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El actor, en la serie 'Hispania', en la que interpretó el papel de Teodoro. :: quique baro
De Barcarrota a Hollywood vía París

De Barcarrota a Hollywood vía París

La mochila profesional del actor extremeño Antonio Gil suma ya escenarios y platós de medio mundo

ANTONIO ARMERO

Domingo, 5 de junio 2016, 08:21

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Antonio Gil Martínez (5 de diciembre de 1965) nació en Barcarrota, se crió en Gerena (Sevilla), estudió en Sevilla y París, ha trabajado en producciones de Hollywood, Sidney o Nueva York y tiene casa en Londres. «Mis padres -cuenta él- eran emigrantes, iban de un sitio para otro, así que es normal que yo haga algo parecido». Él también anda de la ceca a la meca. Su casa está donde está su trabajo. Pero lo suyo es un nomadismo cultural, elegido, de viajes cómodos, que se parece poco al de sus progenitores, gente de campo que vendía o compraba mulas, vacas y cerdos ibéricos. Un universo rural que fue la cuna y el patio de recreo de un hombre que habla con nivel de nativo tres idiomas (español, inglés y francés), que ha trabajado a las órdenes de Álex de la Iglesia o Peter Brook (director teatral de prestigio mundial) y que aparece en los títulos de crédito cinéfilos junto a Daniel Craig, Juliette Binoche o Martin Sheen.

Gil es actor y director. De teatro, de cine y de televisión. Un «desarraigado», a decir de él mismo, que ha triunfado en lo suyo, y que vuelve por Barcarrota a ver a sus tíos y a sus primos, «mucho menos -admite- de lo que me gustaría».

Ahora lo tiene más fácil, porque está más cerca. «En cierto modo he vuelto al campo, porque estoy viviendo en la sierra de Madrid», detalla por teléfono. Lo ha hecho para rodar los capítulos de 'Pulsaciones', una serie de Emilio Aragón que si no hay cambio de planes, Antena 3 empezará a emitir en septiembre.

Será una más en su currículum -que ocupa cinco páginas en Linkedin-, en el que aparecen 'Hispania' (Antena 3), 'Plutón B.R.B.Nero' (Televisión Española), 'Mujeres' (TVE), 'Al filo de la ley' (TVE), 'Doctors' (BBC) y otras para Carlton TV, Hallmark TV o U. Broadcasting& Entertaiment. También películas como 'Chocolat' (Lasse Hallström), 'La mula' (Michael Radford), '007 Quantum of Solace' (Marc Foster) o 'Lluvia en los zapatos' (María Ripoll).

En su guión profesional no falta, claro está, el teatro: 'Eleven and twelve' (Peter Brook), 'El burlador de Sevilla' (Dan Jemmett), 'Señora Carrar's Riffles' (Paul Hunter). De hecho fue ahí, en las tablas, donde empezó todo. La primera vez que le pagaron por su trabajo, aunque fuera poco, tenía 17 años y formaba parte del grupo Teatro de la Jácara. Y la primera vez que cobró bien fue gracias a una obra que concibió y protagonizó él, y que puso en escena en Edimburgo (Escocia).

Para entonces, Antonio Gil -que es familia del artista Luis Martínez Giraldo, ya vivía en París, adonde viajó para estudiar en la Escuela Internacional Jacques Lecoq. «Una escuela muy prestigiosa, enfocada no tanto a la interpretación como a algo más genérico como es la creación, y en la que había gente de todos los países», recuerda ahora el actor extremeño, que vivió esa etapa parisina gracias a que logró una beca. A eso y a que se buscó la vida. «Trabajé -cuenta- en sitios de comida rápida, también cuidando a un niño a cambio de alojamiento, y como traductor, para un manual de informática».

Trabajos temporales de los que se sirvió para encontrar una ocupación para siempre. Que le ha llevado a ese sitio en el que aspiran a poner el pie al menos una vez en la vida todos los que se dedican al cine. «Lo que más me llama la atención de Hollywood -dice Gil- es la eficacia, la profesionalidad, el nivel de cuidado del detalle». Y también, claro, algunos de sus nombres más famosos. «De entre los actores conocidos por el gran público con los que he trabajado, guardo un recuerdo especial de Martin Sheen, que me impresionó no solo por su categoría profesional, sino también por su humildad, no va de estrella en absoluto».

Interpretar y dirigir

Esa normalidad en el trato la transmite también el actor extremeño, que también es director. Hace unos meses estrenó 'El lunar de lady Chaterlay', protagonizada por Ana Fernández (premio Goya a actriz revelación en el año 1999 por su papel en 'Solas'). «Para qué elegir entre el trabajo de actor y el de director, uno enriquece al otro», plantea Antonio Gil. «Si estoy interpretando, soy muy consciente de que la última palabra la tiene el director, y si estoy dirigiendo, siempre trato de dialogar mucho con los actores», reflexiona el extremeño, que hace dos años pronunció el pregón de las fiestas en honor de la Virgen de Soterraño en Barcarrota.

Allí nació su madre, y allí trabajó durante años su padre, natural de Villanueva de la Serena. En el pueblo de Gerena, a donde emigraron, el padre del actor era conocido como 'Antonio el de Conti', por el nombre del cortijo en el que trabajaba como encargado. «Entre otras cosas, Barcarrota es el sitio de los veranos de mi niñez y tengo muchos recuerdo infantiles asociados al campo, con el que mantengo una relación emocional, porque para mí fue un mundo de exploración».

Cincuenta años después, ese lugar de descubrimientos es la interpretación, que le ha permitido ser Creonte en el Teatro Romano de Mérida, don Juan Tenorio en el Teatro Central de Sevilla, el inspector Ariza en la serie 'Pulsaciones', Teodoro en 'Hispania' o José de Arimatea en 'Resucitado' ('Risen' en la versión original), su último trabajo en el cine, a las órdenes de Kevin Reynolds.

Entre series, obras de teatro y películas, Antonio Gil Martínez suma más de cincuenta títulos, rodados en localizaciones de medio mundo. A veces, también en el campo, donde su vida empezó.

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