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Seis personas, dos de ellos guardias civiles, mueren al ser arrolladas por un camión en un control de tráfico en Sevilla
Entrada a la base aérea de Talavera La Real en una imagen de archivo.
«No es un avión, es una cosa extraña»

«No es un avión, es una cosa extraña»

Defensa saca a la luz 80 expedientes sobre avistamientos de fenómenos extraños, cuatro de ellos ocurridos en la región

Miguel Veríssimo

Martes, 25 de octubre 2016, 22:57

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Tres personas aseguran haber visto un platillo volante en Usagre, los pilotos de varios aviones del Ejército avistan un objeto volante no identificado en la vertical de Montánchez, y en la base de Talavera escuchan ecos móviles inexplicables y disparan contra un ser verde de tres metros de altura. Son los cuatro fenómenos paranormales extremeños documentados y desclasificados por el Ministerio de Defensa.

4 casos Extremeños

Desde el pasado 23 de octubre, 80 documentos sobre avistamientos de fenómenos extraños, también conocidos como expedientes ovni, pueden leerse en formato digital en la Biblioteca Virtual de Defensa. El propio ministerio explica en su página web que en 1991 se inició un proceso de desclasificación de estos documentos para ponerlos a disposición del público que solicitaba estudiarlos. Un año después fue depositada una copia física en la Biblioteca Central del Ejército del Aire, en el cuartel general en Madrid. Los documentos abarcan desde el primer fenómeno documentado en el espacio aéreo español, ocurrido en 1962 en San Javier (Murcia), hasta el último, fechado en 1995 en Morón de la Frontera (Sevilla). Entre todas esas 1.900 páginas de avistamientos hay cuatro expedientes ovni extremeños.

El más antiguo data del 3 de junio de 1967 y sucedió sobre la localidad cacereña de Montánchez. Aquel día un avión T-33 con dos pilotos despegó de Torrejón con destino a Talavera La Real. «Al llegar a la vertical del Montánchez observan un objeto brillante. Intentan llegar a su altura sin lograrlo, teniendo la impresión de que el objeto se elevaba también, aunque no de forma constante. En dos ocasiones notaron fuertes interferencias de radio al pasar bajo la vertical del objeto», relata el informe del ejército que revisa los hechos, que data del 22 de noviembre de 1992.

Posteriormente, dos F-86 de Torrejón se desplazaron hasta el lugar de los hechos. «Tanto unos como otros coinciden en el aspecto cambiante del objeto: color gris claro, muy brillante, con forma de balón deformado», continúa el documento. El expediente contiene la transcripción de la conversación entre los pilotos. «No es un avión lo que estamos viendo, es una cosa extraña», relata uno de ellos. Varios de los militares coincidieron posteriormente en que se trataba de un globo.

En las conclusiones del informe de revisión de los hechos se asegura que dos radares detectaron el objeto. «Con las lógicas reservas, tanto la impresión general de los pilotos como el comportamiento y forma del objeto inducen a pensar que se trató de un globo sonda», señala el texto. El expediente ahora digitalizado incluye además un recorte de la Hoja del Lunes de Badajoz del 5 de junio de 1967. «Personas del mayor crédito aseguran que vieron a gran altura un objeto luminoso que se cree pueda ser un platillo volante» en la plaza donde se encuentra el Parador Nacional de Turismo de Mérida, relata el texto.

El segundo expediente analiza lo ocurrido el 14 de enero de 1975 en la base de Talavera, algo así como el Área 51 extremeña, con dos expedientes ovni documentados. Aquel día estaba prevista la llegada de un avión con el entonces ministro de Agricultura, Tomás Allende y García-Baxter, a bordo. El controlador de tierra observó desde su pantalla de exploración siete u ocho ecos móviles. «Le llamó la atención los diversos cambios de velocidad en los ecos, desde mantener velocidad relativamente reducida de avión convencional hasta alcanzar las altas velocidades de avión reactor», explica el informe de un teniente coronel contenido en el expediente. Los ecos acabaron por alejarse y el avión del ministro terminó por tomar tierra sin mayores sobresaltos.

La revisión de este informe, llevada a cabo en 1993, afirma que los datos del expediente son insuficientes y que «podría catalogarse el suceso como de aparición de ecos falsos», algo que puede suceder en los sistemas de radar.

De Badajoz a Caracas

«Era una figura humana; o al menos, lo parecía. Y era muy alta, de unos tres metros. (...) Era todo luz, una luz verde. Igual que la luminosidad que ofrece el fósforo durante la noche». Así describen dos soldados el encuentro paranormal que tuvieron durante la noche del 12 de noviembre de 1976 en la base de Talavera. Las palabras de los soldados las recoge el Diario de Caracas, que se hace eco de este presunto suceso. En el texto, los soldados aseguran haberse sentidos indispuestos tras ver el extraño ser resplandeciente, por lo que descargaron varias ráfagas de ametralladora. En un texto escrito por J. J. Benítez en Mundo desconocido se señala que en total se efectuaron cerca de medio centenar de disparos de los que al día siguiente no quedaba ni rastro. En los informes, Defensa relata que nunca se encontró ningún documento relativo al suceso.

El último avistamiento desclasificado ocurrido en suelo extremeño se produjo el 11 de octubre de 1993 en Usagre. Dos personas que viajaban en coche denunciaron ante la Guardia Civil haber avistado la noche anterior lo que podría ser una nave espacial con «numerosas luces (color anaranjado, amarillo y blanco) que marcaban y describían el perfil y configuración del propio objeto». Pasados unos días, un nuevo testigo aseguró que vio el mismo objeto a través del espejo retrovisor de su vehículo. Según el informe, en aquella noche se celebró en Usagre una boda con gran cantidad de petardos y cohetes que pudo haber confundido a los denunciantes.

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