Extremadura es donde más bajó la licitación pública en 2015

En todo el país, la media de la bajada fue del 25%, si bien ha habido regiones donde en este 2015 se ha inyectado más dinero respecto a 2014. Es el caso de Aragón (5%), Canarias (24%) Castilla León (un 36% más), Baleares (el 47% ), y Navarra (117%), territorios donde los concursos públicos han movido más dinero en los últimos meses.

De los 230 millones de euros que correspondieron a Extremadura (en realidad es un cálculo total sobre los precios de licitación y la adjudicación suele ser más baja), 110 millones corresponden a concursos públicos que convocó el Estado; 81,9 millones son licitaciones de la Administración autonómica y 38 millones fueron licitaciones que publicaron los ayuntamientos de la región. Otra división que hace Seopan es entre obra civil y edificaciones. En la región se han licitado 136,3 millones en el primer caso y 93,6 millones en el segundo.

Como se puede ver, la Junta es la segunda administración que más dinero pone sobre la mesa para contratos públicos. También hay que señalar que este montante descendió un 33,9% entre 2014, cuando la licitación pública fue de 124 millones de euros, y 2015, con 81,9 millones, según la estadística de Seopan.

Al analizar los datos por meses, también llama la atención en este 2015 cómo la Junta de Extremadura licitó por unos importes muy abultados en los primeros meses del año, justo hasta las elecciones de mayo, cuando había convocado concursos por valor de 48,8 millones de euros en los cinco primeros meses. En los cinco meses siguientes de junio a octubre sacó obras y servicios a concurso por 33 millones de euros, sin haber alcanzado siquiera el millón de euros en los meses de agosto, septiembre y octubre.

Temor a la despoblación

En la patronal extremeña preocupan estas cifras, sobre todo las que reflejan que esta es la comunidad de España donde más ha bajado la licitación pública. Javier Peinado, secretario general de la Confederación Regional Empresarial de Extremadura (Creex), opina que la menor inversión en la región puede que nos haga entrar en una espiral peligrosa, pues si no hay una voluntad política que lo corrija cada vez vivirá menos gente en esta comunidad precisamente porque tiene menos servicios, y este descenso de la población se traducirá en menos inversiones, tanto públicas como privadas.

«Extremadura está en la coyuntura que está y si los extremeños no nos hemos dado cuenta somos unos ilusos. Extremadura siempre es la última, si hay recortes, si hay dificultades por la conciliación fiscal y hay que hacer inversiones con lupa, de modo que si se analiza la rentabilidad de la inversión Extremadura sale siempre perjudicada y se queda fuera. Las inversiones privadas es lógico que tengan un retorno, lo cual es legítimo, pero las inversiones públicas no pueden tener solo criterios de rentabilidad y optimización de recursos. Deben tener un criterio para intentar converger y vertebrar los territorios, y aquí no hemos sido capaces de convencer al Gobierno de España ni a la Unión Europea de que necesitamos un sobreesfuerzo inversor», dice el representante de los empresarios.

Según Peinado, en Extremadura tenía que haber planes específicos de inversión por dos vías. «Una facilitando el acceso a los servicios de los ciudadanos que vivimos aquí porque si no cada vez viviremos menos en Extremadura y nos quedaremos como en una reserva india del lejano Oeste; y otra vía prosigue en cuanto a la vertebración del territorio. A mí me ha preocupado muchísimo leer estos días atrás que Zamora ya tiene AVE y Salamanca tren rápido. Eso significa que Portugal va a conectar Madrid por Salamanca, así que Extremadura corre el riesgo de quedarse como un territorio totalmente aislado, algo que la Unión Europea no puede permitir».