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Interior del Centro de Interpretación de los Castillos y la Edad Media de Alburquerque. :: F. j. Negrete
Un centro de interpretación  fantasma en Alburquerque

Un centro de interpretación fantasma en Alburquerque

Vadillo mantiene su propuesta de albergar una hospedería donde ahora hay un espacio dedicado a los Castillos y la Edad Media

FRANCISCO J. NEGRETE

Domingo, 28 de agosto 2016, 09:51

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El culebrón sigue en Alburquerque, concretamente en el Castillo de Luna. En los baluartes del monumento se terminó de construir hace cinco meses un Centro de Interpretación de los Castillos y la Edad Media. Todavía no ha sido inaugurado, pese a que la Junta de Extremadura ofrece la posibilidad de visitarlo en una página web creada al efecto, www.extremaduramedieval.es.

La historia de este centro fantasma viene de largo. El último capítulo lo ha protagonizado el alcalde de Alburquerque, Ángel Vadillo, que ha justificado su negativa a que abra el centro de interpretación, en cuyas obras la Junta de Extremadura ha invertido 600.000 euros, argumentando que los baluartes del castillo donde se ha construido este espacio tienen que albergar la hospedería que estuvo proyectada en un principio. La Junta de Extremadura, cuando todavía estaba gobernada por el Partido Popular, descartó continuar con este proyecto tras haber invertido 5,9 millones de euros y considerarlo «inviable turísticamente».

El primer capítulo de esta historia se escribió en 2007. Entonces la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento de Alburquerque apostaron por convertir en hospedería el interior del Castillo de Luna. Para ello, el proyecto contemplaba la construcción de una torre de hormigón de 35 metros de altura, anexa a las murallas, con el fin de albergar los ascensores de subida de los clientes a la fortaleza, así como una pasarela de cristal de 20 metros de largo que perforaba la muralla por la zona este y facilitaba el acceso al interior del castillo, en cuyo patio de armas iba un túnel. Se trataba de una obra faraónica que distorsionaba por completo la imagen de la fortaleza.

En enero de ese año, Vadillo y Manuel Amigo, consejero que tuvo junto al alcalde de Alburquerque la idea de la hospedería en una visita al pueblo algún tiempo atrás, colocaron la primera piedra de la obra dentro de la fortaleza. Un año después, cerraba el castillo y comenzaban las obras.

Pero surgió la Asociación en Defensa del Patrimonio (Adepa) para oponerse a esta construcción y plantear una alternativa para construir el hotel en otro edificio histórico de la localidad, el convento de San Francisco. Este colectivo consiguió el apoyo de Adenex, de la Unesco, del prestigioso castellólogo internacional Edward Cooper y de otras entidades públicas y privadas de defensa del patrimonio.

Tal fue la presión que obligó a las autoridades a modificar el proyecto y, después de plantear otro que incluía perforar la roca en la que se asienta el castillo para albergar los ascensores, finalmente optaron por un tercero, que a la postre sería definitivo: vaciar los baluartes y construir dentro una hospedería subterránea, de manera que se evitaba el impacto visual.

Pero el presupuesto se disparó ante los graves problemas de desprendimiento de rocas y la necesaria consolidación de muros y, tras cuatro años de trabajos y más de 5 millones de euros invertidos, las obras quedaron paralizadas a mediados de 2011, y ese mismo año se desmontaron las enormes grúas que competían en altura con las murallas. Mientras, el castillo llevaba ya cerrado casi cuatro años, los hosteleros del pueblo y otros negocios se quejaban e incluso dos restaurantes y un hotel tuvieron que cerrar sus puertas.

El gobierno popular descartó continuar con la hospedería en los baluartes porque, según explicó en 2013 el entonces consejero Víctor del Moral en una visita al castillo, «terminar la obra supone una inversión de más de 5 millones de euros en un proyecto inviable turísticamente, en el que ya se han gastado 5,9 millones». A cambio, y con el fin de aprovechar el espacio diáfano resultante del vaciado de los baluartes, anunció la construcción de un «centro de interpretación de los castillos y la Edad Media», proyecto que había sido presentado a la Junta de Extremadura por los concejales del PP en la oposición en Alburquerque.

Obras

Poco después, en noviembre de 2013, el castillo abrió sus puertas tras seis años cerrado. Fueron necesarias primero unas obras de acondicionamiento, debido a que la instalación tenía las puertas y ventanas destrozadas, paredes abatidas, vegetación de más de dos metros de altura y otras muestras de haber estado abandonado a su suerte durante todos esos años.

En mayo de 2015 comenzó la obra del Centro de Interpretación de la Edad Media, adjudicada a la empresa Tragsa con un presupuesto de 600.000 euros. Este tiene dos plantas. En la baja van grandes paneles con imágenes de la Edad Media extremeña y las fortificaciones, así como monolitos sobre los que se proyectarán imágenes de los castillos extremeños y una maqueta de Alburquerque, con sus monumentos, fiestas y un aula de juegos para visitas escolares y de niños. En la planta alta existe una sala explicativa de la historia del castillo de Luna y otras tres con escenas costumbristas de la época, como una fragua, una panadería o un mercado. Aparte, queda un espacio grande para utilizarlo con otros atractivos de cara al turismo.

Este centro de interpretación está listo desde hace cinco meses para recibir visitas y, con este fin, la Junta de Extremadura lo promociona en la web www.extremaduramedieval.es, en la que, además de explicar con detalle los atractivos y servicios del proyecto, presenta un formulario para ser rellenado por colectivos, colegios o institutos, y concertar una visita. Sin embargo, aún no ha sido inaugurado.

Mientras tanto, en Alburquerque se preguntan por qué permanece cerrado este recurso turístico cuando las visitas son muy necesarias para el sector hostelero. Y, ante esta situación, en la última sesión de pleno, el portavoz popular, Ángel Rasero, exigió al alcalde la apertura del Centro de Interpretación. Rasero dijo que Alburquerque está perdiendo muchos turistas por la postura negativa de Vadillo a su apertura, y dijo que existe una página web creada por la Junta para ofrecer las visitas y donde se facilita el contacto con la oficina de turismo de Alburquerque, pero aquí se indica que éste no está en funcionamiento. Además, el edil popular insistió en que, aunque las obras empezaron con el gobierno de Monago, posteriormente, «Vara ejecutó varias partidas».

El actual alcalde, Ángel Vadillo, respondió arremetiendo contra el anterior presidente regional porque planteó este proyecto sin contar con el alcalde y le acusó de ir «en contra de la localidad y de decidir unilateralmente la obra». Éste exigió que continúen las obras de la hospedería en los baluartes donde está el Centro de Interpretación y que éste último se traslade al interior del castillo de Luna.

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