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Café Alentejano: «Comer chocos sin sorpresas»

Café Alentejano: «Comer chocos sin sorpresas»

El Café Alentejano de Estremoz no arriesga, pero tampoco defrauda

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Jueves, 29 de abril 2021, 19:42

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Entre los 43 restaurantes de Estremoz hay uno muy característico. Se llama Alentejano y el nombre lo dice todo. Ese apelativo regional se repite en muchos pueblos del Alentejo y siempre lo ostentan los bares y restaurantes más castizos y tradicionales. Más allá de la frontera, llamarse Café Alentejano garantiza, por lo menos, antigüedad y ya se sabe que la veteranía es un grado y, en restauración, viene a decir que se saben hacer las cosas y eso ha permitido perdurar.

El Alentejano de Estremoz está situado en el centro neurálgico del pueblo, en su plaza Rossio Marqués de Pombal, en los números 14-15, es decir, el lado bueno, la acera de la inmensa plaza donde se desarrolla el mercado de los sábados, donde los estremocenses de toda la vida toman café, hacen tratos y, sobre todo, ven la vida pasar con esa indolencia tan portuguesa de los fines de semana y, a veces, de toda la semana.

El Alentejano tiene una sala grande en la planta baja, donde la clientela ve los partidos de fútbol por las noches y lee los periódicos antes de comer. Los sábados, desde aquí se puede disfrutar del inenarrable frenesí del mercado franco, una feria medieval que dura ya siglos, pero que en algunos puestos parece no haber evolucionado y permite comprar productos semejantes a los que podría ver la Rainha Isabel si decidía darse una vuelta por este Rossio donde te ofrecen frutas y quesos, embutidos y aperos de labranza, vino de la tierra y antigüedades francesas. En fin, una fiesta.

Y esa fiesta tiene continuidad en el primer piso del Alentejano, un restaurante que no destaca por la innovación, pero pedir esto en Estremoz sería pedir demasiado. Aunque haya algunas novedades gastronómicas como la tapería restaurante Gadanha, lo cierto es que ni en los llamados 'restaurantes de charme' (Cadeia, Pousada, São Rosas) ni en los llamados en el folleto turístico local 'restaurantes típicos' (Adega do Isaias, Venda Azul, Kimbo) ha habido en los últimos años cambios sustanciales en sus cartas (tampoco en sus precios, hay que reconocerlo).

El café Alentejano mantiene su estilo de siempre en el comedor: ese clasicismo sólido de los restaurantes de viajantes y asiduos, esa cocina honrada sin aspavientos ni concesiones a lo nuevo y arriesgado, ese servicio atento y familiar sin pasarse en las confianzas. En fin, te sientes a gusto, se come cómodo y tienes la garantía de que nada te sorprenderá para bien, pero tampoco para mal.

Tienen dos sopas sabrosas y bien preparadas que entonan y reconfortan (2 euros). Una es de alubias y espinacas (feijão com espinafres) y la otra es una crema de ajo francés. En los entrantes se esmeran tan poco que no existen, salvo una ensalada de bacalao con garbanzos (8), que más bien parece plato fundamental. Modernidades, cero. Se pasa directamente al pescado. Y en ese punto, ya saben, Alentejo a tope, nada de excentricidades: fundamentalmente, pescado de piscifactoría y preparaciones magníficas para seguir una dieta blanda. O sea, merluza fresca cocida (9,50), impecable, o dorada, lubina y salmón 'grelhados' (8,50). Hasta aquí, nada excitante. Más interesantes son los chocos (9,50), ya sea 'grelhados' o, mejor aún, guisados en su tinta, sin duda la opción 'distinta' en el apartado marítimo.

Café Alentejano

  • Dirección Rossio Marques de Pombal 14 15

  • Localidad Estremoz

  • Teléfono 351 268337300

  • Horario Abre todos los días

  • Terraza

  • ¿Tiene Cruzcampo? Consultar

Desembarcamos y, ya en tierra, el abanico se abre a la ternera, el cochinillo, el cerdo ibérico, el jabalí y el pavo. Si queremos seguir con una comida sana, unos bifes de perú (pavo) (8,50) son la mejor opción. No faltan la ternera estofada (8,50), el lechón asado (9,50), el filete de ternera (12) ni tres especialidades recomendables: 'guisandinho de javali' (9,50) y pluma o lagarto de 'porco preto' (10,50).

Para beber, recomiendan un vino pasable (Tiago Cabaço tinto (8) o blanco (7)) y los postres son los previsibles: sericaia com ameixa (2,50) o mousse de café, doce de bolacha, salada de frutas o fruta da época (2). Como ven, en el restaurante Alentejo se come barato, se come bien y se come cómodo. Lo dicho, sin sorpresas.

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