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La Nacional 435, entre Barcarrota y Almendral, es uno de los tramos más peligrosos de España.
Dos años de prisión para un conductor que causó un accidente con dos fallecidos

Dos años de prisión para un conductor que causó un accidente con dos fallecidos

En el siniestro murieron dos jóvenes que viajaban en el coche que conducía el condenado

Evaristo Fdez. de Vega

Jueves, 8 de junio 2017, 23:40

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El juzgado de lo penal número 2 de Badajoz ha impuesto una condena de dos años de prisión a Víctor Manuel H. G., de 35 años de edad, tras encontrarlo culpable de dos delitos de homicidio por imprudencia grave cometidos en noviembre de 2014 cuando conducía un coche que se salió de la calzada entre Barcarrota y Almendral. En ese accidente perdieron la vida una chica de 18 años vecina de Fregenal de la Sierra y un joven de 28 años que residía en Jerez de los Caballeros. Ambos viajaban en el coche.

En el fallo se explica que el siniestro se produjo a las 20.15 horas del sábado 8 de noviembre cuando el ahora condenado conducía un vehículo Renault Laguna por el kilómetro 39,550 de la carretera Nacional 435 (Badajoz-Huelva).

En ese punto el coche se salió de la calzada por la margen derecha y colisionó contra una piedra y un árbol. Como consecuencia del impacto perdieron la vida Carlos T. M., de 27 años de edad, y Míriam G. T., que en ese momento tenía 18 años. Ambos presentaban traumatismos craneoencefálicos con destrucción de centros vitales superiores.

Velocidad inadecuada

En el fallo que ahora se ha dictado queda probado que el conductor del vehículo circulaba a una velocidad inadecuada para la calzada y el estado en el que se encontraba la vía, superando la limitación establecida en ese lugar, que estaba fijada en 80 kilómetros/hora por tratarse de un tramo curvo, tal y como se indicaba en una señal de tráfico que alertaba de la existencia de curvas peligrosas hacia la izquierda.

Ese día el piso estaba mojado porque había estado lloviendo con gran intensidad, «lo que le obligaba a moderar la velocidad y extremar la prudencia». A esto se añade que en el momento del accidente era de noche y la zona carecía de iluminación artificial.

El juzgado sentencia que Víctor Manuel H. G. cometió dos delitos consumados de homicidio por imprudencia grave, por los que se le impone un año de prisión por cada uno de los hechos. Igualmente se le priva del carné de conducir durante tres años por cada uno de los delitos (seis años en total) y pierde de forma definitiva la vigencia del permiso de conducción, por lo que debería volver a examinarse una vez cumplida la pena.

El fallo también condena al conductor y a las aseguradoras de su vehículo a hacer frente a la responsabilidad civil que se deriva del accidente. Tendrán que pagar 87.000 euros a los padres de la joven fallecida, 10.544 euros al padre del joven fallecido, y una cantidad similar a la madre. En la sentencia se contempla que deberán realizar un pago de 147.628 euros a otro afectado por el suceso.

Responsabilidad civil

De estas cantidades tendrán que hacerse cargo de forma directa y solidaria tanto el conductor condenado como las aseguradoras Allianz y Pelayo. La razón está en que el coche tenía en el momento del accidente dos seguros en vigor, una circunstancia que fue motivo de disputa durante el juicio.

En la sentencia se recoge que el coche que sufrió el accidente había cambiado de propietario el día 27 de octubre de 2014. En ese momento, su anterior propietario tenía una póliza en vigor con Pelayo que no cumplía hasta el 14 de noviembre. «No consta en ningún escrito la baja del seguro anterior», dice el fallo.

Tras la operación de compraventa, el nuevo propietario firmó un nuevo seguro con la entidad Allianz, por lo que ambas pólizas estaban vigentes cuando se produjo el suceso.

El anterior propietario del coche dijo en el juicio que cuando se desprendió de ese coche le destinaron parte de la prima del seguro firmado con Pelayo a un nuevo vehículo que adquirió, pero en la sentencia se concluye que la extinción del contrato no se hizo por escrito, por lo que no tiene validez.

Esa circunstancia hace que Pelayo y Allianz deban asumir a partes iguales (al 50%) la responsabilidad civil solidaria.

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