Extremadura notará poco la medida de salir a las seis de la tarde

En la comunidad autónoma hay 372.500 ocupados, según la última EPA (Encuesta de Población Activa) disponible, que es la del tercer trimestre de este año. De esa cifra total, algo más de la cuarta parte están en nómina del sector público, en el que impera la jornada continua. Hay, por supuesto, trabajadores de la administración con turno partido, pero no son la mayoría. Y dentro del sector privado hay 54.600 ocupados que, por tener jornada parcial, quedarían también aparte. Funcionarios y contratados a tiempo parcial suman 152.900 trabajadores.

En el grupo de los que difícilmente podrán dar por finiquitado su día de trabajo a las seis de la tarde hay 69.300 autónomos, la mayoría de los cuales, como es conocido, no tienen horarios. A ellos hay que añadir a los agricultores y ganaderos, cuya actividad tampoco se ajusta a un horario fijo con facilidad. Y los trabajadores del comercio y la hostelería, pues nadie se plantea que las tiendas y los bares en España bajen la persiana a las seis de la tarde. Y algo parecido ocurre con otros perfiles profesionales incluidos en la clasificación de la EPA. Entre ellos, quienes trabajan en el sector de la información y las comunicaciones, los que se ganan la vida con actividades educativas, sanitarias y de servicios sociales en el sector privado, y también buena parte de los incluidos en el epígrafe de actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento. Hay excepciones, con seguridad. Es probable que en todos estos grupos profesionales existan empleados que despachan sus obligaciones laborales siempre antes de las seis de la tarde, pero son una minoría.

El resultado de esta estimación a partir de las cifras oficiales que aporta el INE (Instituto Nacional de Estadística) con su EPA es que en torno a cien mil ocupados extremeños desarrollan un trabajo susceptible de acogerse al horario laboral de nueve a seis.

Todas estas cifras las conoce bien Juan Francisco Caro, periodista y fundador de la empresa Allisdata. Él ha calculado el impacto que podría tener en la comunidad la implantación de la jornada laboral con final a las seis de la tarde, y considera que esos cien mil trabajadores a los que podría afectar «son una cifra válida, e incluso conservadora».

En términos porcentuales, el impacto de la medida en Extremadura sería más limitado que en otras regiones con menos empleados públicos y más industria. Aún así, en la comunidad hay empresas que llevan años funcionando con la jornada laboral por la que ahora apuesta el Ejecutivo central. Una de ellas es Soditec, con sede en Cáceres en el polígono de Las Capellanías y dedicada a la fabricación de pizarras digitales y otras herramientas tecnológicas cada vez más habituales en el ámbito educativo. «Nosotros trabajamos con el horario de nueve a seis desde unos meses después de la creación de la empresa en el año 2007», explica Manuel Martín, responsable del departamento de I+D.

Él detalla que los trabajadores tienen una hora para comer, y que pueden elegirla a su conveniencia, si bien la mayoría lo hace entre las dos y las dos y media. La única norma a cumplir es que siempre debe haber alguien trabajando. «No ha hecho falta regular de ninguna manera esta cuestión de la hora para comer, porque siempre nos hemos organizado entre nosotros, de forma natural, cada uno yéndose a comer cuando más le conviene, y como no todos elegimos la misma hora, siempre queda alguien para atender a los clientes».

En verano, de 8 a 3

Este horario de nueve de la mañana a seis de la tarde rige en Soditec para toda la plantilla y durante todo el año excepto durante la segunda quincena de julio y la segunda de agosto (en la primera de este último mes, la empresa cierra), en que pasa a ser de ocho a tres. «Con este cambio en esas fechas argumenta Manuel Martín, evitamos trabajar en las horas de más calor, seguimos coincidiendo en horario laboral con nuestros clientes y además ahorramos en consumo energético».

«El motivo principal de trabajar de nueve a seis explica Martín es que es el horario que mejor se adapta a la mayoría de nuestros clientes, que están repartidos por varios países de Europa y Sudamérica». En concreto, la firma cacereña trabaja habitualmente con empresas de Alemania, Inglaterra, Holanda, Ecuador, Brasil, México y Costa Rica. «Trabajando de nueve a seis hora española coincidimos dentro de los horarios laborales habituales de estos países», comenta el trabajador de Soditec, que tiene en su plantilla una veintena de empleados fijos y más o menos eventuales según la carga de trabajo, aunque han llegado a ser más de cien.

La experiencia de años trabajando de nueve a seis les ha enseñado que este horario que el Gobierno quiere generalizar «no plantea ningún inconveniente y sí muchas ventajas», resume Martín. «Por lo que yo veo en el día a día detalla, salir a las seis permite que quienes tienen hijos, pasen más tiempo con ellos, y quienes no los tienen, puedan quedar con un amigo para tomar algo, ir al gimnasio o dedicar la tarde a estudiar».