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¿Qué ha pasado hoy, 18 de marzo, en Extremadura?

Gira la rueda socialista

En el PSOE siempre votan contra alguien. El mismo Zapatero salió por el rechazo que producía el beatífico Bono

Tomás Martín Tamayo

Viernes, 20 de enero 2017, 23:47

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Mientras Pedro Sánchez sigue deshojando la margarita, porque mira hacia atrás y cada día ve menos banderitas, y Susana Díaz espera que la gestora que preside Javier Fernández acabe de confeccionarle el traje a medida que les encargó cuando, a empujones, lograron apartar al secretario general, Patxi López salta al ruedo, fastidiando el mano a mano que, más o menos, tenían controlado. Cada día parece más claro que la misión de la gestora era dinamitar la vuelta de Pedro Sánchez, ralentizando la convocatoria del congreso hasta agotarlo, mientras le asfaltaban el camino a Susana Díaz. Si algo ha demostrado la actual cúpula del partido es que ¡ni quita ni pone rey pero ayuda a su señora! Pero una vez más gira la rueda socialista.

Hasta ahora todos los pasos estaban muy medidos, comenzando por el desgaste del exsecretario general, presentándolo poco menos que como un arribista incapaz de luchar por algo que no sea su ego y proyección personal, intentando que lo abandonara hasta el desodorante. Lo estaban haciendo bien, justo es reconocerlo. La otra cara, el agua fresca y cristalina que fluye entre las piedras como bálsamo de fierabrás, es la lideresa del sur, la más de todo, la que aglutina, gana y convence con su gracejo andalusí. Según Vara «es un cañón comunicando y suena a ganadora». Felipe, Zapatero, Page, Ximo, Bono, Vara fueron colgando cintas bordadas en la capa de la tuna sultana, mientras ella, todo sencillez, no deja de repetir que «en la cabeza o en la cola, donde mis compañeros me pongan». ¡Ay, cuanta humildad!

¿Y qué paso? Pasó que habían olvidado al químico, a Rubalcaba, que, como suele, mientras los demás se atusaban el pelo, él maquinaba en la sombra, argamasando una tercera vía capaz de hacer que desistan las otras dos. Hizo sus mezclas, las filtró en la probeta y ¡Eureka! en el fondo apareció el careto de Patxi López. Hoy se sabe que detrás de su candidatura a la secretaría general del PSOE, está el genio maléfico de Rubalcaba, que ni en su aparente retiro, deja de condimentar todo lo que se guisa en el partido. Rubalcaba no puede remediarlo y acaba ejerciendo de maestro alquimista, pero convencido de que él no traspasa pantalla, mete la mano entre los faldones de la marioneta de turno para moverla a su capricho.

La tercera vía, abierta por el expresidente del Congreso y diseñada por el gran manijero, desmantela el idílico escenario que la gestora estaba montándole a la presidenta andaluza y hace un corte de mangas a todos los que, descaradamente, apostaron por ella como la única solución, incluso apresurándose a mediar para que fuera una candidatura de consenso, bla, bla, bla, pero única. Vamos, que se pedía la aclamación para que ella, sumisa y disciplinada, aceptara el sacrificio ¡Nunca te lo perdonaré Rubalcaba!

El efecto rebote es que los que estuvieron con Pedro Sánchez, como Rafael Simancas o Rodolfo Ares, asistente de Rubalcaba, se han apresurado a vitorear la llegada de Patxi López porque en el PSOE siempre votan contra alguien. El mismo Zapatero salió por el rechazo que producía el beatífico Bono. Puede que ahora ocurra lo mismo y el empujado por Rubalcaba desmonte definitivamente la candidatura de Pedro Sánchez e impida la aclamación de Susana Díaz. Me recuerdan la fábula del oso y el león que, mientras discutían por la presa, no vieron a la zorra que se la llevaba.

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