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Señal que anuncia el radar en el Puente Real de Badajoz. :: hoy
La Avenida de los Radares

La Avenida de los Radares

La solución para la Hispanidad de Cáceres está en el Puente Real

J. R. Alonso de la Torre

Martes, 28 de marzo 2017, 07:44

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Quienes no somos de Badajoz, nos hacemos un lío con sus cuatro puentes sobre el río Guadiana. Llegando por carretera desde Cáceres, los puentes son el de la Autonomía, el de Palmas, el de la Universidad y el Puente Real. Esos son los nombres oficiales, pero al de la Universidad le suelen decir el puente Nuevo y eso, a los forasteros, nos lía porque entendemos que el Nuevo es el que nos parece más moderno, o sea, el Real. Además, como este es el que queda más cerca del campus, pensamos que será el que llaman de la Universidad. Pero no es así, ni es el Nuevo ni es el de la Universidad, sino el Real. En fin, un lío para los visitantes y ningún lío para los nativos.

Pero eso era hasta hace, más o menos, tres meses porque últimamente pacenses de toda la vida y forasteros coincidimos en llamar al Puente Real el Puente de los Radares. Ahí no hay fallo. En ese puente, hasta los portugueses, que por la autovía parece que pasan de radares, han aprendido en medio minuto que hay que circular a menos de 50 por mucho que el margen de error permita llegar a los 58. La primera vez que pasas por el puente, te sorprende la lentitud de la caravana, pero enseguida descubres el aparatoso radar y lo entiendes todo.

En este puente, se habían producido varios accidentes y no parecía que las señales, las luces, los pasos de peatones, con inteligencia o sin ella, ni la esporádica presencia de un vehículo policial con radar hiciera desistir a los conductores de pisar el acelerador. Y los accidentes graves, mortales incluso, seguían sucediéndose. Pero ha sido colocar el radar y mano de santo: no solo vas a menos de 50, sino que tienes una sensación casi agobiante, conduciendo todos en caravana y tan lentamente, con la sensación de ser potros frenados con necesidad de desbocarse. También parece que, al menor error, caerá sobre ti todo el peso de la ley. Y ni aceleras ni tienes la menor tentación de hacerlo por mucho que te espolee la ansiedad.

El Puente Real de Badajoz es el Puente del Radar y la avenida de la Hispanidad de Cáceres es el bulevar de los accidentes de tráfico. En Cáceres, no hay problemas de nombres con los puentes. Aquí tenemos avenidas y resulta curioso ver cómo los estudiantes o quienes llevan poco tiempo en la ciudad se lían con las avenidas de Cervantes, de Isabel de Moctezuma, de Pierre de Coubertin o de la Ronda de la Pizarra. Son cuatro avenidas perpendiculares con la de la Hispanidad y no es fácil aprender cuál es una y cuál es otra. Por eso, se dice mucho que estás por el Indio, por la estación de autobuses, por el multiusos, los juzgados, el auditorio o el tanatorio.

Desde hace nada, a la Hispanidad nos referimos como la avenida donde atropellan a la gente. En ella ha habido muertos, heridos de mucha gravedad que han visto cómo sus vidas cambiaban para siempre y continuas colisiones e incidentes. Tras cada atropello serio, los conductores parecen mentalizarse y frenan un poco, pero pasa una semana, se olvida el accidente y la avenida de la Hispanidad vuelve a ser un desmadre. Se han puesto pasos de peatones inteligentes, que poco pueden hacer contra los conductores poco inteligentes. Se anuncia que un coche radar se colocará en la avenida, pero solo controla un lado y unos metros. El caso es que pasan los meses, se suceden las medidas y siguen los accidentes (dos el pasado miércoles).

Solo hay una solución, desengañémonos, y es la misma que la que se ha tomado en el Puente Real de Badajoz: instalar radares. El de Badajoz es espectacular: parece blindado, pilla a los infractores que circulan en ambos sentidos y ha costado 53.000 euros. En Cáceres quizás no haga falta un radar tan espectacular, sino un par de ellos más sencillos en cada sentido.

Las cosas son como son: solo respetamos los radares. Nos paraliza su presencia, nos frena y nos controla. Hasta que la avenida de la Hispanidad sea conocida popularmente como la Avenida de los Radares, seguirá habiendo accidentes en esa vía.

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