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María Pérez, a las puertas del cementerio
¿Privilegios? Ni muertos

¿Privilegios? Ni muertos

Oliva de la Frontera cambia las normas sobre los enterramientos tras la denuncia de que una edil cambió a su suegra saltándose a una vecina

Rocío Romero

Jueves, 1 de diciembre 2016, 22:49

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Oliva de la Frontera (5.461 vecinos en el sur de la provincia de Badajoz) acaba de modificar el reglamento de cementerios. Desde noviembre, nadie podrá trasladar féretros a nichos nuevos. La modificación surge a raíz de las críticas porque una concejala, Josefa Pérez, cambió a su suegra al lugar donde una vecina quería enterrar a su madre. La polémica ha sido tal que el Pleno del Ayuntamiento ha tenido que cambiar la ordenanza. Nadie puede ya trasladar ningún cuerpo  a un espacio de nueva construcción, pero sí a uno usado, porque se ha prohibido la venta de nichos nuevos para traslado de restos.

La historia se remonta a principios de agosto. María Pérez perdió a su madre el 9 de ese mes. Según cuenta, ese mismo día preguntó dónde le tocaba enterrarla. Asegura que la respuesta que recibió de todos los que tenían algo que decir (el enterrador y en el tanatorio) era que en la segunda fila. Al día siguiente, María Pérez acudió al Ayuntamiento por la mañana para aprovechar y pedir el cambio del cuerpo de su padre junto a donde se encontraría su madre. Allí le dijeron que se marchara y que volviera en una hora y media. En ese tiempo, el funcionario municipal iba a gestionar la documentación para el traslado.

María se dirigió entonces al tanatorio, y su marido al cementerio. Su esposo se encontró con que el sitio que le habían asignado a María estaba ya ocupado por la suegra de una concejala. Y ahí se montó el jaleo, porque el padre de María según ella estaba ya «en un carretón».

Así que tuvieron que enterrar a su madre y a su padre en la siguiente altura: la tercera. ¿Qué importa que el entierro fuera en el segundo o el tercero? La respuesta está en la escalera. Ella quería el segundo porque no necesita subirse a ningún sitio a limpiar la lápida.

Pérez dice que la suegra de la concejala había fallecido hacía al menos tres años, pero el suegro lo había hecho unos días antes y estaba ya depositado en la primera fila. Ese es el motivo que ella argumenta para que quisieran enterrar a la suegra en el sitio que tocaba a su madre. «Que conste que yo no tengo nada con la concejala, sino con el Ayuntamiento. He buscado a un abogado», asegura.

María Pérez se lo tomó tan a pecho que fue a ver a la alcaldesa, Luisa Osorio (PSOE). Y ahí ya dice la remataron. «Delante de mi hija y del secretario del Ayuntamiento, la alcaldesa me dijo: Anda, vaya hija que estás hecha, haber pasado un día arreglando papeles en el Ayuntamiento en lugar de estar velando a tu madre».

La alcaldesa, sin embargo, afirma que esas no fueron exactamente sus palabras, aunque reconoce haberle dicho que le llamaba la atención que pasara el día del velatorio preguntando por el nicho. Es más, dice sentirse acosada por toda esta polémica e invita a María Pérez a denunciarla si cree que ha cometido alguna ilegalidad. «Si he prevaricado como me acusan, que me denuncien», insiste.

Luisa Osorio indica que la familia de la concejala había comenzado ya los trámites para el traslado y tenía el permiso. El suegro de la concejala no pudo recibir sepultura con la suegra porque no habían pasado cinco años desde su fallecimiento, ese plazo es indispensable para poder abrir un nicho. Así que el hombre tuvo que ser enterrado donde le tocó. La familia pidió autorización entonces para el traslado «y con fecha anterior al fallecimiento de la madre (de María Pérez), se le autorizó».

La alcaldesa insiste en que su pueblo no sabe de favoritismos en el orden de los entierros. «Mi suegra murió y está en un cuarto», asegura.

Hasta ahora, los nichos se asignaban para los traslados también por orden de solicitud y correlativos. Con el cambio, solo se pueden cambiar a nichos usados. Y el que muera descansará para la eternidad en el lugar que le toque por orden. Todos los espacios tienen el mismo precios, independientemente de dónde se ubiquen: 600 euros.

Pleno polémico

Sin embargo, la polémica está en el pueblo. Se debatió en un Pleno, que se puede ver a través de la web municipal. En esa reunión se inició la modificación del reglamento que  ya está en vigor.

Durante el debate, el portavoz de CIO (Colectivo Independiente Olivero), Francisco Serrano, mostró indignación por la situación que había vivido María Pérez y propuso que se la dejara hablar. Pero la alcaldesa no quiso y llamó al orden en varias ocasiones al concejal de la oposición. «Esto es bastante grave, han bajado de un nicho en el cuarto a uno en el segundo (...). Esto no se ha permitido nunca y ustedes lo han permitido este verano con un familiar de una concejala. Ahora más gente quiere hacer lo mismo y ustedes le dicen que no, por eso cambian ahora el reglamento». En Oliva de la Frontera ya no se quieren privilegios, ni para los muertos.

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