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Hospedería La Serrana, cerrada y abandonada. :: E.R.
Piornal, el pueblo fresquito

Piornal, el pueblo fresquito

Un cámping y la hospedería pueden paliar la falta de plazas hoteleras

J. R. Alonso de la Torre

Jueves, 2 de julio 2015, 08:02

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Piornal es el pueblo más alto de Extremadura. Está situado a 1.175 metros. Pero lo importante no es la altura, sino la temperatura. Piornal es el pueblo más fresco de Extremadura. Solo La Garganta, que en las previsiones meteorológicas suele marcar uno o dos grados más que Piornal, puede competir en temperatura veraniega agradable con este pueblo del Valle del Jerte.

Sin embargo, en Piornal hay poco turismo. Parece mentira que sean las seis de la tarde, que en Plasencia, en Cáceres y en Cabezuela del Valle el termómetro marcara 38 grado-s, aquí no llegue a 30 y, sin embargo, no se vean veraneantes por las calles. Estamos en la terraza del bar Los Piornos tan a gusto: el café, la charla, una temperatura agradable y abajo, en el turístico fondo del Valle, todo el mundo en casa porque el bochorno ha despoblado las calles.

En Piornal abrió la primera casa rural de Extremadura. Se llamaba La Casa Verde, pero ha cerrado y solo se pueden alquilar habitaciones en otra casa rural, la única del pueblo, y en 12 apartamentos rurales. Un total de 40 plazas de hospedaje que parecen muy pocas para un pueblo tan apto para el veraneo y el turismo.

Aquí estuvo uno de los hoteles más importantes del Valle del Jerte, la hospedería La Serrana: 12 empleados todo el año y 16 en temporada alta, tres estrellas, 30 habitaciones, un jardín muy bello, un robledal alrededor, que en otoño daba hasta 30 kilos de boletus, y dos cerezos enormes y singulares. Pero La Serrana cerró hace tres años, el jardín está abandonado, los cerezos espectaculares se han secado y solo el robledal mantiene su encanto.

Esta hospedería tenía una imagen poco apropiada para los nuevos tiempos políticos: contaba con dos apartamentos para los altos cargos de la Diputación de Cáceres, entidad de la que dependía. En el pueblo aseguran que la nueva presidenta de la Diputación se ha comprometido a reabrir la hospedería, aunque eliminando los privilegios para la 'casta'.

Podría pensarse que Piornal tiene pocos atractivos para el turista más allá del fresquito, que ya es bastante en estos días de ola de calor, pero es que no es cierto. Hay cinco rutas circulares de senderismo, dos puntos de observación ornitológica enfocados a los fotógrafos, en septiembre abrirá el museo del Jarramplas y abundan las gargantas: la de La Bonal, la Cascada del Caozo, segundo punto más visitado del Valle del Jerte tras, Los Pilones de la Garganta de los Infiernos, la piscina natural Charco del Calderón y la Cascada de la Desesperá.

Además, está la piscina municipal, con su explanada de césped, su abundante sombra, su complejo deportivo alrededor y sus dos vasos inmensos. Y es barata: 25 euros el abono de temporada. Tanto que cada verano se hacen 1.000 abonos, una cifra asombrosa teniendo en cuenta que Piornal tiene 1.562 habitantes.

Dan las siete de la tarde y en la cooperativa del pueblo hacen cola decenas de vehículos cargados de cerezas. En una calle, la lancha 'resbalaera' entretiene a los niños, que, generación tras generación, pulen con sus traseros este tobogán natural de piedra. En esta lancha se fastidió el Jarramplas la tibia y el peroné hace unos años por querer recuperar la infancia en mal momento.

Junto a la hospedería La Serrana, el ayuntamiento está preparando un cámping especial. Será el primero de Extremadura en contar con una piscina ecológica, ya excavada y dispuesta para recibir agua, que se depurará por el efecto de nenúfares. Además, estará orientado al turismo de motor, en concreto de trial, porque justo al lado habrá un circuito natural de esta especialidad motorista, el segundo de España al aire libre tras otro que hay en León.

El cámping se inaugurará el año que viene y contará con ocho chozos, otros tantos bungalows, 60 puestos para caravanas y 150 plazas de campista. Con el cámping y la hospedería, quienes deseen escapar del calor podrán, por fin, veranear en el pueblo más alto y más fresquito de Extremadura.

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