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Antonio J. Armero
Jueves, 27 de abril 2017, 16:22
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«Tengo que reconocer que me resulta bastante inexplicable la situación de Extremadura desde el punto de vista ferroviario». El entrecomillado no corresponde a un político, ni a un sindicalista ni a un tertuliano ni al portavoz de una plataforma ciudadana ni a un extremeño indignado. Lo dijo ayer, 27 de abril de 2017 -año del 25 aniversario de la llegada de la alta velocidad a España-, en Cáceres, quince minutos después del mediodía, Juan Bravo Rivera, presidente de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) desde noviembre. De hecho, él hizo constar esta particularidad: «Yo acabo de llegar a Adif, llevo seis meses», precisó.
Tiempo suficiente para que le haya quedado claro que en este ámbito, lo que ocurre en la región no es normal. «La verdad es que no tiene mucha explicación que una comunidad autónoma como Extremadura no tenga una infraestructura ferroviaria adecuada al siglo XXI», dijo Bravo Rivera, que no se quedó ahí. «Estamos trabajando en subsanar ese déficit -continuó-, compartimos el diagnóstico que se hace, y lo único que podemos hacer es trabajar, volcarnos en cumplir los compromisos que fijó el Ministro de Fomento cuando estuvo en Extremadura -esa visita fue el 2 de febrero-, que la línea Plasencia-Badajoz esté en servicio en el año 2019 y electrificada en el 2020». Más aun: se corrigió a sí mismo para ser tajante en cuanto a esos plazos. «En eso estamos trabajando -añadió- y creo que podemos... Podemos no, vamos a cumplir esos plazos».
En resumen: incógnitas fuera. Lo del tramo Plasencia-Badajoz en servicio en 2019 y electrificado en 2020 no es una posibilidad, sino una certeza, según las palabras del presidente de Adif ayer en Cáceres, adonde viajó para asistir a la clausura del congreso ferroviario de FSC-CC OO (la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras).
La cita permitió dar un repaso a todo lo que tiene que ver con el tren en Extremadura. Por ejemplo, al penúltimo fleco: ¿Hasta dónde llegará la vía electrificada, que es la necesaria para que circulen trenes AVE como los que van de Madrid a Sevilla o Barcelona? La Junta pidió anteayer que esas catenarias que Adif prevé sembrar de Plasencia a Badajoz se extiendan unos kilómetros más y lleguen hasta el límite con Portugal. Y Juan Bravo está por la labor de atender esa solicitud. «Nuestra idea -declaró- es que la electrificación llegue desde Plasencia hasta la frontera portuguesa». De nuevo, dio un paso al frente para tratar de disipar dudas, y habló de la «conveniencia prácticamente ineludible de prolongar la electrificación hasta la frontera». «Tenemos que coordinarnos con el gobierno portugués -amplió- para llegar simultáneamente y así evitar actos de vandalismo en una red electrificada que no esté en servicio».
Ahora bien, Badajoz-Plasencia es solo la mitad del viaje de Badajoz a Madrid. Que la vía esté electrificada entre las dos ciudades extremeñas garantiza un viaje a cierta velocidad entre una y otra, pero no desde la capital del Jerte hasta Madrid. «Esa parte no estaba planificada, no estaba suficientemente madura cuando llegamos a Adif», reconoció ayer Bravo. Él dijo también que el asunto se está estudiando, y que confía en volver a visitar Extremadura «en unas semanas o pocos meses para presentar un proyecto completo» de la línea Madrid-Badajoz.
Y no solo de esa, sino también de la Badajoz-Puertollano, considerada estratégica por lo que puede significar para el transporte de mercancías, pues mejoraría los tiempos de viaje entre Extremadura y la zona de Levante. De hecho, el presidente de la entidad pública declaró ayer que se está revisando la planificación de los dos corredores que son motivo de lamentos y reivindicaciones desde hace años: el Madrid-Badajoz y el Badajoz-Puertollano.
Red convencional
Y un último asunto: la red convencional, que es por la que circulan los trenes extremeños a día de hoy. «Hemos estado muchas veces en los últimos años deslumbrados por los avances de la alta velocidad en España, pero tenemos que atender a la red convencional», reflexionó Juan Bravo. Acto seguido, apuntó dos cuestiones: esta red es una prioridad para la presente legislatura y para el año que viene se le quiere dar «un empujón definitivo». Qué supondrá esto para Extremadura es una duda que no se aclaró ayer.
«Con las condiciones en las que están el trazado y la maquinaria, es muy difícil mejorar», advirtió Guillermo Fernández Vara, que puso un ejemplo ilustrativo. «Es que hasta cuando una máquina se estropea aquí, tiene que ser enviada a Madrid para que la arreglen», detalló el presidente de la Junta, que ayer agradeció a Adif que haya tenido «el valor de coger el toro por los cuernos, cosa que no había hecho nadie hasta ahora». «Por primera vez se han puesto los compromisos negro sobre blanco», afirmó Vara, que valoró también «el cambio de opinión de Portugal, que ha recuperado el proyecto», en alusión al AVE entre las capitales ibéricas por Badajoz.
Por último, Julián Carretero, secretario regional de Comisiones Obreras, sindicato organizador del congreso que llevó ayer hasta Cáceres a los presidentes de Adif y Renfe, destacó «la importancia absoluta del tren, como hito del futuro para esta región». E incidió en la necesidad de electrificar las conexiones con Madrid y Puertollano.
Del futuro del tren en la región también se habló ayer en la Diputación de Cáceres, que aprobó en pleno adherirse al Pacto por el Ferrocarril, con los votos favorables del PSOE, PP y Ciudadanos.
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