráneo en opinión de la AUGC no es práctico, entre otras razones porque ya ha sufrido varias filtraciones durante la obra y se ha inundado, algo que piensan que ocurrirá más veces. Pese a todo, los agentes están deseando que la mudanza llegue de una vez.

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