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Frutas y extractos en los laboratorios de Ctaex.
Zumos de fruta para mejorar la fertilidad

Zumos de fruta para mejorar la fertilidad

Reprobeb es un proyecto que persigue la elaboración de alimentos funcionales que incidan positivamente en la salud reproductiva dirigidos a toda la población

José M. Martín

Martes, 28 de junio 2016, 22:50

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«La alimentación saludable significa mejor salud reproductiva y menores problemas de fertilidad», indica Santiago Álvarez, investigador de la Universidad de Extremadura. Con esta premisa surge Reprobeb, un proyecto de investigación que pretende concluir con el desarrollo de bebidas funcionales que contengan suplementos alimenticios dirigidos a la mejora de la fertilidad. La intención es que estos alimentos actúen como medida preventiva para la población general. «Es decir, que la gente que está pensando en tener hijos pueda adquirir en una gran superficie, en una tienda o en un supermercado bebidas que mejoren su salud reproductiva», añade Álvarez, que también es asesor científico del Instituto Extremeño de Reproducción Asistida (IERA).

En este sentido, hay que tener en cuenta que hay muchos factores que afectan a la fertilidad en las mujeres. Entre ellos están las patologías, como la endometriosis, el síndrome de ovarios poliquísticos o los fallos ováricos prematuros, que pueden afectar a cualquier edad. «Todos ellos tienen potencialmente tratamiento, sin embargo la edad no tiene terapéutica», expone Álvarez, para hacer referencia al principal problema en la fertilidad y que no es otro que «el retraso en la edad a la que la mujer accede a su primer hijo», afirma.

En el caso de los varones que son los responsables de, más o menos, un tercio de las causas que impiden la reproducción la medicina y la técnica también pueden solventar en gran medida esas dificultades.

Ante esta situación, y teniendo en cuenta que el estilo de vida de la sociedad actual va retrasando cada vez más la edad a la que las mujeres deciden tener descendencia, los profesionales de IERA-Quirón Salud detectaron una demanda entre sus pacientes y una posible solución a este problema. «A diario, vemos pacientes con trastornos alimenticios y eso está relacionado directamente con la reproducción: una mujer anoréxica no puede quedarse embarazada, tampoco lo puede hacer una mujer con obesidad mórbida y el síndrome de ovarios poliquísticos está muy relacionado con la alimentación», comenta el investigador de la UEx. Así, uno de los objetivos del proyecto es desarrollar un producto que incida en un deterioro menor y un envejecimiento más lento de los óvulos.

En la actualidad existen suplementos alimenticios para embarazadas o para mejorar la calidad espermática en los varones. «Estos productos son considerados como medicación que trata una patología y no pueden adquirirse en tiendas, solo en farmacias», apunta Álvarez.

Por el contrario, Reprobeb pretende el desarrollo de un alimento funcional, no de un medicamento, por lo que no puede utilizar para la elaboración de la bebida elementos que, según la legislación, estén reservados para su uso en medicina. Esto supone uno de los aspectos más novedosos de la investigación, ya que se están buscando compuestos que no se utilizan actualmente. «Vamos a comprobar el efecto de diez sustancias en modelos animales para ver si mejoran la fertilidad y en caso positivo las utilizaremos en las bebidas», dice Álvarez, incidiendo en que se están viendo inmunosupresores y algún otro compuesto que nunca se había utilizado en alimentación. «La justificación científica y los ensayos preliminares para algunos inmunomoduladores, aminoácidos y antioxidantes han sido bastante novedosos», puntualiza el investigador de la UEx.

Función nutritiva

Los alimentos funcionales son aquellos que a partir de la función nutritiva tienen algún beneficio para el organismo. «Presentan propiedades beneficiosas, ya sea para mejorar la salud o para evitar el riesgo de contraer enfermedades», comenta José Luis Llerena, director del Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (Ctaex), otra de las entidades que forman parte del consorcio que trabaja en el proyecto.

Los responsables de la investigación se decantaron por un zumo como el producto final más adecuado para utilizar como matriz, «a la que se añadirán ingredientes que tengan efectos fisiológicos positivos sobre el consumidor», aporta Santiago Ortega, investigador de Ctaex, apostillando que esta elección se debe a que los zumos son un producto alimentario muy consumido tanto en España como en Europa y se han considerado una base alimentaria óptima para la incorporación de este tipo de sustancias. Además, el uso de frutas sirve «para destacar los aspectos saludables de los alimentos que tenemos en nuestra región», según Llerena.

La investigación prevé una duración de tres años y se inició a finales de 2015 con el objetivo de crear un alimento que mejorara la fertilidad. Pero, durante su transcurso, «hemos creído conveniente hacer varios tipos de bebidas: una preconcepcional, para mujeres ue quieren quedarse embarazadas y desconocen si tienen o no problemas, y otra para mujeres que ya están recibiendo un tratamiento de reproducción asistida porque no logran el embarazo», expone Ana Ortiz, embrióloga de IERA. En tercer lugar hay una bebida para los hombres.

Las bebidas tendrían compuestos comunes «como la vitamina D, de la que hay estudios que correlacionan una deficiencia con la infertilidad masculina y femenina», según Ortiz» y otros diferentes «hay vitaminas que ayudan a la implantación embrionaria y compuestos como el selenio o el zinc mejoran la concentración y movilidad espermática», remarca esta embrióloga.

El proyecto está dividido en cuatro fases y en la actualidad se están realizando los ensayos in-vitro y los ensayos preclínicos en modelos animales. De esta última parte se encargan la empresa Neuron y el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón (CCMI) y se realizan con peces cebra y ratones.

A la bebida final, que debe estar lista a mediados de 2017, no solo se le añadirán compuestos utilizados como suplementos alimenticios, también tendrá extractos de frutas, que incorporarán sustancias como la citrulina, presente de forma natural en la sandía. «En Ctaex estamos trabajando con extractos de frutas para obtener ingredientes activos estables que puedan ser incorporados a zumos de frutas», señala Ortega.

Por el momento, hay varias frutas entre el abanico de las que se están valorando sus propiedades, así como las vitaminas y los componentes que tienen. La idea es que puedan aportar a los zumos de manera natural las sustancias que se consideran positivas para mejorar la salud reproductiva de los consumidores.

Además de beneficioso para la salud, también se intenta que el producto resultante tenga un sabor agradable y sea organolépticamente apetecible. De este modo, se elaborará en Ctaex a escala piloto para que pueda caracterizarse nutricionalmente, fisicoquímicamente, microbiológicamente y sensorialmente a través de los paneles de cata. «Nutricionalmente, se determinará su contenido en hidratos de carbono, proteínas, grasas, fibra, vitaminas y minerales, así como su contenido energético. Se trata de desarrollar un alimento saludable», certifica Ortega. Mientras que en el resto de parámetros, se valorará que sea estable a la vista y desde el puntos de vista microbiológico. Por último, habrá un test de vida útil para dar una fecha de caducidad.

Una vez superadas todas las pruebas de laboratorio, otra empresa socia del proyecto se encargará de su producción a escala industrial. «AMC está en Murcia, pero esto puede servir para que empresas de la región vean que existe la posibilidad de hacer otras líneas de alimentos más específicos, como son los alimentos funcionales», entiende el director de Ctaex.

La última fase de la investigación es el estudio de intervención en humanos, mediante el cual se pondrán las bebidas a disposición de pacientes de clínicas de reproducción y se irán recogiendo datos para estudiar su salud reproductiva. «Controlaremos a personas que consumen esas bebidas y a personas que no. Veremos si consiguen más embarazos, si tienen mejor calidad de semen, si producen más óvulos, si se fecundan mejor o si se la bebida de implantación funciona. Eso tiene un valor comercial muy importante y es un valor añadido del proyecto», concluye Álvarez, que es muy optimista con el transcurso de la investigación.

El director de Ctaex también considera que el proyecto tiene muchas opciones de ser un éxito. «En su evaluación ha sido el número 11 de los más de 500 que se han presentado a la convocatoria de CDTI», se alegra Llerena, que también apoya su visión en el interés que muestra AMC. «Una empresa de estas características no estaría con nosotros si no viera que tiene unas buenas opciones de negocio. Tener un socio comercial indica que esto puede acabar en el mercado», prevé Llerena.

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