Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
María Luisa González, en su facultad en Badajoz. :: casimiro moreno
La Física no entiende de género

La Física no entiende de género

María Luisa González Martín, Catedrática de Física Aplicada

J. LÓPEZ-LAGO

Lunes, 10 de abril 2017, 07:30

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Como ocurre con tantos profesionales brillantes hoy día, fueron un profesor y una profesora del instituto quienes despertaron su vocación. María Luisa González cree que estas influencias durante la etapa de la adolescencia suelen ser decisivas. Ella ya prefería las ciencias a las letras, pero ambos docentes la inclinaron hacia la Física, a la que se ha entregado con pasión, sólo hay que escucharla. Ni siquiera había antecedentes en su familia con formación universitaria.

ALGUNOS DATOS

  • Biográficos.

  • Nació en Madrid en 1958, pero se estableció en Badajoz en 1982, cuando se creó la Facultad de Ciencias y se habilitaron las plazas para dar clase en Física. Aquí conoció a su marido, que es matemático, y echó raíces en Extremadura. Tiene dos hijos, uno de 28 años que estudió Economía y Derecho y está haciendo la tesis en Milán y otro de 22 que estudia Arquitectura en Madrid.

  • Profesionales.

  • Es catedrática de Física Aplicada en la UEx y realizó su estancia postdoctoral en Gran Bretaña. Entre otras tareas más allá de la docencia, participa desde hace años en una línea de investigación a través del 'Cíber- bbn', un Centro de Investigación Biomédica en red que trabaja para lograr reducir la adhesión de las bacterias a los materiales médicos con el objetivo de evitar infecciones en los pacientes.

Catedrática de Física Aplicada en la Universidad de Extremadura (UEx), donde ingresó en 1982 cuando se crearon estos estudios, en la actualidad enseña a unos 150 alumnos. Imparte las asignaturas de técnicas experimentales en Física y Termodinámica.

«Los que llegan a estos estudios vienen con ilusión, se les nota, hay curiosidad porque es una forma de conocer la naturaleza y casi todos los alumnos ponen Física como primera opción y esto es significativo. Podría ser porque ésta es una profesión con poco paro, pero no me da la sensación de que sea la motivación, pues otros títulos tampoco tienen paro y la de Física, la verdad, es una carrera muy dura», dice esta profesora que critica, no obstante, el poco nivel que traen de Secundaria en materias básicas muchos de sus alumnos de primero. «Pero el problema es del sistema, ellos solo son víctimas», justifica.

A esta catedrática la conocen como Marisa y además de su labor docente e investigadora se implica en asuntos relacionados con el género. Sabe que su carrera es una de las consideradas masculinizadas -en España este grado lo estudian un 84% de varones-, igual que ocurre con las ingenierías. «Es curioso -dice- porque esto no ocurre sin embargo en otros grados de Ciencias como Matemáticas, Química o Biología, en las que hay más mujeres».

Hay que decir que Marisa González no es una simple observadora de estas cuestiones. Le preocupan estos datos, y desde que el año pasado la Unesco declaró el 11 de febrero como Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, esta profesora arraigada en Badajoz se implica en cuestiones que tengan que ver con conseguir mayor igualdad de género.

Trabajo desde la infancia

En su opinión, para que haya más mujeres dedicadas a la Física o ingenieras, «el trabajo que queda por hacer es de base, en la etapa en que se despiertan las vocaciones. Veo que a los niños se les regalan desde pequeños robots y piezas de construcción y a las niñas muñecas y cosas que tienen que ver con atender o cuidar a alguien, como si ya se las relacionara con actividades más asistenciales», dice. Y según ha leído en un estudio publicado en una revista -prosigue-, a partir de los seis años de edad las niñas ven más creativos a los niños, y esto creo que es un problema de educación. Al hilo de esta reflexión la profesora hace un alto al recordar que hace unos días escuchó que se iba a crear un canal infantil en la televisión dedicado a las historias de princesas. «¡Esto me parece horrible!», exclama.

En cuanto a su terreno, el de la Ciencia, «todavía falta por hacer un trabajo inmenso hasta que estemos en plano de igualdad», concluye.

La conciliación es uno de los aspectos que le preocupa, dice recordando cuando ella tuvo su primer hijo y aquella etapa coincidió con la realización de su tesis, que le obligó a realizar una estancia en el extranjero de más de un año. «Por su suerte a mí me apoyó mi marido, pero es que hoy día se plantea la conciliación como si fuéramos nosotras las que tenemos que conciliar y debe ser la pareja, que se entienda que la vida familiar y laboral es una responsabilidad de los dos». Según dice, las bajas para ellos deberían ser obligatorias y no voluntarias porque sabe de empresas que no cogen a mujeres jóvenes porque saben que algún día van a tener hijos. Si los hombres estuvieran obligados a coger esas bajas paternales por el mismo espacio de tiempo, entonces el empresario no tendría justificación, cree.

No obstante, insiste en que todo el trabajo en este ámbito debe empezar desde la infancia. «Que a las niñas desde pequeñas les hagan sentir iguales», proclama antes de poner de ejemplo las leyes de la Física: «¿A que son iguales para todos?», zanja la experta Marisa González Martín.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios