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J. LÓPEZ-LAGO
Viernes, 22 de julio 2016, 00:35
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En la entrada de Zahínos, antes de adentrarse entre las cuestas de este pueblo del sur de Badajoz, tres jubilados aprovechan la sombra y un banco con la pared por respaldo para pasar la mañana. Vicente Águedo, de 76 años, se queja de que cobra unos 700 euros de pensión al mes, de lo que paga en concepto de tasa de recogida de basura y de que la última declaración de la renta le salió a devolver un euro y medio. Ríe ante la ocurrencia de que el ministro Montoro le invite a café una vez al año. Su departamento acaba de publicar una clasificación que sitúa a Zahínos como el segundo pueblo de España con menos renta bruta por declarante, 10.301 euros al año según las declaraciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
En la cola de esta lista hay otros siete municipios extremeños más entre los 25 últimos. En todos ellos la renta media bruta no supera los 12.000 euros anuales, muy lejos de los 59.279 euros del municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón, que lidera la clasificación.
La cuestión es que en este pueblo madrileño la tostada con café servida en una terraza no cuesta 1,70 euros. Detalles como éste y que Zahínos cuente con prácticamente todos los servicios básicos a mano hacen que en el Ayuntamiento desconfíen de estos datos que, aislados, resultan demoledores. Sus habitantes no creen que refleje la realidad. Dicho de otro modo, los zahineros no se consideran pobres.
Los vecinos lo argumentan con discreción, ya que el dinero que compensa una renta tan escasa procedería de la economía sumergida, billetes que Hacienda no ve pero existen. De hecho, hablan de que las inspecciones fiscales no son pocas pues a los técnicos les sale de ojo que haya casas enormes ocupadas por personas que declaran unas rentas exiguas. Esto se explica porque al cumplir los 18 años cualquier vecino se convierte en copropietario de una dehesa comunal gestionada a través de la sociedad civil El Progreso, lo que permitió sortear parcelas de 300 metros cuadrados donde cada uno ha levantado su vivienda ahorrándose el coste del suelo.
Zahínos, donde la actividad carbonera es muy intensa, tiene fama de ser un pueblo laborioso. «Predomina el obrero agrícola eventual que encadena la temporada de la fruta con la del corcho, la uva o la aceituna. Con eso, un hombre se saca entre 5.000 y 6.000 euros y el resto del año el dinero le viene por el Aepsa», explica el secretario del Ayuntamiento, Juan José Torrado.
Con 2.800 habitantes es el típico pueblo pequeño extremeño. Más allá de su actividad carbonera y corchera como peculiaridad, pues el pueblo está rodeado de alcornoques, también hay vacas, cerdos y ovejas.
Zahínos dispone de dos colegios, un instituto, un centro de día recién acabado con comedor, un consultorio médico con guardia las 24 horas, su piscina municipal, campo de fútbol, estanco, farmacia, dos oficinas bancarias, cajero, su peña motera, la del Real Madrid, la del F.C. Barcelona, un club de cazadores y hace poco abrió una administración de lotería. Y aunque no recibe turistas, conserva una torre medieval y una lápida romana datada en el siglo II.
Igualmente, comparte las características del resto de pueblos de la región, como son una población envejecida y un paulatino descenso de la cifra de habitantes. Tiene unos 500 menos respecto a 1980.
Según Juan José Torrado, el Ayuntamiento del segundo pueblo con menos renta de España maneja unos tres millones de presupuesto al año y están al día, esto es, no hay deuda, lo que les permitirá afrontar una renovación de todo el alumbrado público con luces LED próximamente porque el BBVA les financiará los 300.000 euros que cuesta la inversión.
La tasa de paro es alta, pues ronda el 30%, pero de nuevo la estadística no es fiable. Torrado afirma que el que quiere trabajar, trabaja. Se basa en que para explotar los terrenos comunales hay continuamente convocatorias de empleo. Otros vecinos afirman que muchos jóvenes prefieren cobrar el subsidio antes que trabajar, «igual que en tantos otros pueblos», añaden exculpándose.
La cuestión es: ¿Es pobre la gente en Zahínos? «No, aquí la gente no es pobre ni hay miseria. », responde Juan José Torrado, el secretario del Ayuntamiento, que no da demasiada fiabilidad a la estadística de Hacienda. ¿Se puede vivir aquí con 10.000 euros al año? «Con ese dinero un joven sin cargas familiares que viva en casa de sus padres sí puede vivir, pero un padre de familia difícilmente llegaría a fin de mes».
¿En Zahínos la gente se va de vacaciones? «Como mucho un fin de semana a la playa porque ahora están en la campaña de corcho. No es lo normal». ¿Es feliz la gente de Zahínos? «Yo diría que sí. Y austera también, pero aquí se es feliz».
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