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Uno de cada cuatro extremeños tarda más de 20 minutos en llegar al hospital

Uno de cada cuatro extremeños tarda más de 20 minutos en llegar al hospital

Un informe elaborado por 12 instituciones de Extremadura y Portugal plantea que la región necesita cuatro hospitales más

ANTONIO ARMERO

Domingo, 22 de enero 2017, 02:31

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Coger el coche e ir al hospital. Esta rutina no es igual de sencilla de cumplir para todos los extremeños. 53 de cada cien hacen ese trayecto en menos de diez minutos. Pero hay un veinte por ciento que tarda de diez a veinte, y un 25% que necesita más tiempo. Para que no se dieran estas desigualdades, o al menos para reducirlas, la región necesitaría cuatro hospitales más, que deberían ubicarse en Castuera, Oliva de la Frontera, Logrosán y Alcántara.

EL DATO

Este análisis es uno de los pilares del último estudio del Otalex-C (Observatorio Territorial y Ambiental Alentejo-Extremadura-Centro). Es un informe de 154 páginas que firman doce instituciones de un lado y otro de La Raya. Por parte española figuran el Centro Nacional de Información Geográfica del Instituto Geográfico Nacional, la Junta de Extremadura a través de la Dirección General de Transportes, Ordenación del Territorio y Urbanismo, las diputaciones de Badajoz y Cáceres y la Universidad. Y por parte lusa, sus organismos equivalentes, entre ellos la Universidad de Évora y el Instituto Politécnico de Castelo Branco.

37.000 personas en Oliva

Tras analizar lo que se tarda en llegar por carretera a hospitales, centros de salud, residencias de ancianos, centros de día, institutos de Educación Primaria, de Secundaria, y universidades, los autores concluyen que en general, «la accesibilidad a los servicios en toda la zona Otalex es buena, siendo mejor en el caso de los asistenciales y sanitarios en Portugal y los educativos obligatorios en Extremadura». «Como situaciones más desfavorecidas -amplía- destacan las comarcas extremeñas de Las Villuercas, Siberia y Sierra de San Pedro, y el extremo sur del distrito portugués de Beja, que tardarían más de 45 minutos en llegar al hospital más cercano dentro del territorio al que tienen adscripción administrativa».

Los autores del informe detallan a cuántos habitantes beneficiarían esos nuevos centros sanitarios. Si el factor de decisión para construirlo o no fuera este dato, el que aparece como más necesario es el de Oliva de la Frontera, ya que su ámbito de influencia directo se extiende a una población de 37.166 personas. El de Castuera beneficiaría a 30.239, el de Alcántara a 24.512 y, por último, el de Logrosán mejoraría los tiempos de traslado de 14.718 habitantes. Entre los cuatro sumarían cerca de 107.000 personas.

«Aún planteando la construcción de un nuevo hospital en Las Villuercas o La Siberia -apunta el estudio-, su red de carreteras impide un rápido acceso de las poblaciones más al este, debido a los límites de velocidad establecidos (70 y 90 kilómetros por hora), a su orografía y a la existencia de grandes embalses que dificultan el acceso por carretera». «En estos casos -continúa-, aparte de la mejora de la red viaria, la solución pasaría por establecer convenios de colaboración entre las administraciones de Extremadura y Castilla-La Mancha, y por estudiar la posibilidad de construir un hospital común que abarque este territorio, ya que en toda esta zona fronteriza existe la misma problemática».

A Ceciliano Franco, gerente del Servicio Extremeño de Salud, le parece que el informe ofrece «una visión simplista». «Más que por los números, al organizar los recursos sanitarios nos regimos por la realidad diaria, que esta es distinta a lo que dice el estudio», resume. «Ni la sociedad ni el SES ni la Unión Europea quieren algo tan innecesario e insostenible como un hospital en cada comarca, y menos aún en una comunidad como Extremadura, con población dispersa y en regresión, son claves», comenta el gerente.

«Tenemos una buena red de hospitales, y nuestro mapa de recursos sanitarios es adecuado, mejorable como casi todo en esta vida pero es un buen mapa», condensa Ceciliano Franco. «En una región como la nuestra, extensa y marcada en gran modo por la despoblación y la dispersión demográfica, tomamos dos medidas fundamentales, que fueron acercar las urgencias rurales y reforzar los PAC (Puntos de Atención Continuada)». Gracias a esto, «más del noventa por ciento de la población extremeña está a menos de cuarenta minutos de una UVI móvil o de un hospital», apunta Franco, que además, menciona un último aspecto a tener en cuenta. «No es nada fácil -concluye- encontrar personal para dotar un hospital rural en el que no hay una gran afluencia de pacientes, esto es algo que admitirá cualquiera que se mueva en el ámbito sanitario».

También conoce el informe del Otalex-C José Antonio Gutiérrez Gallego, ingeniero en Geodesia y Cartografía, ingeniero técnico en Topografía y doctor por la Universidad de Extremadura, donde da clases desde el año 1989. Entre sus líneas de investigación, plasmadas varias de ellas en distintas publicaciones, están el Urbanismo y la Ordenación del Territorio, además del Análisis Socioeconómico. «El estudio tiene algunas lagunas, principalmente dos: ignora los tiempos urbanos, es decir, lo que yo que vivo en Cáceres tardo en llegar al hospital de mi ciudad, que en mi caso son más de veinte minutos, y se basa en las áreas de salud en vez de en la geografía en sí misma».

Mejor que otras regiones

Gutiérrez Gallego ha participado en la elaboración de distintos estudios a escala nacional. Recientemente, en uno por encargo del Ministerio de Sanidad sobre la accesibilidad a recursos de cuidados paliativos, y en otro sobre distribución de áreas de salud, para un grupo de expertos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). A partir de estas experiencias, concluye que «Extremadura está mejor que la media española».

Esto que ha constatado a partir del análisis de la situación actual no quita para que opine que «si se quieren optimizar recursos, quizás habría que revisar la zonificación del mapa sanitario de nuestra región, en el que hay áreas de salud como la de Cáceres que recorren toda la provincia de este a oeste, lo cual es mucho, pues no olvidemos que se trata de una de las provincias más grandes del país».

En su radiografía a la accesibilidad, Otalex-C propone también la apertura de dos nuevas residencias de ancianos. En concreto, en Helechosa de los Montes (en La Siberia) y en Carrascalejo (en La Jara, cerca del límite con la provincia de Toledo). Estas nuevas instalaciones beneficiarían a 5.864 personas, y matizarían la estadística actual, que establece que 52 de cada cien extremeños vive a menos de cinco minutos de una residencia de ancianos. «En el caso de Helechosa -amplían los autores del estudio-, ya cuenta con un centro de día, por lo que se podría realizar la adaptación de este para ofrecer los servicios correspondientes a una residencia».

En su valoración del informe elaborado por el Observatorio, José Antonio Gutiérrez apunta que «hoy, al estudiar la ubicación de servicios ciudadanos, se tiene más en cuenta un factor denominado cobertura territorial y municipal». Ese baremo tiene en cuenta el tiempo de traslado, pero más que por su valor en sí mismo, porque al combinarlo con un segundo factor, que es la capacidad de ese servicio en concreto, ayuda a dilucidar hasta qué punto el ciudadano de un lugar concreto va a utilizar ese recurso, que es algo particularmente importante». «Al final -concluye el experto- la premisa básica es la eficiencia».

hospitales generales públicos hay en Extremadura. Están en Badajoz (Infanta Cristina, Perpetuo Socorro y Materno-Infantil), Cáceres (San Pedro de Alcántara y Virgen de la Montaña), Mérida, Plasencia, Navalmoral de la Mata, Coria, Almendralejo, Don Benito-Villanueva, Zafra, Llerena y Talarrubias (Siberia-Serena). Además, hay siete privados, de los que dos están en Badajoz, otros dos en Cáceres y uno en Plasencia, Villanueva de la Serena y Zafra.

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