Más de 200 puestos de confianza afrontan este mes pendientes de su cese

Si bien el personal adscrito a los gabinetes acaba su función automáticamente cuando el consejero titular cesa o es destituido, los directores y secretarios generales tienen que ser despedidos. El día que el Diario Oficial de Extremadura publique el nombre de su relevo, se sabrá que la Junta no cuenta más con ellos.

No se prevé que el nuevo gobierno socialista con sus consejeros esté formado hasta finales de junio. Así, ocurre que mientras los altos cargos ya piensan en recoger los efectos personales de su despacho, cientos de trabajadores de la administración regional tienen proyectos sobre la mesa que no saben si saldrán adelante. La situación no es nueva. Se produce cada cuatro años, y si hay un cambio de signo político en el gobierno, de manera más acusada.

El aparato burocrático extremeño está a punto de iniciar otra transición. Según las fuentes varía la cifra de personas que tendrán que volver a su anterior trabajo al salir el PP del gobierno autonómico, pero hay coincidencia en que supera de largo los dos centenares. En el PSOE existe la sospecha de que en las próximas semanas va a aflorar una cifra exagerada de cargos de confianza.

Los cargos de libre designación siguen siendo una incógnita, pues aunque la Ley de Transparencia aprobada en mayo de 2013 obliga a publicar la relación de personal directivo y laboral de alta dirección, esta provisión de puestos sigue sin detallarse.

Como mucho, la Junta de Extremadura cuantifica en 78 los puestos eventuales ocupados. Los cargos públicos dejarán de prestar servicio cuando su cese se publique en el Diario Oficial de Extremadura. En ese momento, cesarán los eventuales asimilados a ese cargo.

33 directores generales

Según el organigrama de la Administración regional, en las siete consejerías hay otros tantos jefes de gabinete y en torno a catorce asesores dos por consejero, más once secretarios generales y 33 directores generales (sin contar el Servicio Extremeño de Salud) puestos a dedo que seguramente serán relevados y deberán volver a sus puestos de trabajo. Hay que tener en cuenta que en el caso de los secretarios generales técnicos estos han de ser funcionarios, por lo que seguirían trabajando para la Junta.

A todas estas personas habría que sumar el secretario general y director gerente del Servicio Extremeño de Salud, más responsables de las áreas de salud, mientras que en el caso de Presidencia la lista de cargos de confianza ya eleva la suma por encima del centenar al incluir a jefes de gabinete, más secretarios y directores generales, un coordinador general con rango de consejero y varios periodistas en los respectivos gabinetes de prensa y cuya cifra ha ido a más durante la legislatura y que nunca fue detallada.

Jefes de servicio hay 178 en el organigrama de la Junta, un personal de libre designación escogido entre el funcionariado, muchos de los cuales volverán a su puesto. A esta relación de cargos de confianza habría que añadir directivos de organismos autónomos, como el Instituto de la Juventud, y de sociedades y empresas de la Junta, como la SLU Extremadura Avante, que integra Fomento de Mercados, Fomento de Emprendedores Extremeños, Fomento Extremeño de Infraestructuras industriales, Extremadura Innova; o la Sociedad de Gestión Pública Gpex, además de la Corporación Extremeña de Medios Audiovisuales (Cexma), o la Gestión de Infraestructuras, Suelo y Vivienda (Gisvesa).

Del gran aparato que representa la Junta de Extremadura dependen muchos más entes cuyos directores están a la espera de saber si siguen en el cargo, cosa improbable en la mayoría de casos.

Existe el Servicio Público de Empleo, el Consejo Económico y Social, Feval, la Red de Museos, la Editora Regional, la Filmoteca o el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, el Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal o el Consejo Consultivo, este último suprimible según el socialista Guillermo Fernández Vara.

En todos estos casos, cuando tomen posesión los consejeros, y posteriormente sus directores y secretarios generales será cuando reorganicen sus áreas y remodelen el organigrama.

Además de fundaciones, patronatos y consorcios, también habrá cambios en la Asamblea de Extremadura. En estos momentos, solo del presidente de la cámara legislativa dependen seis personas elegidas a dedo. Ahora desaparece el personal de libre designación del grupo de Izquierda Unida, que se ha quedado sin representación, pero habrá cuatro grupos políticos en total que tendrán derecho a nombrar a su propio personal de confianza.

Según Ignacio Cansado, secretario de acción sindical de la Federación de Servicios Públicos de UGT, «la lista de personal eventual debe ser reducida al mínimo. Se puede comprender que alguien use personal de confianza, pero muchos puestos deben ser cubiertos por funcionarios que concursen para ello. La política al final deriva de las normas y las leyes y solo a un funcionario se le puede presuponer imparcialidad en su trabajo».