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Los 4.000 enfermeros extremeños podrán prescribir medicamentos

Los 4.000 enfermeros extremeños podrán prescribir medicamentos

El acuerdo nacional alcanzado «evita los conflictos y trae la paz social a los centros sanitarios»

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Lunes, 11 de diciembre 2017, 00:12

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«Es un acuerdo muy bueno, una medida consensuada que favorecerá la paz social en los centros sanitarios, que mejorará el trabajo, que lo agilizará y que repercutirá por tanto en una mejor atención al usuario». Damián Cumbres, coordinador autonómico del sindicato de enfermería Satse, valora el acuerdo nacional alcanzado después de dos años de enfrentamiento entre médicos y enfermeros. Un acuerdo que permitirá que los 4.000 enfermeros extremeños puedan prescribir medicamentos, porque modificará el origen del conflicto, el artículo 3 del llamado real decreto de prescripción enfermera. Un documento que entrará en vigor cuando sea publicado en el BOE y que «evitará los fuertes choques que se han producido en muchas comunidades autónomas y traerá la paz social al conjunto del sistema sanitario».

La nueva norma que modificará el actual real decreto de prescripción enfermera es, de hecho, fruto del acuerdo alcanzado entre médicos y enfermeros después de dos años de negociaciones, precisamente para evitar conflictos entre dos colectivos que están obligados a trabajar de forma conjunta. De ahí el acuerdo para aprobar un nuevo real decreto que modifique el artículo 3 del actual.

Según éste, los enfermeros, en el ejercicio de su actividad profesional, podrán indicar, usar y autorizar la dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica. Pero será necesario que el correspondiente profesional prescriptor –el médico– haya determinado previamente el diagnóstico, la prescripción y el protocolo o guía de práctica clínica y asistencial a seguir, y las actuaciones que lleven a cabo los enfermeros «serán objeto de seguimiento por parte del profesional sanitario que lo haya determinado».

Una redacción que contó con el visto bueno de los colegios de médicos y la crítica de los de enfermeros. Porque en la práctica recortaba y limitaba el trabajo que estos últimos profesionales venían haciendo en el ámbito sanitario. De hecho, en la práctica, esta norma supone que los enfermeros no pueden indicar los productos para curar úlceras, que la administración de medicamentos en el servicio de urgencias que venía haciendo el médico de manera verbal (luego se incluye en la historia clínica) tiene que ser por escrito, o que el médico tiene también que estar presente en las campañas masivas de vacunación como es el caso de la gripe.

«Una norma, por tanto, que ralentiza el trabajo diario», resume Cumbres. Y una norma, por eso, que Extremadura recurrió ante el Tribunal Supremo. Porque tal como entonces explicó el consejero de Sanidad, José María Vergeles, cuando la misma fue aprobada, «es un atropello que plantea problemas muy importantes de funcionamiento en la organización del Servicio Extremeño de Salud» y, además, «enfrenta de forma estéril a médicos y enfermeros, que tienen que trabajar y trabajan de hecho habitualmente en un ambiente de colaboración, llevando a cabo un trabajo en equipo».

La negociación llevada a cabo en los últimos dos años ha resuelto el problema. Ahora, con la nueva redacción del artículo 3, una vez entre en vigor, los enfermeros podrán indicar y autorizar la dispensación de determinados fármacos. Para ello se desarrollarán unos protocolos y guías clínicas que establecerán en qué casos puede prescribir directamente el profesional de Enfermería y cuándo necesita la supervisión del médico.

Se darán entonces dos tipos de casos: los que necesiten de valoración previa del médico, pero cuya medicación la enfermera podrá ir variando a lo largo del tratamiento (como insulina para diabéticos o la regulación de dosis de anticoagulantes) y los que no precisan ninguna valoración anterior, como puede ser el caso de la dispensación de vacunas o el tratamiento de pacientes con úlceras.

En definitiva, los enfermeros podrán prescribir, por su cuenta, medicamentos que no exigen receta como ibuprofeno, apiretal o paracetamol entre otros muchos. En general, todos los fármacos que cualquier ciudadano puede adquirir en una farmacia sin necesidad de presentar un justificante del médico. Pero la nueva norma también habilitaría al personal de Enfermería a indicar tratamientos que sí exigen receta, cuando así se establezca en los protocolos que elaborarán equipos formados por ambos colectivos. En el seno de una comisión en la que estarán representados los ministerios de Sanidad y Defensa, las comunidades autónomas, las mutualidades de funcionarios y los consejos generales de los colegios oficiales de enfermeros y médicos.

Además, con los protocolos y guías consensuadas, las enfermeras no solo podrán autorizar la dispensación de algunos medicamentos sujetos a prescripción médica, sino que lo podrán hacer sin ninguna formación adicional. «Una circunstancia que es aplicable tanto a grados como a diplomados, puesto que la legislación vigente ya establece la equivalencia de ambas titulaciones con plenos efectos profesionales y académicos», destaca también Satse.

No obstante, la Mesa de la Profesión Enfermera deja claro que, por el momento, hay que cumplir con el decreto en vigor y, «por ejemplo, la administración de las vacunas, tanto de las campañas estacionales –como la de la gripe actual– así como las del calendario vacunal, debe realizarse previa prescripción médica individualizada».

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