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¿Qué ha pasado hoy, 18 de marzo, en Extremadura?
Vivienda unifamiliar con una placa de energía solar instalada en el tejado.
La Junta ofrece ayudas para instalar placas fotovoltaicas para autoconsumo

La Junta ofrece ayudas para instalar placas fotovoltaicas para autoconsumo

La Administración regional subvencionará con un máximo de 8.000 euros la colocación de equipos por particulares

Juan Soriano

Viernes, 9 de diciembre 2016, 14:01

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Pensar en energías renovables trae a la imagen grandes plantas de producción con placas solares o aerogeneradores. Pero hay un gran margen de aprovechamiento por parte de particulares y empresas. Por ese motivo, la Junta de Extremadura ha lanzado por primera vez una línea de ayudas para instalaciones fotovoltaicas destinadas al autoconsumo. Forman parte de una amplia convocatoria que cuenta con un presupuesto de 4,4 millones de euros y cuyo plazo de presentación de solicitudes se abre hoy por un periodo de cuatro meses.

Estas ayudas fueron creadas por el Gobierno popular de José Antonio Monago en mayo del pasado año. Sin embargo, en su primera convocatoria no se incluyó la línea destinada a placas fotovoltaicas para autoconsumo. El Ejecutivo socialista de Fernández Vara las pone en marcha por primera vez, aunque con cambios como la reducción de la subvención a conceder.

El consejero de Economía e Infraestructuras de la Junta, José Luis Navarro, destacó ayer en la presentación de la convocatoria de 2017 que la instalación de placas para autoconsumo es rentable, ya que permite generar energía a un precio más bajo que el que cobran las operadoras tradicionales. Pero recalcó que el «impuesto al sol» creado por el Gobierno de Mariano Rajoy, por el que hay que pagar por producir electricidad aunque sea para uso propio, supuso un lastre a su desarrollo. La Administración regional pretende paliar ese gravamen con una línea de ayudas que desaparecerán si, como piden todos los partidos de la oposición, se regresa a la legislación anterior.

Navarro puso como ejemplo la instalación de placas para energía fotovoltaica en una vivienda unifamiliar convencional, que mantendría su enganche a la red como respaldo cuando la fuente renovable no esté disponible. Con una potencia de 2 kilovatios (el tope fijado por la Junta es de 5 kilovatios), el coste de referencia sería de 5.000 euros y Economía aportaría el 40%, 2.000. Si además se instalan acumuladores para mantener la energía, la subvención llegaría a 3.200 euros.

El consejero también destacó como novedad que por primera vez se ofrecen ayudas para producción de electricidad o calor mediante biogás. En este caso están destinadas a empresas, autónomos y proveedores de servicios energéticos. Este grupo también podrá optar a las modalidades de instalaciones fotovoltaicas, solares térmicas (para agua caliente o climatización), hidrotermia y aerotermia con bombas de calor, geotermia y biomasa. Esta última también está disponible para particulares, además de la fotovoltaica para autoconsumo, mientras que para entidades locales sólo se permite esta línea de subvenciones.

Amortizar las instalaciones

La convocatoria del año 2015 contó con un presupuesto de cerca de 2,3 millones de euros que se agotó gracias a las solicitudes de particulares. Navarro se planteó ayer como objetivo que ahora también se consuma todo el crédito disponible.

El sector da la bienvenida a esta nueva convocatoria de ayudas, pero sigue reclamando cambios normativos al Gobierno. Vicente Sánchez, presidente del Clúster de la Energía de Extremadura, que agrupa a las empresas de la región, reconoce su satisfacción aunque afirma que «por desgracia es un parche».

Sánchez señala que, con los impuestos creados por el Gobierno de Rajoy, se estima que una instalación de autoconsumo (incluyendo toda la parte técnica, que puede suponer un 30% más de costes) se puede amortizar entre 13 y 16 años gracias a la rebaja que se obtiene respecto al precio convencional de la electricidad. Pero con las ayudas que ofrece la Junta ese plazo se puede reducir a siete años o incluso menos.

Sin embargo, afirma que el principal problema es la incertidumbre generada en el consumidor debido a los cambios legislativos y a la farragosa normativa actual. Como ejemplo, señala que hay placas para autoconsumo instaladas pero sin funcionar porque no se sabe cuánto deben tributar por su producción.

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